El recién elegido presidente de la Federación de Productores de Fruta, Antonio Walker, analizó para Estrategia el estado de su sector y sus principales necesidades.

Tras su elección por consenso, el pasado miércoles, el nuevo presidente de Fedefruta, Antonio Walker, comenzó de inmediato sus labores al interior del gremio, privilegiando lo que considera fundamental para el desarrollo de éste: incentivar la asociatividad.

—¿Abandonará su negocio agrícola?
Creo que las dos cosas se pueden compatibilizar, así es que seguiré como socio en Wapri y encabezando Fruséptima.

—¿Cuáles son los principales desafíos?
Hay muchos. Tenemos que trabajar en desarrollar la fruticultura, porque hay mercados nuevos que desarrollar y otros demandantes de nuestra fruta. Además,  tenemos muchas condiciones naturales para generar el producto que los mercados quieren. Ambos factores son buenas noticias, junto con que tenemos problemas internos, porque depende de nosotros darles solución.

—¿Cómo ven la competencia desleal?
Nosotros estamos compitiendo siempre con una agricultura subsidiada de otros países, pero lo único que pedimos son reglas claras en términos políticos y económicos.

—¿Hay alguna medida de las anunciadas por el actual Gobierno que  considere prioritaria para el sector?
El tipo de cambio es fundamental y celebramos las medidas que ha tomado el Ministro de Hacienda,  propias de la reconstrucción que van en dirección a no afectarlo en gran medida. Es fundamental, porque la disminución en la rentabilidad que ha tenido la fruticultura en el último tiempo está dada por un aumento en los costos de producción y comercialización que suman un alza de 52% en los últimos tres años.

—¿De qué forma les ha perjudicado el tipo de cambio?
Es que es muy volátil. Por más que los economistas se deshacen en explicaciones para demostrar que está alineado. Por eso es que descuidar el tipo de cambio sería como tener un segundo terremoto.

—¿Qué otra preocupación tienen?
El financiamiento agrícola. Hemos pedido que el BancoEstado sea el banco de los agricultores chilenos y tenga un tipo de crédito acorde a la realidad del negocio, es decir, largos plazos (8 a 12 años), tasas bajas y con años de gracia. Créditos que incentiven la inversión y ojalá créditos en dólares que necesitamos mucho,  porque lo ideal es endeudarnos en la misma moneda que vendemos. Además, necesitamos una ley laboral amigable que incentive la contratación de gente.

—¿Cómo ha visto la inversión en el sector?
Considero que es muy importante dar señales fuertes al sector productivo que ha estado bastante olvidado, no se han adoptado medidas en el último tiempo que incentiven a invertir. Tengo un amigo que dice que a Chile le ha ido muy bien y a los chilenos muy mal, porque como país tenemos indicadores macroeconómicos muy sanos porque el Gobierno anterior se preocupó mucho de eso, pero la microeconomía no tenía mucha relación con ese auge. Ahora hay mucho inversionista esperando las medidas pro inversión, ley de riego (pedimos el doble de presupuesto), mejorar los tratados de libre comercio, y una ley laboral más amigable. Lo primordial es la asociatividad.

Fuente: Estrategia

20.mayo.2010 - Portal Fruticola