Inversión y generación de empleo: Las claves para que Chile llegue ser un país desarrollado
El economista José Ramón Valente, presidente de Econsult y ex ministro de Economía, al explicar las perspectivas económicas y expectativas para la temporada 2023-2024, señaló que el crecimiento de Chile es lento y la burocracia lo ralentiza más. Agrega que para crecer a un 4,0% se necesita incorporar cerca de 200 mil personas al mundo del trabajo por año, aumentar en 2,1% la fuerza de trabajo, que crezca la inversión al 4% (caerá 4,0% este año) y la productividad suba un 1,0% al año (ha caído 0,2% promedio estos últimos 10 años). Si esto no sucede, Valente señala que Chile no alcanzará la meta de ser un país desarrollado.
En relación al escenario mundial, la economía está saliendo de la pandemia y todos los gobiernos expandieron su gasto público, bajaron las tasas de interés y se crearon las condiciones para subsistir, mucha de esta expansión tuvo que ver con políticas globales que crearon desequilibrios importantes, los cuales derivaron en inflación estos últimos dos años.
Bajo crecimiento económico
A juicio del economista, lo que enfrentará el mundo en estos próximos dos años es un problema de crecimiento cíclico. "El mundo de alguna manera está rodando bien, pero aún tiene ajustarse a su condición post pandemia; éste crece alrededor de un 3,9% al año en los últimos 20 años en promedio y los países desarrollados 1 punto menos que eso. Lo que se ve hacia el 2023 y al 2024, es que el crecimiento mundial va a estar por muy debajo de ese crecimiento promedio de los últimos 20 años. Esto es importante para que quiénes van a tomar decisiones de inversión tengan claro que se viene un periodo de bajo crecimiento, el cual en el caso de Chile se ve inducido por el retiro de los estímulos del 2020-2021 y por el incremento de las tasas de interés en el mundo”, explica.
A Valente no le genera gran preocupación que lo anterior ocurra, ya que ve al mundo capaz de pasar estos ciclos, y es optimista al señalar que esa inflación que fue alta en 2022 – post pandemia – y donde se sumaron los efectos de la guerra de Rusia y Ucrania. Agrega que la tensión está cediendo y va a ceder más, bajarán las tasas de interés y el mundo va a volver a rodar a fines de 2024.
“Cuando uno ve esta crisis de inflación y el alza en los precios de los commodities del año pasado asociados a la guerra y los compara, ahora se ve que los precios están muy similares a los que habían pre guerra de Ucrania-Rusia. Mala noticia para el cobre chileno, buenas noticias para las políticas públicas que se tienen que implementar, y desde el punto de vista de la normalización post Covid”, reflexiona.
En ese contexto del año 2020, lo que hizo el mundo es que multiplicó el PIB por ocho, la población mundial por tres y el PIB per cápita también por tres, y " lo que ha sucedido como en todas las crisis, hay un empuje de seguir desarrollando innovación, emprendimiento y riqueza, y creo que es la tendencia postcovid y va a seguir siendo así post el 2024”.
Desde la mirada económica se viene un periodo difícil, pero con una mirada a mediano y largo plazo optimista, con oportunidades importantes para quiénes están dispuestos a emprender en un proyecto de inversión.
Tendencias económicas de hoy: el dólar la lleva
¿Qué pasa con las grandes potencias?, es decir qué sucede con Estados Unidos y China. Hay quiénes piensan que Estados Unidos va en decadencia en base a los problemas de la política norteamericana, a su deuda y que tarde o temprano va a declinar.
Valente está completamente en desacuerdo con esta mirada, ya que al ver los indicadores económicos no parece ser así. “Con todo lo que se dice, Estados Unidos sigue siendo la economía más grande del mundo y el dólar norteamericano representa el 50% de todas las transacciones que se hacen de comercio, en reservas internacionales o en los mercados financieros mundiales, es la moneda más importante del mundo y no tiene un sustituto cercano”.
Agrega que China siendo la segunda economía más grande del mundo, pero su moneda no aparece como una de las más relevantes, lo cual demuestra que se requiere mucho más que tener una economía grande para que el mundo de los inversionistas confíen en ella y en dejar esa riqueza expresada en la moneda de un país como es China.
“Invirtiendo en las empresas americanas versus el promedio de las empresas del mundo, la rentabilidad desde 1990 a la fecha es un 73% más alta. La creatividad de ese país, la libertad para emprender, permite el desarrollo de nuevas tecnologías, nuevo conocimiento y riqueza. Cuando se habla del declive del dólar, señala Valente, hay altos y bajos relevantes, pero lo más importante para los exportadores agrícolas es que hay una inevitable reversión a la media. En los últimos 50 años, "el dólar sube y baja, pero cuando se calcula la media de los 40 años, de los 30 años, de los 20 años, el dólar tiende a ser muy parecido y cuando vemos el dólar actual respecto a esa media, está como un 12% sobre la media a largo plazo”.
