La industria de la Picota pone la innovación en el centro de su estrategia

Los productores de Picota en el Valle del Jerte, España, están centrando sus esfuerzos en la calidad, el calibre de la fruta y el desarrollo de nuevas variedades del fruto, mientras expanden su presencia en la competitiva categoría de cerezas, informó la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte.
La cosecha de Picotas comienza a mediados de junio, una época con alta competencia debido a la abundancia de cerezas provenientes de diversos orígenes. Para mantenerse a la vanguardia, la Agrupación está desarrollando un programa de mejora genética en colaboración con su socio de investigación CICYTEX (Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura).
El objetivo del proyecto es desarrollar nuevas variedades sin pedúnculo con las mismas características deseables de la Picota —es decir, mejor sabor, vida útil y textura crujiente— así como mejorar el tamaño del fruto y ampliar la ventana de cosecha con variedades de maduración más temprana y tardía.
El aumento del calibre es una prioridad estratégica, ya que las Picotas son naturalmente más pequeñas que las cerezas con pedúnculo. Aunque son más dulces, sabrosas y duraderas, los consumidores tienden a guiarse por el tamaño visual del fruto, percibiendo a menudo que las cerezas grandes son de mayor calidad.
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Labores de cosecha de Picotas.
Varias de las nuevas variedades ya han sido registradas y se están probando a diferentes altitudes y orientaciones para evaluar su adaptabilidad a largo plazo en el Valle del Jerte.
Transferencia de conocimiento en Picota
Este desarrollo forma parte del compromiso de la Agrupación con la investigación y la innovación, a través de un departamento técnico especializado que asesora a los productores en cómo mejorar tanto el rendimiento como la calidad del fruto, con el objetivo final de incrementar la rentabilidad.
El equipo técnico también realiza ensayos anuales en colaboración con diversos centros de investigación, compartiendo los resultados con los agricultores para facilitar la implementación de mejores prácticas e innovación en sus campos.
“La transferencia de conocimiento es una herramienta clave para asegurar la mejora continua de los métodos de producción en toda la región”, señaló Mónica Tierno Díaz, directora general de la Agrupación.
“Apoyar a nuestros productores y cumplir con las expectativas de nuestros clientes van de la mano. Nuestra misión más amplia es garantizar que la agricultura siga siendo un motor social, ambiental y económico para este valle único y privilegiado en el cultivo de cerezas”, dijo.
El compromiso con la innovación también se refleja en los centros de empaque, donde los productores han incorporado sistemas de clasificación óptica para evaluar el calibre y la calidad de la fruta, asegurando que solo las mejores cerezas lleguen a los mercados de exportación.
La Agrupación opera una de las instalaciones de envasado más grandes y versátiles del sector frutícola español, con capacidad para múltiples formatos como flow pack, bandejas termoselladas, bolsas con asa, clamshells y granel.
“Las Picotas son únicas, naturalmente sin pedúnculo, dulce, crujiente y con una vida útil significativamente mayor que las variedades con pedúnculo. Nuestro objetivo es generar conciencia sobre los beneficios de elegir este snack saludable y sabroso frente a otras opciones”, concluyó Tierno Díaz.
*Fotografías gentileza Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte.