Brasil trabaja en estrategias para enfrentar el arancel de Trump: mangos y uvas preocupan a la industria

Frente al arancel del 50% impuesto por el presidente Donald Trump a las importaciones brasileñas, esta semana el gobierno de Brasil inició una serie de reuniones con los sectores productivos del país para definir estrategias de negociación y poder revertir la medida arancelaria.
En representación de la industria frutícola de Brasil estuvo presente Guilherme Coelho, presidente de la Asociación Brasileña de Exportadores de Frutas (Abrafrutas), así como empresas exportadoras de jugo de naranja, carne, fruta, miel, cuero y pescado.
"Esperábamos exportar casi tres mil contenedores de mangos en esta próxima cosecha. Ahora, los productores están inseguros y temerosos, pues ya se han organizado para exportar a Estados Unidos; han comprado el empaque y han llegado a acuerdos con los distribuidores. Y es imposible redirigir esta producción a Europa o al mercado nacional, ya que se corre el riesgo de colapsar ambos mercados", advirtió Coelho.
Según Abrafrutas, Estados Unidos absorbió el 7% de las exportaciones totales de fruta de Brasil en 2024, lo que representa el 12% de los ingresos totales por exportación de fruta del año. En cuanto al mango, el mercado estadounidense consumió el 14% del volumen exportado el año pasado, lo que representa el 13% de los ingresos totales.
Para Coelho, gravar los alimentos no es justo ni razonable. "Aplicar un arancel del 50% causará enormes pérdidas para ambos países -dijo-. Los estadounidenses podrían tener que lidiar con escasez de alimentos, inflación de precios e incluso desempleo, ya que su industria compra materias primas brasileñas para su procesamiento".
"Las pérdidas en Brasil también serán enormes; nuestros productores no tendrán un mercado de consumo que absorba su producción y tendrán que despedir empleados. Estamos hablando de miles de familias que podrían quedarse sin ingresos ni comida en la mesa", agregó.
Así como hay preocupación por el mango, también lo hay por la uva de mesa.
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La industria piensa en alternativas
En una reunión sostenida el 14 de julio, Coelho y el presidente de la Unión de Productores Rurales de Petrolina (SPR), Jailson Lira, indicaron que una alternativa al escenario actual es la postergación del impuesto de importación por seis meses y la definición de los volúmenes de exportación al mercado estadounidense sin el recargo, con un cupo para mangos y uvas, correspondiente a la cosecha de este año.
Empresas estadounidenses declaran apoyo a Brasil para revertir aranceles de Trump
El miércoles 16, el vicepresidente y ministro de Fomento, Industria, Comercio y Servicios (MDIC), Geraldo Alckmin, encabezó una reunión con la Cámara de Comercio Americana para Brasil (Amcham Brasil), en el ámbito del Comité Interministerial de Negociación y Contramedidas Económicas y Comerciales, en la que participaron varias empresas norteamericanas con operaciones en Brasil, entre ellas Amazon, Coca-Cola, GM, Caterpillar y MedTech.
Tanto la Cámara de Comercio de Estados Unidos (Amcham) como la Cámara de Comercio de Estados Unidos emitieron un comunicado conjunto, donde expresan su apoyo a las negociaciones y la necesidad de revisar el tema de las tasas impositivas, enfatizó el vicepresidente.
Alckmin citó un extracto del documento de las entidades advirtiendo que imponer medidas arancelarias "como respuesta a cuestiones políticas más amplias tiene el potencial de causar graves daños a una de las relaciones económicas más importantes de Estados Unidos, además de sentar un precedente preocupante".
Para el ministro, el arancel adicional impuesto a Brasil representa una situación de pérdidas para ambos países. Por lo tanto, la colaboración con empresas brasileñas y estadounidenses fortalece las negociaciones para revertir la situación antes de la fecha límite anunciada por el presidente estadounidense.
El ministro explicó que Brasil envió una nueva carta al gobierno de Estados Unidos solicitando respuesta a las propuestas de la carta anterior, fechada el 16 de mayo, la que enumeraba un conjunto de puntos que se podrían avanzar en el acuerdo comercial, buscando siempre dinamizar el acuerdo comercial, estimular la complementariedad económica y el crecimiento del comercio exterior.
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Jugo de naranja, el más afectado
Según un análisis del Centro de Estudios Avanzados en Economía Aplicada de la ESALQ/USP (Cepea), el jugo de naranja es el producto más sensible a la nueva política arancelaria. Actualmente ya se aplica una tarifa fija de US$415 por tonelada, y una sobretasa del 50% elevaría significativamente el costo de entrada al mercado estadounidense, afectando su competitividad en el segundo destino más importante para las exportaciones brasileñas.
Estados Unidos importa aproximadamente el 90% del jugo que consume, y Brasil abastece cerca del 80% de ese total. Con la amenaza del nuevo arancel, algunas industrias brasileñas ya han comenzado a suspender nuevos contratos, limitándose al mercado spot, con precios entre R$40 y R$45 por caja, debido al alto nivel de incertidumbre.
“Esta inestabilidad llega justo en un momento de buena cosecha en São Paulo y el Triángulo Minero, con 314,6 millones de cajas proyectadas para 2025/26, un crecimiento del 36,2% frente al ciclo anterior. Con el canal norteamericano en riesgo, el acumulado de stock y la presión sobre los precios internos se vuelven probables”, explicó Margarete Boteon, investigadora de Cepea y profesora en Esalq/USP.
En el caso del café, Estados Unidos es el principal mercado consumidor mundial y representa cerca del 25% de las exportaciones brasileñas de café, especialmente del tipo arábica. Según Cepea, el impacto sería estructural, ya que Estados Unidos no produce café, y un aumento de costos comprometería la viabilidad económica de toda su cadena interna (torrefactoras, cafeterías, industrias de bebidas y retail). “Excluir el café del paquete arancelario no solo es deseable, sino estratégico”, destacó Renato Ribeiro, investigador de Cepea.
Preocupación en uva y mango
En frutas frescas, para Cepea el impacto inmediato afecta especialmente al mango, cuya ventana crítica de exportación a Estados Unidos comienza en agosto, y también a la uva, con exportaciones relevantes desde mediados de septiembre. Según Cepea, ya hay informes de envíos pospuestos por la incertidumbre arancelaria.
Antes del anuncio de la medida, se esperaba un crecimiento en las exportaciones de frutas frescas en 2025, impulsado por la valorización del real y la recuperación productiva. Sin embargo, el panorama ha cambiado drásticamente.
“La proyección optimista fue sustituida por dudas. Además de una posible caída de ventas a Estados Unidos, se teme un desequilibrio entre oferta y demanda en otros mercados, presionando los precios al productor”, explicó Lucas De Mora Bezerra, del equipo HF Brasil/Cepea.