Industria naviera y aranceles de Estados Unidos: navegando en aguas desconocidas

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Industria naviera y aranceles de Estados Unidos: navegando en aguas desconocidas

Los aranceles impuestos por la Administración Trump sobre las importaciones estadounidenses han alterado los planes, cronogramas y estrategias de varias industrias exportadoras en todo el mundo, siendo la agricultura una de las más afectadas.

Para la industria naviera global, los nuevos aranceles, exenciones y extensiones de plazos se suman a los vaivenes que el sector ha experimentado desde antes de la elección del presidente Trump, complicando aún más una situación ya inestable.

Otra capa de volatilidad

La logística, por naturaleza, un proceso largo y costoso que depende de cronogramas estrictos y planificación meticulosa. El sector prospera con estabilidad y es difícil realizar cambios en la carga una vez que el barco ha zarpado. Sería fácil culpar a la Casa Blanca por los altibajos actuales, pero la realidad es que los cambios de comportamiento preceden a la actual administración.

Darron Wadey, consultor y analista de la industria naviera en Dynamar, explica que las alteraciones comenzaron en octubre de 2023. En ese momento, dice, las compañías navieras obtenían ganancias multimillonarias, una tendencia que se esperaba continuara hasta 2024. “Y luego tuvimos todos estos peaks debido a la huelga de los trabajadores portuarios en Estados Unidos", acotó.

Ante la amenaza de huelga de los estibadores, la prioridad de los exportadores era enviar la carga lo más rápido posible para evitar interrupciones. “Hubo una carrera para ingresar las cargas, descargarlas, llevarlas a los almacenes y al sistema para su distribución posterior”. En otras palabras, volatilidad.

Afortunadamente, aunque la prensa local alarmó sobre el aumento de precios minoristas y posibles faltantes, la huelga duró solo un par de días antes de que los sindicatos alcanzaran un acuerdo. Pero los resultados de las elecciones a principios de noviembre provocaron otra prisa por ingresar mercancías antes de que Trump asumiera la presidencia, prometiendo aranceles severos para devolver la manufactura a EE. UU. Nuevamente, volatilidad.


Industria naviera y aranceles de Estados Unidos: navegando en aguas desconocidas


Impacto de los aranceles

“Si miras los gráficos de precios desde el año pasado hasta hoy, es una montaña rusa”, dice Francisco Labarca, director ejecutivo de South Port Shipping. “Comenzamos agosto de 2024 con tarifas de envío récord porque la gente intentaba anticiparse a los aranceles de Trump”, indicó.

El 2 de abril -en el denominado 'Día de la Liberación' por parte de Trump-, el presidente estadounidense presentó su tabla de aranceles, lo que desencadenó múltiples ajustes y tarifas sobre exportaciones de Brasil, India, China, y otras más bajas pero disruptivas sobre Canadá, México, la Unión Europea y varios países asiáticos. Las extensiones de plazos y excepciones han generado un “nuevo normal” de alta volatilidad.

Wadey señala que la falta de uniformidad en los aranceles complica aún más la situación, con países corriendo a renegociar acuerdos mientras se ajustan plazos y extensiones. Labarca agrega que la inestabilidad ha afectado no solo las tarifas, sino también los servicios, provocando congestión en puertos y retrasos en transferencias de carga.

Un juego de espera

Debido a la prisa por enviar productos antes de que los aranceles entraran en vigor, los almacenes en Estados Unidos están bien abastecidos, por lo que los consumidores aún no sienten completamente el impacto. La disminución de la demanda general afectará directamente a la industria naviera, reduciendo tarifas en algunas rutas y favoreciendo otras más rentables.

“El transporte es una demanda derivada”, explica Wadey. “No colocas un contenedor en un barco por gusto; lo haces porque hay carga que mover, función de la oferta y la demanda”.

Se espera que el impacto real de los aranceles se note entre octubre y noviembre, aunque algunos ya observan señales de cambios en la economía estadounidense, como un aumento de la inflación del 0,2 % desde junio y del 2,9 % respecto a julio de 2024.

Por sí solos, estos números no cuentan una historia dramática. Lo que resulta dramático, según algunos expertos, es la rapidez con que estos números han subido: el aumento de inflación más rápido en los últimos cinco meses. Sin embargo, aún está por verse si esta es una tendencia que se puede vincular directamente con los aranceles del presidente Trump o con otra causa.

