Análisis del impacto del Pacto Verde Europeo en la industria agroexportadora de Costa Rica

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Análisis del impacto del Pacto Verde Europeo en la industria agroexportadora de Costa Rica

La Alianza para la Sostenibilidad Agrícola (ASA) de Costa Rica realizó el primer seminario de análisis del Pacto Verde Europeo y sus potenciales implicaciones para el sector costarricense. El encargado de analizar el conjunto de iniciativas políticas y su impacto en el agro de Costa Rica fue el director de Inteligencia Comercial de Procomer, Erick Apuy.

Apuy detalló que el Pacto Verde Europeo fue lanzando en 2019 y es un proyecto que busca que la Unión Europea alcance la neutralidad climática para 2050: “Este acuerdo tiene alcances más allá de sus fronteras, con estándares que deben de cumplir los países que deseen ingresar o permanecer en su mercado interno”.

En ese sentido, señaló que en 2023 el país centroamericano exportó el 37% de su producción agrícola a la Unión Europea, por ende, “es de vital importancia adaptarse a los lineamientos que exige el Pacto Verde”.

Enfatizó en que el Pacto Verde no es una normativa en si, sino que es un compendio de iniciativas políticas, de objetivos, de aspiraciones y de necesidades, que deben de articularse de una reglamentación y define el cómo se van a lograr esos objetivos.

Costa Rica

El representante de Procomer indicó que, ya sea Costa Rica o cualquier otro país proveedores de alimentos a la Unión Europea, este debe que deben entender que el Pacto Verde es una gran estrategia geopolítica, que se alimenta de diferentes grandes estrategias.

“Dentro del Pacto Verde nos topamos con grandes estrategias, una de ellas es la de acción para una economía circular, que busca estimular una economía basada en la reutilización, en el reciclaje y en minimizar los impactos del consumo productivo”.

Dijo que el reglamento se encuentra en el proceso legislativo de primera lectura en el Parlamento Europeo, para su posterior aprobación. Una vez aprobado y firmado, entraría en vigor 21 días después de su publicación en el Diario Oficial, para su posterior aplicación un año después de su publicación.

“Eso quiere decir que, si bien puede entrar en vigencia, en el corto a mediano plazo todavía hay unos 12 meses de tiempo para su entrada en aplicación efectiva”, señaló el director de Inteligencia Comercial de Procomer.

Al respecto enfatizó que es importante porque todos los empaques, envases y ciertos materiales que ingresen al mercado por su cuenta o acompañados de productos agroalimentarios, deben cumplir con ciertos requisitos de composición y que sus materiales sean aptos para el reciclaje.

La industria debe considerar que a partir de enero de 2030 todos los envases deberán ser reciclables y su diseño tendrá que cumplir con criterios que faciliten su reciclado, lo que implica que las empresas deberán acercarse a sus proveedores de empaques, envases o materiales de embalaje, para entender su composición.

Agregó que se deberá de cumplir con un contenido mínimo de material reciclado, por ejemplo, cuando el principal componente del envase sea un plástico PET se exigirá un 30%.

A nivel de diseño de los empaques y/o envases se pedirá, por ejemplo, que se diseñen de tal forma que se ajusten específicamente a las necesidades del producto, “porque se busca evitar que haya espacios vacíos donde a veces vienen rellenos por un tema de protección, con almohadilla de aire, plástico o burbujas espuma”.

La segunda estrategia expuesta por Apuy es 'de la granja de la mesa', que tiene algunos objetivos como reducir a la mitad el uso de pesticidas, disminuir la pérdida de nutrientes en al menos un 50%, reducir el uso de fertilizantes en al menos un 20% y que un 25% de la tierra agrícola ya se encuentre en transición a la producción orgánica.

“Dentro de esta estrategia hay una propuesta de reglamento que fue retirada en mayo y es muy probable que, a pesar de que fue retirada, la Unión Europea impulse una nueva versión del reglamento, probablemente un poco más flexible”, dijo.

Biodiversidad al 2030

Es una estrategia bastante ambiciosa que busca la reducción de pesticidas en la producción orgánica, reducir las pérdidas de nutrientes, pero que también atiende temas sobre deforestación.

Al respecto Apuy dijo que la producción orgánica en Costa Rica es moderada, pero con potencial de crecimiento. En caso de seguir exportando o introducir por primera vez productos orgánicos al mercado europeo, la industria debe conocer los esquemas.

Especificó que actualmente hay dos sistemas de certificación orgánica, bajo los cuales un país puede indicar que su producto es orgánico y ser reconocido como tal por la Unión Europea. En el sistema uno se trabaja bajo acuerdos de equivalencia a nivel de autoridades en cada país; en el sistema dos, son organismos privados de control los que certifican la condición orgánica de un producto.

Debido a las condiciones cambiantes del Pacto Verde, el director de Inteligencia Comercial de Procomer señaló que en el primer sistema -donde se encuentra Costa Rica-, actualmente las autoridades competentes como el Ministerio de Comercio Exterior y el Ministerio de Agricultura, están trabajando en renovar el reconocimiento.

Desforestación

La estrategia de biodiversidad posee un nuevo reglamento sobre producto libre de deforestación, que fue aprobado en mayo de 2023 y entró en vigor en junio del mismo año. "Es un reglamento que ya cumplió todo su proceso legislativo y que entró en vigor, pero entra en aplicación el 30 de diciembre de 2024 y el 2025 para las micro y pequeñas empresas europeas”, puntualizó.

Agregó que es una normativa que busca impedir que entren al mercado europeo productos que se obtuvieron mediante deforestación o degradación forestal. “Costa Rica afortunadamente tiene un muy buen desempeño ambiental en materia de deforestación”, acotó.

Recomendaciones

Erick Apuy, recomendó a las empresas que hagan un mapa de la cadena de suministro, que identifiquen a todos los actores que participan en ella, que realicen una evaluación de riesgo y entiendan el cumplimiento de su operación para diferentes ámbitos productivos, sean legales, tributarios y/o laborales. Y, en el caso de tener riesgos, realicen un proceso de mitigación.

"Creo que el Pacto Verde es mucho más que ambiente, supone un replanteamiento geopolítico comercial y productivo con la Unión Europea (...) Puede inspirar a otros mercados y economías desarrolladas a buscar estándares similares. Por ejemplo, Estados Unidos está explorando algo similar al reglamento de productos libre de deforestación”.

En ese sentido, dijo que para países agroexportadores, una parte de su oferta podría quedar temporalmente excluida del mercado europeo por un incumplimiento en materia agroquímicos.

Indicó que, en general, Costa Rica tiene retos importantes en materia de uso y consumo de agroquímicos, pero también una oportunidad, como es el potenciar su oferta de biocontroladores.

Dentro de las recomendaciones entregadas por Apuy, está que la industria debe trabajar en materia de envases y empaque. “Hay que profundizar las alianzas locales para el desarrollo de biomateriales. En Costa Rica el 77% del sector plástico ofrece algún tipo de plástico amigable con el ambiente”.

Finalmente señaló que, en el mediano a largo plazo, la Unión Europea va a ser probablemente el mayor mercado de orgánicos del mundo, "entonces si no incrementamos nuestra oferta orgánica, vamos a quedar cada vez más relegados hacia segmentos más orientados a precio menos orientados a un valor agregado”.

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