Cómo Brasil pasó de ser importador a exportador de manzanas

Gracias a la labor de investigación de la Empresa de Pesquisa Agropecuária e Extensão Rural de Santa Catarina (Epagri), Brasil pasó de depender de importaciones de manzanas a convertirse en un exportador competitivo de la fruta.
La institución pública, vinculada a la Secretaría de Estado de Agricultura y Pecuaria, celebra en 2025 sus 50 años de investigación agropecuaria en el estado, con impactos clave en la producción, genética y tecnología del cultivo de manzanas.
De importador de manzanas a autosuficiente
Hasta la década de 1980, el país dependía principalmente de la variedad Red Delicious importada de Argentina. La producción comercial comenzó lentamente y fue a finales de los años 1990 cuando Brasil alcanzó la autosuficiencia en manzanas de alta calidad, comenzando también a exportar. Hoy, la mayor parte de la producción nacional se concentra en Santa Catarina y Rio Grande do Sul, estados con clima frío necesario para la floración y fructificación de los manzanos.
El papel de la Epagri
La Epagri, sucesora de la Empresa Catarinense de Pesquisa Agropecuária (Empasc), desarrolló un trabajo pionero en mejoramiento genético y adaptación de variedades extranjeras al clima brasileño.
Según Marcus Vinicius Kvitschal, investigador en la estación experimental de Caçador, la introducción y evaluación de más de 500 variedades extranjeras permitió seleccionar cultivares productivos, resistentes y sabrosos, como Fuji y Gala, actualmente las más cultivadas en el país.
Además, la institución desarrolló tecnologías de propagación, manejo de porta-injertos y técnicas de inducción de brotación para compensar la falta de frío en algunas regiones, lo que ha permitido superar el millón de toneladas de manzanas producidas anualmente.
La Epagri también ha invertido en poscosecha, fitopatología, entomología y manejo de plantas, asegurando fruta de alta calidad, con coloración intensa y sabor dulce, atributos que han consolidado la presencia de Brasil en el mercado nacional y abierto oportunidades de exportación.
La Indicación Geográfica (IG) de la manzana Fuji de São Joaquim y las variedades desarrolladas bajo la marca Sambóa han reforzado la reputación internacional de la fruta catarinense.
Producción, mercado y proyección
Según Epagri/Cepa, Brasil alcanzó la autosuficiencia en 1998, con exportaciones que superaron las importaciones. Datos de la FAO ubican al país como el 12º mayor productor mundial, responsable de alrededor del 1,2% de la producción global.
En 2023, Santa Catarina concentró el 51% de la producción nacional, generando US$24,11 millones en exportaciones, siendo Fuji (57,3%) y Gala (40,7%) las principales variedades.
El cultivo de manzanas genera unos 200 mil empleos directos e indirectos movilizando R$6 mil millones (aprox. US$1.087 millones) en la economía nacional. La actividad modernizó ciudades como Fraiburgo y fomentó la agricultura familiar en São Joaquim, consolidando la manzana como un motor económico en el estado.
Kvitschal advierte que el sector enfrenta desafíos: dependencia de pocas variedades, vulnerabilidad climática, plagas y escasez de mano de obra. La investigación futura debe enfocarse en la diversificación de cultivares adaptados al clima brasileño, manejo integrado, resistencia biológica y tecnologías climáticas, asegurando la sostenibilidad y competitividad del mercado nacional e internacional.
“Gracias a la ciencia desarrollada en la Epagri, Brasil, aun siendo un país tropical, es hoy uno de los mayores productores de una fruta típicamente de clima frío”, concluye Kvitschal.
*Nota elaborada con información de Epagri.
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