“Eventualmente se calmará. Tiene que calmarse”, dice Wadey. “La decisión final la toma el consumidor estadounidense y aunque varias personas están considerando invertir en capacidad y tecnología de producción en Estados Unidos., eso no ocurre de la noche a la mañana".


Labarca, quien lleva 30 años en el negocio de exportación de frutas desde Chile, señala que la industria hortícola enfrenta desafíos particulares, pero que el enfoque debería ser uno solo. “Lo que los exportadores necesitan hacer es llevar la fruta a su destino en buen estado. Eso es lo más importante”, afirma. Destaca que, aunque Chile enfrenta un arancel del 10 %, su mercado tiene la ventaja de contar con una larga costa en el Pacífico, lo que facilita ofrecer varios servicios consolidados hacia sus dos mayores socios comerciales: China y Estados Unidos. Aunque navegar hacia este último suele implicar enfrentar congestión y demoras en el Canal de Panamá, la ubicación del país sigue jugando a su favor. A pesar de cualquier ventaja, los aranceles pueden y afectarán a todo el ecosistema comercial. La industria naviera crece a un ritmo anual promedio del 7 %, y esta expansión, explica Wadey, conlleva la posibilidad de sobrecapacidad. Por el momento, esta amenaza se ha visto compensada por contingencias geopolíticas, como la congestión en el Canal de Panamá, la inestabilidad en el Canal de Suez y un desequilibrio general entre las rutas que van y vienen de Asia hacia el hemisferio Norte. Pero se trata de un equilibrio frágil, y la política comercial de Estados Unidos podría ser el punto de inflexión que empuje a la industria naviera hacia un ajuste. Al fin y al cabo, los aranceles actúan como un elemento disuasorio para el comercio, lo que simplemente significa menos comercio.


Cómo navegar en esta turbulencia

Mientras el comercio continúa, los exportadores deben ser cautelosos para evitar costos inesperados al enviar productos a Estados Unidos.

A inicios de agosto, Maersk recomendó revisar prácticas de envíos de bajo valor, evaluar exposición a aranceles en e-commerce y pequeños envíos, realizar auditorías de clasificación, valoración y origen, y mantener registros sólidos de cumplimiento.

Wadey enfatiza lo complicado que puede ser saber exactamente qué está sucediendo en un momento dado (“¡Cambia a diario, a veces cada hora! Y además surgen mensajes contradictorios de distintas fuentes de la administración”), por lo que recomienda mantenerse al tanto de los anuncios de la Casa Blanca, ya que la situación puede cambiar muy rápidamente.

Labarca, quien lleva 30 años en el negocio de exportación de frutas desde Chile, señala que la industria hortícola enfrenta desafíos particulares, pero que el enfoque debería ser uno solo. “Lo que los exportadores necesitan hacer es llevar la fruta a su destino en buen estado. Eso es lo más importante”, afirma.

Destaca que, aunque Chile enfrenta un arancel del 10%, su mercado tiene la ventaja de contar con una larga costa en el Pacífico, lo que facilita ofrecer varios servicios consolidados hacia sus dos mayores socios comerciales: China y Estados Unidos. Aunque navegar hacia este último suele implicar enfrentar congestión y demoras en el Canal de Panamá, la ubicación del país sigue jugando a su favor.

A pesar de cualquier ventaja, los aranceles pueden y afectarán a todo el ecosistema comercial. La industria naviera crece a un ritmo anual promedio del 7%, y esta expansión, explica Wadey, conlleva la posibilidad de sobrecapacidad.

Por el momento, esta amenaza se ha visto compensada por contingencias geopolíticas, como la congestión en el Canal de Panamá, la inestabilidad en el Canal de Suez y un desequilibrio general entre las rutas que van y vienen de Asia hacia el hemisferio Norte. Pero se trata de un equilibrio frágil y la política comercial de Estados Unidos podría ser el punto de inflexión que empuje a la industria naviera hacia un ajuste.

Al fin y al cabo, los aranceles actúan como un elemento disuasorio para el comercio, lo que simplemente significa menos comercio.

Reporte de Sandra Gutiérrez. periodista de Freshfruitportal.com


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