A principios de siglo, la descripción de las cerezas en Chile apuntaba a una especie tradicional de escasa superficie y producción. El escenario actual es diametralmente opuesto, posicionándolo como la principal especie frutícola nacional en términos de superficie cultivada y retornos económicos.
Este desarrollo, sostenido por más de una década gracias a los precios en el mercado chino y a una notable expansión geográfica y tecnológica, presenta características particulares en cada macrozona. Por ello, este informativo analizará la situación de la zona norte, respecto a la situación actual del cultivo y las principales variedades producidas (FIGURA 1).

Figura 1. Fruta representativa del cultivar Brooks producida en Ovalle, Región de Coquimbo.
El cultivo del cerezo en la Región de Coquimbo es viable gracias a las condiciones climáticas propias de las zonas con influencia marítima, particularmente por la presencia del fenómeno conocido como la vaguada costera (FIGURA 2b).
Este evento meteorológico se caracteriza por una zona de baja presión atmosférica que genera nubosidad baja, nieblas y lloviznas matinales; dichas condiciones contribuyen a mantener niveles adecuados de humedad relativa, favoreciendo los procesos de polinización y el posterior cuajado de frutos (Lemus, 2005).
Esta zona, que permite el establecimiento del cultivo comercial del cerezo, presenta un clima estepárico costero, que se extiende hasta aproximadamente 40 km hacia el interior (FIGURA 2a). Se trata de una región de transición entre las zonas áridas desérticas y el clima templado mediterráneo.
Este tipo de clima se caracteriza por un régimen de precipitaciones invernales reducido, que no supera los 120 a 130 mm anuales, una marcada influencia oceánica que mantiene una humedad relativa por sobre el 45 % de manera constante (FIGURA 2b), una acumulación de frío invernal baja (entre 150 y 450 horas frío), y un rango térmico anual que varía entre 3 °C y 26 °C.
Características de la zona de cultivo del cerezo en Coquimbo
Las condiciones climáticas específicas que presenta la Región de Coquimbo para el cultivo del cerezo han limitado su establecimiento a un área restringida, delimitada por las líneas amarillas mostradas en la FIGURA 2a. Sin embargo, considerando que el desarrollo del cerezo es relativamente reciente en la región, aún existe escasa investigación local y una evaluación insuficiente de nuevas variedades adaptadas a las condiciones agroclimáticas del territorio.
Asimismo, la región enfrenta fuertes limitaciones hídricas, lo que podría incentivar en los próximos años la reconversión de cultivos tradicionales de la región, que han mostrado menor rentabilidad y mayores necesidades hídricas, como el palto y el nogal, hacia especies de menor demanda hídrica y mayor rentabilidad potencial.
Actualmente, en dicho territorio se cultivan 341 hectáreas con cerezos, lo que representa un crecimiento del 1386 % desde el año 2015 (FIGURA 3). Sin embargo, debido a las condiciones climáticas e hídricas restrictivas, el cultivo comercial del cerezo se concentra únicamente en tres comunas:
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Ovalle: 277,3 ha
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Monte Patria: 14,5 ha
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Punitaqui: 49,3 ha
Las cuales en conjunto representan solamente el 0,05 % de la superficie total nacional destinada a este frutal.

Figura 2.
a) Área de la Región de Coquimbo donde se demarca en amarillo la zona productora de cerezos.
b) Influencia de la vaguada costera en el valle del río Limarí, donde se producen las cerezas primores de Chile.
Variedades cultivadas
Una variedad que fue desechada en la zona centro-sur de Chile por su alta susceptibilidad a la partidura, como Brooks, es la principal variedad cultivada en la región, constituyendo un pilar de la industria frutícola del norte, gracias a su cosecha temprana y buena calidad de fruta (FIGURAS 1 y 3).
Otros cultivares presentes en la región incluyen:
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Lapins
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Santina
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Nimba
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Rainier
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Frisco
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Glenred
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Sweet Aryana
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Somerset
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Black Pearl
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Cherry Cupid
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Royal Dawn
Una superficie cercana al 10,2 % está destinada a la evaluación de nuevas variedades o corresponde a plantaciones de las cuales no se posee información (FIGURA 4).

Figura 3. Evolución de la superficie cultivada con cerezos en la Región de Coquimbo (Fuente: Catastro Frutícola CIREN).

Figura 4. Distribución varietal de la superficie cultivada con cerezos (hectáreas) en la Región de Coquimbo (elaboración propia).
En la Región de Coquimbo, los cultivares de cerezo deben presentar bajo requerimiento de frío (low chill), lo que permite una adecuada adaptación agroclimática, además de ser de cosecha temprana, con el fin de producir primores que alcanzan los mejores precios en mercados internacionales, especialmente en el chino.
Lamentablemente, la genética que reúne estas características es relativamente reciente en el panorama mundial del cerezo.
Las otras dos variedades más cultivadas en la región son Lapins y Santina. Sin embargo, ambas presentan una cosecha más tardía que Brooks (FIGURA 4), junto con limitaciones asociadas a la productividad, principalmente en años con baja acumulación de frío invernal, en especial con Santina, la que evidencia mayores dificultades de adaptación agroclimática.
Estas diferencias genéticas se traducen en varias semanas de diferencia en la cosecha, con el consiguiente desmedro en el precio obtenido y, por lo tanto, en la baja de rentabilidad para el productor (FIGURA 5).

Figura 5. Fenología de la temporada 2023-2024 de las principales variedades de cerezas cultivadas en la Región de Coquimbo.
En los siguientes años será posible evaluar el comportamiento de nuevas variedades y de las líneas genéticas que está desarrollando in situ el Programa de Mejoramiento Genético del Cerezo INIA-Biofrutales, aportando información clave para la expansión del cultivo en la región.
Referencias bibliográficas
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CIREN (2024). Catastro Frutícola CIREN, Principales Resultados, Región de Coquimbo, septiembre 2024.
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Lemus G. (2025). El cultivo del cerezo. Boletín INIA – Instituto de Investigaciones Agropecuarias, N° 133.
https://hdl.handle.net/20.500.14001/7061
Este artículo fue elaborado por José Manuel Donoso C., INIA Rayentué y Jorge Astudillo G., consultor independiente y productor, Las Majadas de Ovalle SpA, para www.inia.cl, el cual fue revisado por Portalfruticola.com
