Columna: Tiempos difíciles, nuevos desafíos para los arándanos

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Columna: Tiempos difíciles, nuevos desafíos para los arándanos

 

Por Jorge Pazos, secretario del Comité Argentino de Arándanos (ABC) y presidente de la Cámara de Productores de Arándanos de Buenos Aires (CAPAB).

Tiempos difíciles, nuevos desafíos, lo que me inspira reflexionar acerca de la resiliencia de los productores, donde destaco la vocación, la iniciativa, la actitud y aptitud, pero sobre todo la capacidad de asumir riesgo que es lo que diferencia a un cultivador / productor del que no lo es; y esa capacidad de entender de los aprendizajes, dificultades y tropiezos para lograr una nueva incorporación de conocimiento, que por lo general es costoso, esforzado y con un sin número de dificultades. Solo quien produce, interpreta claramente lo que significa trabajar a cielo abierto u otros que lo hacen bajo cubierta.

Siendo autorreferencial en esta columna de opinión, la producción de berries y en particular arándanos en Argentina, constituyo hace algo más de 20 años un gran desafío ya que poco se sabía y conocía, sumado a que no existe internet como fuente de consulta y la formación técnica era escasa en fruticultura ya que las universidades se orientaban a la agricultura extensiva; aun así la producción de arándanos en el hemisferio sur era liderada por Chile de la cual Argentina emulo y tomo conocimiento de sus profesionales y colegas. Posteriormente las inversiones se fueron materializando para producir en contra estación y ampliar a un potencial escenario de seis meses de abastecimiento complementario hacia el hemisferio norte, quien demanda fruta fresca fuera de su propia estación. La historia más reciente indica que Argentina no logra romper su umbral de producción, concentrándose en una oferta de nichos de mercado como alternativa comercial.

Con el correr de los años, los berries  fueron protagonistas de un crecimiento exponencial que se verifica en la demanda sostenida e incremento de superficie en países sin demasiada tradición del cultivo, a sabiendas de que requiere capital y mano de obra intensiva; más aun condiciones de clima y suelo cuyas variables suelen ser determinantes, pero en un contexto cambiante donde el cambio climático genera condiciones modificables. Sin duda son los tiempos difíciles a los que hice mención en el comienzo.

China lidera la producción global, superando a Estados Unidos a partir de 2019, siendo su ventana de producción entre marzo a julio; y en contra estación los mayores proveedores del hemisferio sur, siendo Perú y Chile quienes lideran. Estados Unidos con fuerte tradición de producción y consumo sostenido, sigue siendo un mercado atractivo para los exportadores del hemisferio sur, que por los volúmenes que se negocian traccionaron los precios a la baja y en caso de Europa la demanda apunta a obtener producto de buena calidad tanto en arándanos convencionales como orgánicos; y completa el interés creciente de ciertos países asiáticos y oriente medio e Israel.

 

Es sabido que actualmente se produce en algo más de 30 países a nivel global, con diversidad de condiciones de suelo, clima y agua; con diversos rendimientos; no obstante, desde los inicios de la actividad siempre fueron incrementando los rindes promedio por planta.

Por cierto, los desafíos son permanentes en materia de producción en todos sus aspectos, la guerra que se lleva entre Ucrania y Rusia ha generado un incremento inusitado en los costos de energía, siendo los más afectados los alimentos en general; la mano de obra es escasa en todas las regiones y los fletes marítimos como aéreos sufrieron fuertes alzas a partir de la pandemia; y lentamente se verifica que se están ordenando, no así los precios de estos.

El futuro de la producción y consumo mundial, todo indica que seguirá incrementándose; no así el retorno económico esperado para quien lo produce  siendo el desafío mayor de producir en condiciones competitivas, obteniendo la rentabilidad esperada para lograr la reinversión,  donde cobra vigencia los desarrollos en materia genética y varietal tanto de instituciones públicas como privadas que intentan satisfacer las expectativas y demandas de los consumidores, tanto en sabor, firmeza, tamaño y vida postcosecha; adicionalmente trae aparejado avances en la industrias complementarias de aplicaciones de fertilizantes y funguicidas; de insumos en envases más amigables con el medio ambiente; como así también las mejoras en la maquinarias de embalado en línea y todos los elementos que hacen necesario el desarrollo de esta industria tan apasionante.

En cierto aspecto, la fruta fresca a priori es a la que nos referimos, pero merece aclarar que la versatilidad de los arándanos permite darle diversos usos y formas de comercializarlo, y aplicaciones en IQF, deshidratado, polvo, jugos, en la cocina, en medicinas, entre tantos.

En síntesis, los arándanos representan un gran desafío para quien lo produce y muy valorado por los consumidores, que campañas de comunicación mediante se da a conocer los múltiples beneficios, es de esperar que la brecha de precios que se obtienen permitan lograr un equilibrio que beneficie tanto a quien lo produce como a quien lo consume.

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