Argentina: Tendencias climáticas luego de 3 años de “La Niña”

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Argentina: Tendencias climáticas luego de 3 años de “La Niña”

Leonardo De Benedictis, bachiller en Ciencias de la Atmósfera con orientación en Meteorología Sinóptica de la Universidad de Buenos Aires , especializado en la difusión meteorológica en medios de comunicación como Radio Continental desde 2007 y Canal Rural desde 2013 hasta la fecha, explica las perspectivas climáticas ante los fenómenos como La Niña y el Niño, en Argentina.

Leonardo De Benedictis

Leonardo De Benedictis

El fenómeno de El Niño a grandes rasgos genera el calentamiento el agua superficial del mar en el Pacífico ecuatoriano, ese cinturón tropical que une la costa de Ecuador y Perú con la de Indonesia y el norte de Australia, subiendo la temperatura entre uno y dos grados aproximadamente.

En el caso de la Niña, ocurre lo contrario, las aguas se enfrían, pero puede tener una fase intermedia  que no tiene a ninguno de los extremos. Los inviernos son más fríos.

Estos fenómenos no ocurren uno por medio, no hay un patrón claro, actualmente estamos saliendo de tres ciclos consecutivos de la Niña.

La Niña y el campo argentino

El impacto de La Niña en el campo generó un gran déficit hídrico, que afectó las campañas agrícolas de verano y de invierno, Leonardo De Benedictis, durante el encuentro de Kilimo señaló que en los últimos tres años llovió dos tercios del total de las precipitaciones que debieron caer un años normales.

En la Oficina Meteorológica del Reino Unido se señala que en  “hacia la segunda mitad de 2023 las temperaturas promedio globales mostrarían naturalmente una suba”, siendo muy probable que superen el umbral crítico de 1,5 °C de calentamiento respecto a los valores preindustriales".

A principios de marzo fue el final del periodo de sequía más fuerte y largo registrado, el cual duró 30 meses, y ahora se comenzará un periodo de neutralidad con altas probabilidades de que llegue El Niño, con lo cual el invierno que se avecina sería menos intenso, mejoraría el régimen de precipitaciones y habrían menos helados, estos cambios climáticos serían progresivos por lo cual la recomendación es aprovechar las lluvias de abril y mayo para las campañas, por ejemplo para las de trigo, cebada u otros cultivos, señaló De Benedictis.
Si existiera un impulso de El Niño por ejemplo a fines de 2023 su efecto de calentamiento se percibiría en 2024, año en que habría un nuevo récord de temperatura global y los efectos perjudiciales nuevamente los debería enfrentar la agricultura.

Las metodologías nos permite hacer pronósticos de largo plazo en el caso del fenómeno del Niño y de la Niña, nos permite ver la distribución de los veranos, los cuales no afectan solo a nivel local sino también global, finaliza el meteorólogo.

Proyecciones climáticas de abril a diciembre 2023. Ver presentación aquí

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