El aguacate o palta, destaca por ser una fruta con alto valor nutricional, muy versátil en sus preparaciones y de un sabor delicioso.

En ese sentido, investigadores del Tecnológico de Monterrey, México estudiaron el cuesco del aguacate, el cual podría tener un impacto significativo en la prevención de enfermedades cardiovasculares y en la reducción del riesgo de cáncer relacionado con conservantes alimentarios.

El proyecto investigativo se inició hace más de una década a raíz de la colaboración entre una empresa que utilizaba la pulpa de aguacate para hacer guacamole y el Tecnológico de Monterrey.

Inicialmente la investigación tiene el objetivo de buscar una solución ambiental para los desechos de aguacate, pero pronto descubrieron el potencial del cuesco. La Dra. Rodríguez, integrante del equipo de investigación, afirmó que en primera instancia, la intención era resolver un problema ambiental, pero al analizar el contenido del hueso, se dieron cuenta de su valor.

Los investigadores estudiaron las acetogeninas, que son una clase de policétidos y se encuentran en el cuesco del aguacate; poseen un efecto anticoagulante que puede prevenir la formación de bloqueos en el torrente sanguíneo, lo que reduce el riesgo de embolias e infartos. Lo sorprendente es que este efecto es similar al de medicamentos como la aspirina, pero sin efectos secundarios.

Además de sus beneficios para el corazón, las acetogeninas pueden utilizarse como conservantes naturales en lugar de aquellos que contienen nitrito, que se ha relacionado con el desarrollo de cáncer. Estas moléculas tienen un amplio espectro de uso, desde carne hasta queso y alimentos preparados, mejorando la seguridad alimentaria.

Actualmente las moléculas de acetogeninas se encuentran en fase de pruebas y podrían ser consumidas por humanos en un futuro cercano. Aunque son seguras para el consumo humano, se espera una investigación adicional de aproximadamente dos años antes de su aprobación por agencias de salud.