Sí dejas las herramientas de agricultura como las tijeras de podar, a la intemperie, en breve estarán viejas y estropeadas. Unas tijeras de mano oxidadas y con una cuchilla desafilada le quitan toda la gracia a la poda. No sólo hace que el corte sea más difícil y lento, sino que los cortes irregulares tampoco son buenos para la planta.
Cortar suavemente es mucho más satisfactorio y las plantas agradecerán un corte limpio. Los cortes rectos se curan más rápido y las heridas resisten mejor las enfermedades y los insectos.
Un buen juego de tijeras manuales está hecho para durar toda la vida, así que no las tires. Es realmente fácil arreglar un par de tijeras usadas y maltratadas hasta dejarlas casi nuevas.
Necesitaremos:
1. Tarro de cristal grande o cacerola.
2. Vinagre blanco.
3. Sal de mesa.
4. Bicarbonato de sodio.
5. Aceite multiusos.
6. Afilador de carburo o lima.
7. Lana de acero.
8. Trapo limpio.
Para que tus tijeras vuelvan a estar relucientes, lo único que tienes que hacer es sumergir las partes oxidadas en una solución de vinagre blanco y sal.
Este truco funciona con cualquier herramienta metálica que esté oxidada, martillos, llaves inglesas, tijeras y similares, siguiendo estos mismos pasos.
Si tus tijeras de podar están en muy mal estado, primero desmóntalas quitando el tornillo que sujeta las cuchillas. No es estrictamente necesario hacerlo, pero así podrás asegurarte de que el líquido llegara a todas partes.
A continuación, llena un tarro de cristal o una fuente de horno con vinagre. Añade unas 2 cucharadas de sal y remueve hasta que los gránulos se hayan disuelto en su mayor parte.
Pon las tijeras de podar en la mezcla y completa con vinagre, si es necesario, para sumergir completamente el metal. Añade también el tornillo y la tuerca.
Puedes usar un viejo bote de vidrio, o cualquier otro que por tamaño te vaya bien.
Al cabo de unas horas, verás que las pequeñas burbujas hacen su magia en el óxido:
- Deja las tijeras en remojo de 12 a 24 h.
- Después de 24 h, la solución de vinagre y sal hará que la mayor parte del óxido se desprenda.
El óxido restante se puede limpiar con lana de acero.
Una vez que las tijeras estén libres de óxido, tendremos que neutralizar la acidez del vinagre metiéndolas en un tarro con agua y 2 cucharadas de bicarbonato.
Déjalas ahí durante unos 10 minutos. Cuando haya pasado el tiempo, sácalas y deja que las tijeras se sequen completamente antes de proceder a los siguientes pasos.
Cuando tus tijeras de podar no estén tan oxidadas, puedes saltarte el baño de vinagre y limpiar la hoja y el mecanismo con agua jabonosa.
Frota con un cepillo de dientes para eliminar la suciedad, la savia y los restos de plantas de todos los rincones y grietas, y luego sécala con un trapo limpio. Utiliza lana de acero para eliminar el óxido ligero.
Para que tus tijeras de podar vuelvan a cortar con suavidad, tendrás que utilizar una herramienta de afilado a lo largo del borde de la hoja.
Puedes usar una lija de carburo porque es más fácil de usar, pero cualquier piedra de afilar o lima de diamante serviría para este trabajo.
Sólo tienes que dar de 4 a 5 pasadas por el filo. Sentirás cómo se eliminan las rebabas a medida que pasas el afilador.
Dale la vuelta a la tijera y hazlo por el otro lado. Este lado es plano, así que pasa el afilador a ras de la hoja. Cuando ambos lados estén suaves al tacto, habrá terminado de afilar el filo.
Evita que se oxide en el futuro y mantenga el mecanismo de apriete moviéndose sin problemas aplicando una fina capa de aceite multiusos como paso final.
Con un trapo, frota el lubricante por todas las cuchillas y las partes móviles. Abre y cierra la tijera unas cuantas veces para que se distribuya bien el aceite por el mecanismo.
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