Uso del Caldo Bordelés en plantaciones frutícolas de Sudamérica

El Caldo Bordelés es uno de los fungicidas y bactericidas más utilizados en la fruticultura mundial para el control de plagas y enfermedades causadas por hongos y bacterias. En las plantaciones frutícolas de Sudamérica, su empleo sigue siendo clave en programas de manejo integrado, tanto en agricultura convencional como en sistemas orgánicos.

En este artículo se explica qué es el Caldo Bordelés, cómo actúa, en qué frutales se utiliza, cómo prepararlo y aplicarlo de forma segura, y cuáles son sus principales ventajas y limitaciones, con especial foco en las condiciones de producción sudamericanas.

1. Tabla de contenidos

2. ¿Qué es el Caldo Bordelés?

El Caldo Bordelés es un fungicida y bactericida inorgánico clásico, compuesto por sulfato de cobre y cal hidratada
(hidróxido de calcio). Surgió a finales del siglo XIX en la región de Burdeos, Francia, cuando viticultores lo desarrollaron para controlar el mildiu de la vid. Químicamente se conoce como sulfato cuprocálcico y se obtiene al mezclar sulfato de cobre pentahidratado con cal, generando un producto de color azul brillante, empleado para prevenir plagas y enfermedades en múltiples cultivos frutales.

Se trata de un fungicida de contacto y de acción preventiva. Al aplicarse sobre hojas, ramas y frutos en plantaciones frutícolas, el Caldo Bordelés libera gradualmente iones de cobre (Cu2+) que resultan tóxicos para hongos y bacterias, inhibiendo la germinación de esporas y la penetración de los patógenos en los tejidos vegetales. A diferencia de fungicidas sistémicos, no penetra en la planta ni cura infecciones avanzadas: su función es formar una película protectora sobre la superficie vegetal.

3. Modo de acción, ventajas y control de plagas y enfermedades

El principal modo de acción del Caldo Bordelés es la liberación lenta de iones de cobre que interfieren con procesos enzimáticos esenciales de hongos y bacterias. Esta acción le permite controlar un amplio espectro de plagas y enfermedades como mildiu, moteado, antracnosis, alternaria, septoriosis, repilo del olivo y varias bacteriosis en frutales.

Entre sus ventajas destacadas en fruticultura sudamericana se encuentran:

  • Amplio espectro: controla numerosos hongos patógenos y ciertas bacterias fitopatógenas.
  • Buena resistencia al lavado: bien preparado (pH neutro o ligeramente alcalino), se adhiere firmemente y resiste la lluvia.
  • Bajo costo: es económico frente a otros fungicidas modernos.
  • Uso en agricultura orgánica: el cobre, al ser de origen mineral, está autorizado en agricultura ecológica en muchos países, con límites de dosis.

Para que el control de plagas y enfermedades sea eficiente, el Caldo Bordelés debe utilizarse siempre de
forma preventiva o en etapas iniciales de infección, integrándose con otras prácticas como manejo de ventilación, poda sanitaria y uso de fungicidas complementarios cuando sea necesario.

4. Principales cultivos frutícolas donde se usa en Sudamérica

El Caldo Bordelés se emplea ampliamente en plantaciones frutícolas de Sudamérica debido a su eficacia frente a
plagas y enfermedades en distintos climas y especies. A continuación se resumen sus usos más importantes por cultivo.

4.1 Vid (uva)

En viñedos de zonas húmedas de Argentina, Uruguay, sur de Brasil y algunas regiones de Chile, el Caldo Bordelés se usa principalmente contra el mildiu de la vid (Plasmopara viticola). Las aplicaciones se realizan de manera preventiva, cubriendo bien el follaje y los racimos incipientes antes de lluvias o períodos de alta humedad.

Las recomendaciones oficiales suelen indicar aplicaciones desde la brotación hasta pre-floración, con dosis en torno a 500–750 g de producto por 100 L de agua, repetidas cada 7–10 días mientras existan condiciones de infección. Se evita aplicar durante la floración para no afectar el cuajado ni la microbiota útil de los viñedos. El Caldo Bordelés también puede ayudar a reducir bacteriosis y otros hongos de madera cuando se aplica tras la poda o poscosecha.

4.2 Cítricos

En plantaciones de naranjo, mandarino y limón de Argentina, Brasil, Uruguay y Perú, el Caldo Bordelés y otros cobres son pilares en el control de plagas y enfermedades como:

  • Cancrosis de los cítricos (Xanthomonas citri): se realizan pulverizaciones periódicas durante brotación y verano, cada 3–4 semanas, para proteger brotes y frutos jóvenes.
  • Sarna o roña de los cítricos: el Caldo Bordelés aplicado en brotaciones nuevas protege hojas y frutos en etapas tempranas.
  • Mancha negra, melanosis y alternaria: se usa de forma preventiva en combinación con fungicidas específicos, especialmente en limón de exportación.
  • Podredumbre parda por Phytophthora: se aplica en la parte baja de la copa antes de lluvias otoñales para prevenir infecciones en frutos bajos.

