Empresa estadounidense lanza tractor eléctrico para pequeños agricultores: 8 horas de autonomía y control del cultivo sin emisiones ni ruido
Super E: nuevo tractor eléctrico de Tilmor sustituye al diésel en fincas pequeñas con carga rápida y bajo mantenimiento.
- Tractores eléctricos para pequeñas granjas.
- Menos ruido, menos emisiones.
- Autonomía ampliable hasta 8 horas.
- Mejor precisión en el cultivo.
- Costes de operación más bajos.
- Adaptable a distintos cultivos y herramientas.
Tilmor presenta un tractor eléctrico y silencioso para pequeñas y medianas explotaciones agrícolas
La empresa estadounidense Tilmor ha presentado Super E, un tractor 100% eléctrico pensado para tareas de cultivo, control mecánico de hierbas y fertilización en pequeñas y medianas explotaciones. Llega en un momento en el que muchos agricultores buscan alejarse del diésel, reducir costes y trabajar con maquinaria más manejable.
Super E funciona con un sistema eléctrico de 48 voltios y un batería de 3,5 kilovatios-hora como base. La idea es que cada agricultor adapte la autonomía a sus necesidades: puede añadir hasta cuatro baterías, lo que permite trabajar unas 8 horas seguidas en campo abierto. La recarga completa tarda unas 3 horas con un cargador estándar o 1,5 horas si se usa un cargador rápido.
Está diseñado para trabajos de precisión, especialmente en cultivos sensibles como hortalizas, flores de corte o plantas de vivero, donde la visibilidad y la suavidad de movimientos importan más que la potencia bruta. En este tipo de explotaciones —las que trabajan cerca de la vivienda, el invernadero o el cobertizo— disponer de un tractor eléctrico resulta especialmente cómodo: menos ruido, menos vibraciones, cero humos.
Además, el mercado está cambiando. En los últimos años, varios estados de Estados Unidos han abierto líneas de apoyo para maquinaria agrícola con bajas emisiones, y algunas cooperativas están empezando a incluir objetivos de reducción de combustibles fósiles en sus planes de sostenibilidad. Super E encaja en ese movimiento: pequeño, práctico y fácil de integrar.
Ventajas prácticas del tractor eléctrico
La cabina abierta y la estructura del tractor permiten que la persona operadora vea claramente los útiles de trabajo bajo el chasis, algo clave cuando se trata de eliminar hierbas mecánicamente sin dañar las plantas jóvenes. La conducción silenciosa cambia totalmente la experiencia: se escucha el crujido del suelo, los pájaros, incluso si algo va mal en el motor o en la herramienta. Esa percepción fina del entorno ayuda a evitar errores y mejora la seguridad.
El mantenimiento también se simplifica. No hay filtros ni aceite del motor, ni sistemas de escape que revisar. Para pequeñas granjas con recursos limitados, reducir averías y tiempos muertos es casi tan importante como ahorrar combustible.
Durante la temporada agrícola de 2025, agricultores de distintas regiones de Estados Unidos probaron los prototipos. Uno de ellos, Sam, de Long Season Farm (Nueva York), contaba que trabajar al atardecer con una máquina sin ruido le devolvía una sensación “más cercana al cultivo y menos al taller”. Esa conexión con el entorno se valora mucho en explotaciones que combinan agricultura intensiva manual con pequeñas máquinas de apoyo.
Super E ofrece 56 centímetros de despeje y 122 centímetros de espacio para herramientas, lo que lo hace compatible con múltiples configuraciones. Tilmor, que lleva desde 2012 desarrollando herramientas específicamente para pequeñas granjas, ha ido creando un catálogo amplio de accesorios y implementos listos para acoplarse al tractor.
El precio parte de 19.500 dólares, una cifra elevada para un equipo pequeño, pero que puede compensarse con los costes de uso reducidos y las ayudas disponibles en algunos estados para maquinaria eléctrica.
Por qué importa un tractor eléctrico
Super E demuestra que la electrificación agrícola ya no es exclusiva de grandes explotaciones con presupuestos enormes. Está llegando al pequeño agricultor que pasa horas entre surcos, que necesita precisión y que quiere reducir su dependencia del diésel. Para muchas granjas que practican agricultura ecológica o de proximidad, una máquina así permite hacer control de hierbas sin recurrir a herbicidas, mantener un ambiente más tranquilo en el campo y reducir emisiones sin cambiar de modelo productivo.
También abre una puerta a nuevas dinámicas en el sector. Si aumenta la demanda de tractores eléctricos pequeños, es probable que surjan redes de apoyo técnico, baterías más robustas y programas de formación específicos. Igual que ocurrió con las herramientas manuales de cultivo hace una década, cuando las pequeñas granjas empezaron a ganar visibilidad y peso económico.
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