La poda del avellano europeo (Corylus avellana) es una práctica esencial para asegurar una producción saludable y vigorosa de avellanas. La poda adecuada mejora la estructura del árbol, fomenta la producción de frutos y previene enfermedades. A continuación, se presenta una guía técnica completa sobre cómo realizar una poda efectiva del avellano europeo.
La poda es una técnica agronómica que consiste en la eliminación selectiva de ramas y brotes de una planta. En el caso del avellano europeo, la poda se utiliza para:
- Mejorar la producción y calidad de los frutos.
- Mantener una estructura adecuada y equilibrada del árbol.
- Prevenir enfermedades y plagas.
- Facilitar las labores de cosecha y manejo del huerto.
Se realiza en los primeros años de vida del avellano para darle una forma adecuada y fortalecer su estructura. La poda de formación se divide en:
Poda de plantación: Al plantar el avellano, se debe recortar la planta a unos 30-40 cm del suelo para fomentar el desarrollo de brotes basales fuertes.
Poda de formación del esqueleto: Durante los primeros 3-4 años, se seleccionan las ramas principales que formarán la estructura del árbol. Se eliminan las ramas mal ubicadas, débiles o que compiten entre sí.
Se realiza en árboles adultos para mantener su salud y productividad. Incluye la eliminación de:
Ramas muertas o enfermas: Para prevenir la propagación de enfermedades.
Ramas cruzadas o mal ubicadas: Para evitar daños por fricción y mejorar la penetración de luz y aire en el interior del árbol.
Brotes basales: También conocidos como chupones, que compiten con las ramas principales por nutrientes.
Se aplica a árboles viejos o descuidados para revitalizarlos. Consiste en una poda más drástica para estimular el crecimiento de nuevos brotes vigorosos. Se deben eliminar las ramas viejas y dejar espacio para el desarrollo de nuevas ramas productivas.
La poda del avellano europeo debe realizarse preferentemente en invierno, durante el período de reposo vegetativo. Este es el mejor momento para podar porque:
La savia del árbol está en receso, lo que minimiza el estrés y el riesgo de infecciones.
Las ramas y yemas son más visibles y accesibles.
Para una poda efectiva y segura, es esencial utilizar herramientas adecuadas y bien mantenidas:
Tijeras de poda: Para ramas pequeñas y medianas.
Serruchos de poda: Para ramas más gruesas.
Cuchillos de injerto: Para cortes precisos en brotes y ramas delgadas.
Guantes y protección ocular: Para protegerse de lesiones.
Antes de comenzar la poda, inspeccione el árbol para identificar las ramas que deben ser eliminadas. Busque ramas muertas, enfermas, dañadas o mal ubicadas.
Comience eliminando las ramas muertas y enfermas, cortándolas cerca de la base. Utilice herramientas desinfectadas para evitar la propagación de patógenos.
Identifique las ramas principales que formarán la estructura del árbol. Estas deben estar bien distribuidas alrededor del tronco y a diferentes alturas.
Elimine las ramas que compiten con las ramas principales seleccionadas. Estas incluyen ramas cruzadas, paralelas y aquellas que crecen hacia el interior del árbol.
Recorte los brotes basales o chupones que surgen desde la base del árbol. Estos brotes consumen nutrientes y pueden debilitar las ramas productivas.
Recorte las ramitas y brotes finos que crecen en exceso alrededor de las ramas principales. Esto mejora la penetración de luz y aire, favoreciendo la fotosíntesis y reduciendo la humedad que puede causar enfermedades.
Después de finalizar la poda, desinfecte todas las herramientas utilizadas para evitar la propagación de enfermedades entre árboles.
Después de la poda, es crucial proporcionar cuidados adecuados al avellano para asegurar su recuperación y fomentar un crecimiento saludable:
Riego: Mantenga un riego adecuado, especialmente en épocas de sequía.
Fertilización: Aplique fertilizantes ricos en nutrientes para promover el crecimiento y la producción de frutos.
Monitoreo de plagas y enfermedades: Inspeccione regularmente el árbol para detectar signos de plagas o enfermedades y tome medidas preventivas o curativas si es necesario.
La poda del avellano europeo es una práctica esencial para mantener la salud, productividad y longevidad del árbol. Al seguir las técnicas y recomendaciones adecuadas, se puede asegurar una producción óptima de avellanas de alta calidad. Recuerde que cada árbol es único, por lo que es importante adaptar las prácticas de poda a las condiciones específicas de su huerto.
Realizar una poda adecuada no solo mejora la producción, sino que también contribuye a la sostenibilidad y eficiencia del cultivo del avellano europeo, asegurando su éxito a largo plazo.
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