El uso de Caldo Bordelés en cítricos destaca por su acción bactericida contra cancrosis y su eficacia fungicida en
plagas y enfermedades de hojas y frutos. Se respetan períodos de carencia (15–21 días) y límites máximos de cobre por temporada.

4.3 Manzano y peral

En frutales de pepita (manzanas y peras) de Chile y Argentina, el Caldo Bordelés se usa principalmente en otoño-invierno para controlar:

  • Moteado o roña (Venturia inaequalis y V. pyrina): aplicaciones a 50% y 100% de caída de hojas, y luego en yema hinchada, reducen el inóculo invernante en hojas y corteza.
  • Cancro europeo del manzano (Neonectria ditissima): se aplica sobre heridas de poda y cicatrices foliares para evitar nuevas infecciones.
  • Otras bacteriosis (por Pseudomonas syringae): pulverizaciones de cobre en otoño e inicio de primavera disminuyen la carga bacteriana en yemas y ramillas.

En primavera-verano, el uso foliar de Caldo Bordelés se restringe por riesgo de russeting (manchado rugoso de la piel del fruto), especialmente en manzanas de mesa de alta calidad. En sistemas orgánicos se emplean dosis bajas y momentos muy precisos para equilibrar control de plagas y enfermedades con aspecto comercial del fruto.

4.4 Duraznero, nectarino y otros frutales de carozo

En frutales de carozo (durazno, nectarina, ciruelo, damasco, cerezo, etc.) el Caldo Bordelés es un fungicida de invierno imprescindible. Entre las principales plagas y enfermedades que se controlan se encuentran:

  • Lepra o abolladura del duraznero (Taphrina deformans): aplicaciones en otoño-invierno (inicio, 50% y 100% caída de hojas) y en yema hinchada eliminan las formas invernantes del hongo.
  • Cribado o perdigonada (Wilsonomyces carpophilus): el cobre reduce inóculo en yemas y cancros, mejorando la sanidad del follaje y frutos.
  • Monilia o podredumbre parda: aplicaciones poscosecha ayudan a sanitizar frutos momificados y cancros, disminuyendo esporas para la primavera siguiente.
  • Cancro bacteriano del cerezo y otros carozo (Pseudomonas): múltiples aplicaciones invernales con Caldo Bordelés protegen cicatrices de poda y yemas, aunque se debe evitar el uso excesivo para no generar resistencia.

En estas especies se insiste en no aplicar Caldo Bordelés durante floración ni pleno verano para evitar daños en hojas, flores y frutos, concentrando la estrategia en el período de dormancia y en poscosecha.

4.5 Palto (aguacate)

En palto, cultivo relevante en Perú, Chile y Colombia, el Caldo Bordelés se emplea sobre todo para controlar
plagas y enfermedades del follaje y fruto, en especial la antracnosis del palto (Colletotrichum gloeosporioides).

Se recomiendan aplicaciones preventivas al 1% sobre follaje y frutos en formación, inmediatamente después de la floración principal, cuando los frutitos recién cuajados son muy susceptibles. Posteriormente pueden hacerse aplicaciones cada 15–30 días en zonas con lluvias persistentes, siempre en horas frescas (mañana o atardecer) para reducir el riesgo de fitotoxicidad en hojas.

El Caldo Bordelés también contribuye al manejo de roña del fruto y otras manchas foliares, aunque no controla enfermedades radiculares como Phytophthora, que requieren otros productos. En climas más secos, su uso se combina con fungicidas modernos, mientras que en esquemas orgánicos sigue siendo una herramienta central contra plagas y enfermedades del palto.

4.6 Otros frutales

El Caldo Bordelés se aplica además en numerosos cultivos frutales y perennes de Sudamérica:

  • Banano y plátano: uso histórico contra sigatoka.
  • Mango: control preventivo de antracnosis en flores y frutos.
  • Piña, papaya y maracuyá: manejo de diversas enfermedades foliares y bacterianas en sistemas orgánicos.
  • Olivo: control de repilo mediante aplicaciones en otoño-invierno.
  • Arándano: manejo de cancros de tallo con pulverizaciones en receso vegetativo.
  • Nogal, nogal pecán y castaño: reducción de chancros y bacteriosis en invierno.

En todos estos cultivos, el principio general es el mismo: uso preventivo del Caldo Bordelés para proteger los tejidos susceptibles antes de que se establezcan las plagas y enfermedades.

