El legado de Germán Marín Schmidt en el agro chileno

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El legado de Germán Marín Schmidt en el agro chileno

German Marín Schmidt, Ingeniero Agrónomo de la Universidad de Chile, con 40 años de trayectoria en la industria frutícola chilena, falleció a inicio de mayo, sin antes dejar una importante huella en el sector agrícola chileno.

Los inicios de Germán, después de titularse, se remontan a la empresa de agroquímicos, DOW ELANCO, para luego ingresar a la Exportadora David Del Curto (DDC), en ese entonces la compañía más importante de Chile; integró el equipo técnico de la zona de Santiago en las instalaciones de Frigorífico Kalinka en Calera de Tango.

Su hermano Gonzalo nos relata que en 1984, Germán fue promovido a gerente zonal de David Del Curto en la región de Coquimbo.

Fue en ese entonces que comenzó un estrecho vínculo con los productores de uva de mesa para exportación, asesorándolos en todos los aspectos técnicos del cultivo.

En 1987, renunció a David Del Curto para integrarse como socio de la Exportadora FRUTEXPORT, y como gerente zonal de la misma.

Invitó a productores de tomates, a cambiarse a la producción de uva, a quienes orientó para la obtención de una mejor rentabilidad a nivel del predio.

En FRUTEXPORT, Germán participó activamente en el diseño del frigorífico de la empresa en Coquimbo, con instalaciones modernas y gran capacidad de enfriamiento.


 German Marín

Germán Marín.


Después de 12 años en Frutexport, se retiró y junto a un grupo de productores crean la empresa Compañía Frutera del Norte (CFN). En 2012 asumió la gerencia general de CFN, hasta días previos a su fallecimiento el 07 de mayo del presente año.

Germán era netamente un hombre de terreno. Sus viajes por distintos países del mundo le permitieron traspasar a su equipo de colaboradores, la importancia de la prolijidad en la selección y empaque de las uvas.

El empresario, junto a Isaac Bon, dieron origen a Sociedad Agrícola Rivadavia e individualmente a Agrícola Valle Alto.

Ambos campos, que inicialmente fueron laderas de cerros improductivos, gracias al tesón, la dedicación y horas interminables de trabajo, permitieron el establecimiento de parrones con uvas de muy buena calidad.

Su legado, transmitido a todos los que tuvieron el privilegio de trabajar con él, es la calidad y consistencia de la uva, la cual se debe producir en el parrón y no en el empaque.

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