Durante una rueda de prensa organizada por la Asociación de Bananeros de El Oro, su presidente Segundo Solano advirtió sobre la posible pérdida de hasta 50 mil hectáreas de banano debido al inminente impacto de El Niño. Pero, ¿qué hay de cierto en este análisis?

Portalfruticola.com conversó con Leonidas Estrada, presidente de la Corporación Regional de Bananeros Ecuatorianos (AGROBAN) sobre las consecuencias de este fenómeno climático, las medidas preventivas que se han implementado y cómo podrían verse afectadas las exportaciones de uno de los productos estrella del Ecuador.

La industria bananera ecuatoriana viene de tres años con grandes complicaciones: tras la pandemia las tarifas de los fletes marítimos se dispararon, afectando gravemente las exportaciones del producto.

El inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania también dejó sentir su impacto en el sector, generando un alza en fertilizantes, materiales de construcción y otros insumos agrícolas.

Estrada explica que todos estos factores se conjugaron para crear un escenario nada propicio para la industria, dejándola vulnerable ante la posibilidad de las inundaciones.

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Un pronóstico poco alentador

Si bien no existe certeza sobre cuándo ni con qué intensidad impactará El Niño a Ecuador, AGROBAN estima que el fenómeno se presentará con mayor fuerza entre mediados y finales del segundo semestre.

“Las plantaciones no están bien nutridas (debido al alza de los fertilizantes) y la infraestructura no está al 100% de su capacidad, sino que apenas al 70%, ya que no ha existido ni el tiempo ni el flujo de dinero para hacer el mantenimiento correspondiente a los sistemas de irrigación”, explica.

Actualmente Ecuador cuenta con 200 hectáreas productivas, las cuales generan aproximadamente 7 millones de cajas semanales de banano.

Según analiza el experto, si las proyecciones se cumplen y se ven afectadas las 50 mil hectáreas que advierte la Asociación de Bananeros de El Oro, la producción sufriría una baja del 25%.

Con esto, las exportaciones del producto también se verían mermadas, algo que preocupa a la industria en pleno ya que el banano es, por lejos, la fruta más exportada por Ecuador.

“Estaríamos bajando a 1.5 millones de cajas semanales, lo cual es un impacto importante. En términos de precio serían US$ 12 millones semanales, es decir US$ 17 millones FOB semanales que el país dejaría de percibir”, asegura Estrada.

Prevención

Dentro de las medidas preventivas consideradas por AGROBAN, se encuentra el trabajo conjunto con autoridades provinciales y de las prefecturas para asegurar el correcto funcionamiento de los sistemas de control de inundaciones.

Leonidas Estrada, presidente de AGROBAN Ecuador.

“Como AGROBAN venimos hace varias semanas en conversaciones con la prefecta de la Provincia del Guayas, Marcela Aguiñaga, y con la Empresa Pública del Agua (EPA EP), que es la encargada de darle mantenimiento a los sistemas de control de inundación, entonces estamos gestionando para que se empiece a trabajar lo antes posible”, asegura el presidente de la corporación.

Estrada explica que, si bien el exceso de agua podría perfectamente impulsar la productividad, las condiciones actuales impiden a los productores poner en práctica las medidas adecuadas para aprovechar las lluvias de forma segura.

Según el experto, dar mantenimiento a los sistemas de drenaje es crucial, ya que las lluvias pueden dañar los cultivos de dos formas distintas:

Primero, el impacto del agua ejerce un daño físico sobre las plantas, pudiendo producir quiebre y caída prematura de la fruta.

Si el exceso de agua se extiende por más de 24 a 48 horas, el proceso de maduración se ve afectado, por lo que al viajar a destino, el banano no puede llegar en condiciones óptimas.

“Lastimosamente, el flujo de caja que tiene hoy el productor no lo acompaña y las entidades del estado y la banca no le están entregando mayores herramientas de trabajo. Entonces, la problemática es que el productor hoy está atado de manos”, concluye.