5. Preparación del Caldo Bordelés: receta tradicional

Una correcta preparación del Caldo Bordelés es fundamental para que resulte eficaz y seguro en plantaciones frutícolas.

La fórmula tradicional 1:1:100 (1 kg de sulfato de cobre + 1 kg de cal hidratada por 100 L de agua) es la más utilizada.

Ingredientes básicos:

  • Sulfato de cobre pentahidratado (CuSO₄·5H₂O).
  • Cal hidratada (Ca(OH)₂) o cal apagada.
  • Agua limpia.
  • Recipientes no metálicos, palo de madera para agitar y colador o malla.

Procedimiento simplificado:

  1. Disolver el sulfato de cobre en aproximadamente la mitad del agua requerida, usando un recipiente plástico y agitando hasta disolver completamente.
  2. Preparar la leche de cal mezclando la cal hidratada con el resto del agua en otro recipiente hasta obtener una suspensión homogénea.
  3. Mezcla final: verter lentamente la suspensión de cal sobre la solución de cobre (y no al revés), agitando constantemente hasta lograr el típico color azul cielo del Caldo Bordelés.
  4. Ajustar pH a valores neutros o levemente alcalinos (pH 7–8), agregando más cal si fuera necesario.
  5. Uso inmediato: aplicar el Caldo Bordelés recién preparado, manteniendo la mezcla en agitación durante la pulverización para evitar sedimentación.

Ejemplo práctico: para 200 L de Caldo Bordelés al 1%, se disuelven 2 kg de sulfato de cobre en ~100 L de agua, se apagan 2 kg de cal en otros ~100 L y luego se mezclan siguiendo el orden correcto. Esta cantidad puede cubrir aproximadamente 1 ha de frutales jóvenes, dependiendo del volumen de copa.

6. Dosis, momento y frecuencia de aplicación en plantaciones frutícolas

Las dosis y la frecuencia de aplicación de Caldo Bordelés dependen del cultivo, la fenología y la sensibilidad a
plagas y enfermedades. De forma general:

  • Frutales de hoja caduca en dormancia: 1% (1 kg CuSO₄ + 1 kg de cal/100 L) para controlar inóculo invernal.
  • Frutales con follaje presente: 0,3–0,7% según especie y clima para minimizar fitotoxicidad.
  • Cítricos: 0,3–0,5%, con volúmenes altos de caldo por hectárea y varias aplicaciones por ciclo.
  • Vid: 0,5–1% según estadio y presión de mildiu, evitando la floración.
  • Palto y otros subtropicales: hasta 1% en condiciones frescas y controladas, preferentemente tras floración.

El momento más efectivo para aplicar Caldo Bordelés en frutales de hoja caduca es entre el otoño tardío y el final del invierno, durante el receso vegetativo. En primavera-verano se utiliza solo cuando es imprescindible y con dosis reducidas.

En cítricos y frutales perennes, las aplicaciones se concentran en brotaciones nuevas, pre-floración y antes de periodos lluviosos, enfocadas al control preventivo de plagas y enfermedades que atacan hojas y frutos jóvenes. La frecuencia suele ser cada 7–14 días en épocas muy lluviosas, respetando siempre el límite anual de cobre permitido.

7. Precauciones de uso y fitotoxicidad

Aunque el Caldo Bordelés es una herramienta muy valiosa, su uso incorrecto puede causar fitotoxicidad y problemas en la plantación frutícola. Las principales precauciones son:

  • Evitar aplicaciones en tejidos muy tiernos o en floración plena, ya que el cobre puede quemar hojas, flores y frutos recién cuajados.
  • No aplicar en horas de alta temperatura ni con sol intenso; es preferible aplicar al amanecer o al atardecer.
  • No mezclar con productos incompatibles (aceites, formulaciones muy ácidas o ciertos fertilizantes foliares) en el mismo tanque.
  • Usar equipos no metálicos o protegidos, ya que el sulfato de cobre corroe el metal.
  • Respetar las dosis recomendadas para cada especie y variedad, sin extrapolar esquemas de un cultivo a otro.

Gestionar correctamente el Caldo Bordelés permite mantener un control eficiente de plagas y enfermedades
sin causar daños innecesarios al cultivo ni al entorno.

8. Consideraciones ambientales y seguridad del aplicador

Aunque el Caldo Bordelés está autorizado en agricultura orgánica, el cobre es un metal pesado y se acumula en el suelo con el tiempo. Por ello, es fundamental usar la dosis mínima eficaz y evitar aplicaciones innecesarias.

