Problemas financieros y climáticos ha debido enfrentar el sector durante los últimos años. La proporción de cultivos en la zona con sistemas antiheladas es mínima debido, principalmente, a la falta de dinero para invertir y a la escasez de agua.

Heladas de gran intensidad y duración afectaron la zona de Tucumán, en Argentina, causando pérdidas por daños en cultivos de distinta índole como arándanos, frutillas, papa, caña de azúcar, limones y trigo. Esta zona, coinciden los expertos, ha sido la más golpeada del país trasandino dado, principalmente, el avance de la cosecha en arándanos y frutillas.

Coinciden también en que el negocio de los arándanos es cada vez más complicado; escenario en el cual se conjugan temas de índole financiero y climático.

Gabriel Fonzo, Presidente de Integrity, explicó a Portal Frutícola que aún sin heladas se esperaba una producción disminuida de arándanos para este año con respecto “a la potencialidad que existió en algún momento”. Especificó que se registraron problemas de fertilización debido a la falta de financiamiento; problema que ha afectado también la inversión en sistemas de control de daños por heladas.

Juan Pablo Vogt, Gerente Comercial de la exportadora chilena Agroberries –empresa que cuenta con plantaciones de arándanos en Concordia– explicó a Portal Frutícola que la inversión en Tucumán, en este ámbito, ha sido baja por varios motivos.

Primero, porque es caro y porque en el pasado la zona no había tenido heladas, algo que está sucediendo desde aproximadamente cuatro años. “Los últimos años además, han sido malas temporadas y por lo tanto, la gente no tiene dinero para invertir. Lo otro es que tampoco hay mucha agua y para controlar las heladas se necesita de mucha”.

Comentó además que existe un número de campos que efectivamente pueden haber controlados los daños por las heladas sin embargo, “la proporción de cultivos con control de daños es mínima”.

De acuerdo a lo informado por el periódico local La Gaceta, en Tucumán se producen aproximadamente 5.500 toneladas de arándanos y 20.000 toneladas de frutillas al año. Las primeras estimaciones indican que un 25 por ciento de ambas producciones se habrían perdido a causa del fenómeno climático.

El Presidente de la Cámara de Productores de Arándanos de Tucumán, Salvador Gallo, explicó a La Gaceta que “la helada ha sido fuerte, y el (productor) que no disponía de un sistema de protección contra el frío extremo en sus campos, perdió su producción. Sabemos que se perdió la fruta temprana, que ya estaba cuajada”.

En tanto, un productor de arándanos comentó que “quien no tiene sistema antiheladas por aspersión tuvo problemas. Los métodos como el humo y el fuego no sirven en estos casos tan extremos. La perspectiva no es buena, porque hubo daños en todas las flores abiertas. Todo lo que es primicia desapareció".

Fotografía de portada: La Gaceta

Fuente: Portal Frutícola

26.julio.2010 – Portal Frutícola