Nuevo biopesticida argentino promete frenar el HLB sin dañar el medioambiente

Un equipo de especialistas del Consejo Nacional de Investigaciones de Argentina (CONICET) logró un avance clave en la lucha contra el Huanglongbing (HLB), la enfermedad más destructiva que afecta a los cítricos a nivel global.
Se trata del desarrollo de un biopesticida basado en tecnología de ARN de interferencia (RNAi), que permite atacar de forma precisa al vector del HLB, Diaphorina citri, sin dañar el medioambiente ni a otras especies beneficiosas.
La iniciativa, liderada por investigadores del Instituto de Biología Subtropical de Misiones (IBS, CONICET – UNaM), representa una alternativa sostenible al uso de pesticidas químicos, que hoy son la principal herramienta para enfrentar el HLB pero generan contaminación, resistencia y pérdida de biodiversidad.
“Lo que buscamos es dirigir un mensaje genético que solo puede ser interpretado por la especie objetivo”, explicó Marcos Miretti, investigador del CONICET, en una nota de prensa emitida por el Área de Prensa y Divulgación Científica CONICET Nordeste.
“Con ese mensaje de autodestrucción, interferimos en la actividad del gen del insecto”, dijo.
El nuevo biopesticida: del laboratorio al campo...y al mercado
El nuevo biopesticida actúa sobre el material genético del Diaphorina citri, utilizando su propio sistema de defensa, logrando un efecto letal sin afectar a otras especies.
“Estos biopesticidas son biodegradables, no dejan rastros en el ambiente y no contribuyen a la generación de resistencia”, destacó María José Blariza, también investigadora del IBS.

Fotografía gentileza investigadores | Vía CONICET.
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Las pruebas realizadas en el laboratorio del Grupo de Investigación en Genética Aplicada (GIGA) y en la Estación Experimental Agropecuaria Bella Vista del INTA, en Corrientes, demostraron la efectividad del compuesto aplicado por pulverización.
Los próximos pasos incluyen validar tecnologías de encapsulación para proteger el nuevo biopesticida de factores climáticos, ampliar las pruebas a nivel de campo y avanzar con el registro oficial del producto.
La plataforma RNAi utilizada tiene potencial más allá del HLB. Según explicaron los investigadores, puede adaptarse para controlar otras plagas agrícolas e incluso vectores de enfermedades humanas, ampliando su impacto a nivel global.
“Es muy gratificante ver que nuestro trabajo puede transformarse en soluciones concretas para productores que hoy deben quemar sus plantaciones cuando aparece el HLB. Eso significa perder años de esfuerzo y el sustento de sus familias”, señaló Blariza.
*Fotografías CONICET.