Impacto ambiental:

  • La acumulación de cobre puede afectar lombrices y microorganismos benéficos del suelo.
  • El uso excesivo favorece el desarrollo de cepas de hongos y bacterias resistentes al cobre.
  • El cobre es muy tóxico para organismos acuáticos, por lo que no se deben verter restos de Caldo Bordelés en ríos, canales o estanques.
  • Se deben respetar los períodos de carencia para evitar residuos visibles o en exceso en frutas destinadas al consumo o exportación.

Seguridad del aplicador:

  • Utilizar equipo de protección personal (guantes, gafas, mascarilla, botas y ropa impermeable) durante la preparación y aplicación.
  • No comer, beber ni fumar mientras se manipula el producto.
  • Lavar el cuerpo y la ropa de trabajo al terminar la jornada.
  • Preparar la mezcla en zonas ventiladas y en recipientes claramente identificados, fuera del alcance de niños y animales.
  • En caso de contacto con piel u ojos, lavar con abundante agua; si hay ingestión accidental, acudir de inmediato a un centro médico con la etiqueta del producto.

Un manejo responsable del Caldo Bordelés permite aprovechar su eficacia contra plagas y enfermedades sin
comprometer la salud del aplicador ni el equilibrio del agroecosistema.

9. Preguntas frecuentes sobre el uso del Caldo Bordelés en plantaciones frutícolas de Sudamérica

9.1 ¿Para qué sirve el Caldo Bordelés en frutales?

El Caldo Bordelés sirve para prevenir plagas y enfermedades causadas por hongos y algunas bacterias en
plantaciones frutícolas, formando una película protectora de cobre sobre hojas, ramas y frutos.

9.2 ¿En qué momento es mejor aplicar Caldo Bordelés?

En frutales de hoja caduca, lo más efectivo es aplicarlo en otoño-invierno y en yema hinchada, antes de la brotación. En cítricos y frutales perennes se aplica en brotaciones nuevas y antes de periodos lluviosos para prevenir plagas y enfermedades.

9.3 ¿El Caldo Bordelés es apto para agricultura orgánica?

Sí. El Caldo Bordelés está autorizado en agricultura orgánica en muchos países de Sudamérica, pero se deben respetar los límites máximos de cobre por hectárea y año para evitar acumulación en el suelo.

9.4 ¿Puedo mezclar Caldo Bordelés con otros productos?

En general se recomienda aplicar Caldo Bordelés solo, ya que su reacción alcalina puede inactivar otros agroquímicos. Nunca debe mezclarse con aceites minerales, formulaciones muy ácidas u otros productos no compatibles.

9.5 ¿El Caldo Bordelés puede dañar mis frutales?

Si se aplica en dosis altas, sobre tejidos muy tiernos o en horas de calor intenso, el Caldo Bordelés puede provocar
fitotoxicidad (quemado de hojas, flores o frutos). Siguiendo las dosis, momentos y condiciones recomendadas, el riesgo se reduce al mínimo.

10. Conclusiones

El Caldo Bordelés sigue siendo una herramienta fundamental para el manejo de plagas y enfermedades en
plantaciones frutícolas de Sudamérica. Su amplio espectro, bajo costo y aceptación en agricultura orgánica lo convierten en un aliado clave para productores de vid, cítricos, manzano, peral, frutales de carozo, palto y muchos otros cultivos.

No obstante, para aprovechar al máximo sus beneficios y reducir riesgos, es imprescindible utilizar el Caldo Bordelés de forma preventiva, respetar dosis y momentos de aplicación, evitar la floración y los periodos de mayor sensibilidad, y considerar su impacto ambiental acumulativo. Integrado en programas de manejo integrado de plagas, junto a prácticas culturales y otros fungicidas, el Caldo Bordelés ayuda a mantener la sanidad de los huertos frutícolas sudamericanos de manera eficiente y sostenible.

11. Referencias

  • Portal Frutícola – Información técnica sobre Caldo Bordelés y usos en frutales. Disponible en:
    portalfruticola.com
  • Cultivadata – Recomendaciones de uso de productos cúpricos y períodos de carencia. Disponible en: cultivadata.com
  • SAG Chile (Servicio Agrícola y Ganadero) – Registros y fichas técnicas de productos fitosanitarios. Disponible en:
    sag.gob.cl
  • Fontagro – Información sobre manejo de cancrosis y otras enfermedades en cítricos. Disponible en:
    fontagro.minimalart.info
  • SIOC / MinAgricultura – Manuales de buenas prácticas agrícolas para palto y otros cultivos. Disponible en:
    sioc.minagricultura.gov.co
  • INIA – Publicaciones técnicas sobre lepra del duraznero y uso de Caldo Bordelés en frutales de carozo. Disponible en:
    ainfo.inia.uy
  • Yara – Información sobre fitotoxicidad por cobre y efectos en manzanas de mesa. Disponible en:
    yara.es