A medida que la atención se desplaza de México al valle de San Joaquín en Estados Unidos, David Espinoza, de Hronis International Sales, dijo a Portalfruticola.com que los productores de uvas de California esperan volúmenes elevados y un mercado estable durante las próximas semanas, aunque la volatilidad climática sigue siendo una variable clave.
Espinoza hizo especial hincapié en la importancia de comprender las variaciones regionales, los efectos del clima y la dinámica del mercado. El ejecutivo señaló que, hasta ahora, los suministros mexicanos han producido alrededor de 8,9 millones de cajas de un total estimado de 24 millones y que "la temporada apenas se encuentra a la mitad".
"Esperamos que otras 9 millones de cajas crucen la frontera durante las próximas 4 semanas, teniendo en cuenta las pérdidas de casi 5 millones registradas hasta ahora debido a los efectos del clima", subrayó.
En California, el avance de la temporada está estrechamente relacionado con el inicio de la cosecha en el valle de San Joaquín, que comienza en Arvin, la primera zona de producción importante después de los valles del Delta y Coachella. Este último, según Espinoza, tiene un volumen mucho menor este año.
"Coachella solía producir unos 10 millones de cajas, pero hoy en día solo alcanza los 2,5 millones", explicó Espinoza, señalando que, aunque la temporada de Coachella se solapa con la de México, no puede compensar las necesidades de volumen totales de California.
"Cuando Arvin dan el punta pie inicial, los minoristas centran inmediatamente su atención en California, porque saben que esto marca el inicio de una temporada que podría alcanzar alrededor de 100 millones de cajas", señaló Espinoza.
Las estimaciones iniciales sitúan la temporada de California de 2025 en unos 95 millones de cajas, ligeramente por encima del año anterior.
Uva de mesa del Valle de Coachella. Cortesía de David Espinoza.
De cara al futuro, Espinoza anticipó que la temporada podría registrar volúmenes más elevados debido al aumento del número de racimos de uva observado hasta ahora. Sin embargo, advirtió que los fenómenos meteorológicos, especialmente las olas de calor durante julio y agosto, podrían influir significativamente en los rendimientos.
"Las olas de calor pueden causar estrés a las plantas, lo que provoca la caída de los frutos y, en algunos casos, grandes pérdidas", afirmó.
Los factores climáticos, como las temperaturas extremas y las precipitaciones en el vasto territorio de California, suelen contribuir a que los resultados de la cosecha sean impredecibles, con posibles reducciones de alrededor del 5-6 % con respecto a las previsiones iniciales.
Espinoza también destacó que el calendario de exportación y cosecha de California está estrechamente coordinado. "A finales de noviembre, el 90% de la cosecha de California está completada y los productores planifican el almacenamiento en frío para prolongar la vida útil hasta diciembre y posiblemente enero, lo que permite mantener el suministro a los minoristas", explicó.
Los envíos en contenedores desde California suelen abastecer a los mercados de la costa oeste y las importaciones de Perú, Chile y otros orígenes complementan el suministro hasta diciembre.
Las condiciones del mercado este año se mantienen bastante estables. Espinoza afirmó: "México no ha tenido un exceso de existencias y los precios se han mantenido bastante estables porque no hay un exceso de oferta".
Añadió que la temporada de México es relativamente corta, con una duración aproximada de entre 8 y 10 semanas y un total de alrededor de 24 millones de cajas. "El patrón de demanda estacional significa que, durante las semanas de mayor actividad, la fruta adicional procedente de México puede almacenarse temporalmente en Nogales, Arizona, pero, en general, los precios se mantienen".
Uva de mesa del Valle de Coachella. Cortesía de David Espinoza.
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En cuanto a los factores logísticos y de demanda, Espinoza indicó que los importadores y brokers de Nogales gestionan activamente los aumentos de volumen, con la expectativa de que este exceso de oferta pueda producirse a finales de junio si los volúmenes de California siguen aumentando como se prevé. Afirmó que el aumento de los volúmenes procedentes del estado podría provocar una caída temporal de los precios, especialmente cuando los brokers e importadores presionen para vender el exceso de existencias.
En cuanto a los retos del mercado, Espinoza mencionó que los aranceles no son actualmente una preocupación: "Gracias a los acuerdos comerciales existentes entre México, Canadá y Estados Unidos, no vemos ningún problema arancelario para la exportación de uvas de California".
En cuanto al consumo, aunque las tendencias del sector sugieren que la demanda de uvas de mesa está creciendo, aún no han alcanzado una posición destacada en las promociones minoristas de Estados Unidos.
"Actualmente, las uvas se encuentran por debajo de las cinco frutas más promocionadas", señaló Espinoza, con aproximadamente 10.000 tiendas promocionando activamente las uvas, en comparación con las 18.000 de principios del año pasado. A pesar de los precios estables o ligeramente elevados, la actividad de promoción entre los consumidores sigue siendo moderada en esta fase de la temporada.
"En Arvin, probablemente comenzaremos las cosechas entre 5 y 7 días antes que el año pasado. Aún no hemos recibido los informes brix del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). Por lo general, cuando la cosecha es abundante en cuanto al número de racimos, el contenido de azúcar no es tan alto como esperamos. Tenemos grandes expectativas en cuanto al volumen y la calidad para nuestra temporada de verano, como de costumbre, y estamos preparados para manejar y gestionar cualquier cosa que caiga del cielo este año", concluyó.