Por Francisco Meza Álvarez, Presidente de la Comisión de Recursos Hídricos, Colegio de Ingenieros Agrónomos de Chile.

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Es sabido que la presencia del fenómeno del Niño aumenta las probabilidades de mayores precipitaciones en Chile, especialmente necesarias para las zonas más áridas como el centro norte del país.

Sin embargo, el cambio climático estaría alterando los patrones conocidos de varios fenómenos oceanográficos y atmosféricos, los cuales son responsables de la gobernabilidad climática no solo a nivel local sino en todo el planeta, con todo lo que ello implica; temperaturas, precipitaciones, épocas de ocurrencia, isoterma, intensidad, variabilidad de los eventos, entre otros.

El actual fenómeno del Niño 2023 en Chile ya es una realidad que podría estar muy marcada por el cambio climático, lo que los especialistas han seguido muy de cerca. En un caso pesimista, podría verse anulado el nivel de precipitaciones esperadas o podrían ser eventos muy cortos pero muy intensos, además con altas probabilidades de acumular menos nieve.

Dadas estas posibles proyecciones y el déficit pluviométrico por arrastre que existe en gran parte del país, es muy importante continuar con el cuidado del agua, el ahorro del recurso y la necesidad de seguir avanzando en la cultura del agua, desarrollo tecnológico, infraestructura, eficiencia en el uso y todo los relacionado desde lo individual hasta la decisión de autoridades regionales y nacionales.

El Colegio de Ingenieros Agrónomos de Chile hace un fuerte llamado a cuidar el agua dulce, para y así disponer de la seguridad alimentaria en el país. / Columna publicada en la Revista del Campo y compartida gentilmente por el Colegio respectivo.