Si se da la tendencia que ha ocurrido estos 50 años, el dólar debiera bajar con la normalización aproximadamente un 10% en los próximos dos años, lo que generaría que el tipo de cambio en Chile podría bajar ese 10% también.
“En el caso de Chile, el peso chileno está tremendamente subsidiado porque tenemos una tasa de interés de un 11,25% , en un contexto en que las tasas mundiales y norteamericanas son del 5%, por tanto hay una fuerza contraria. Cuando bajen las tasas de interés en Chile y se pongan al nivel dónde debieran estar… el dólar así debiera rondar en 800 pesos en los próximos dos años”.
¿Por qué Estados Unidos la lleva? Porque a juicio del economista este país tiene la tecnología, la construye y la hace en base al conocimiento. De las cinco mejores universidades rankeadas en el mundo, tres son de Estados Unidos; de las cinco empresas más innovadoras en el mundo, cuatro son norteamericanas; y de los cinco países que reciben más inmigración (capital humano), el primero es Estados Unidos. Por tanto, vislumbra que este país seguirá siendo la potencia de generación de innovación, conocimiento y riqueza.
¿Y qué pasa con China?
Para Chile, China es una país importante en cuanto a exportaciones, el 54% del total que exporta Chile va a ese país, el 80% de los metales va a ese destino, pero ¿qué sucederá más adelante?
“China no va a ser el motor de la economía mundial y de los negocios como ha ocurrido estos últimos 35 años, porque su población va a declinar, por tanto también disminuirá su ritmo acelerado de crecimiento. India es el país con mayor población en mundo y por tanto hay que mirarlo”, dice José Ramón Valente.
China creció a más de un 8% al año por cerca de 30 años y las proyecciones del Fondo Monetario Mundial es que va a crecer a menos de 4% en los próximos 5 años. “Países como Japón, Corea, maduraron en su tasa de crecimiento, alrededor de 3% al año, cuando tenían un ingreso per cápita sobre los US$ 30 mil, China está madurando en su tasa de crecimiento con menos de US$ 20 mil de ingreso per cápita. Inevitablemente las políticas que inhiben el emprendimiento, extremadamente regulatorias, que controlan la economía, terminan agotando la capacidad de crecimiento antes de lo que podría ser. China es uno de los países que exporta más talento, ya que ellos sienten que no tienen la posibilidad de desarrollarse internamente”.
Valente es optimista al decir que el mundo tendrá una recesión no muy severa, valora la capacidad de salir de estos ciclos recesivos y que apostar por Estados Unidos es una buena decisión, ya que ahí está la innovación tecnológica; los productores y empresarios deben diversificar los mercados más allá de China debido que este país entrará en un cierto declive.
El crecimiento o no crecimiento de Chile
Hace 10 años se hizo un diagnóstico de que Chile era un país relativamente rico, estable y que crecería 4% al año indefinidamente y se crearon políticas públicas en base a estos supuestos. Esto ya no es así, Chile creció desde el año 90 hasta el 2013 por sobre el 5%, desde 2014 a la fecha menos del 2% al año, cambió la realidad y los supuestos existentes.
"Este país se transformó en un país promedio latinoamericano y si no se es capaz de revertir esta tendencia, no será capaz de financiar el bienestar social que necesita. Esto no es un tema de ideología, sino de realidad".
Por eso dentro de los desafíos para Chile están el crecer más rápido, consolidar cierta estabilidad para dejar de ser un país promedio de Latinoamérica, donde exista una revolución microeconómica. "Chile debe dejar de ser hiper lento, hiper regularizado, hiper burocratizado, hoy a Chile lo detiene la burocracia, no puede ser un país de US$ 25 mil per cápita, con esa falta de coordinación entre las entidades públicas. Al crecimiento lo paran la burocracia y el exceso de regulación. Cómo se crece en los países: agregando personas, aumentando el capital y siendo más productivos. En los últimos 10 años estamos invirtiendo menos, por eso necesitamos un no rápido y un sí para siempre. Si el proyecto es malo, es un no; pero no un no que demore 8 años, se pierde tiempo y plata. Y si es bueno es un sí, en la medida en que se consiguen las condiciones", dijo el economista.
Finalmente, las metas son que para crecer a un 4,0 % se necesita incorporar cerca de 200 mil personas al mundo del trabajo por año, 2,1% de la fuerza de trabajo, que la inversión crezca al 4 % (caerá 4,0 % este año) y la productividad aumente en un 1,0% al año (ha caído 0,2% promedio estos últimos 10 años). Si esto no sucede, Valente señala que Chile no alcanzará la meta de ser un país desarrollado.