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Conociendo más del avellano europeo chileno

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Conociendo más del avellano europeo chileno

El avellano europeo (Corylus avellana L.) es uno de los frutales de nuez más importantes cultivados en el mundo, debido a sus propiedades nutritivas y nutraceúticas. Además, por sus características organolépticas, las avellanas son utilizadas como materia prima para la elaboración de diferentes alimentos en industrias como pastelería, chocolatería, heladerías y para la fabricación de aceites, licores, postres, entre otros (Ellena, 2018).

Las avellanas contienen Omega 3 y 6 (ácidos grasos poliinsaturados) que reducen el riesgo de aparición de enfermedades cardiovasculares. Por otra parte, su composición en fibra reviste gran importancia pues reduce la absorción de azúcares y grasas, mejorando la funcionalidad del aparato gastroentérico. Lo anterior permite proteger al organismo contra la carcinogénesis intestinal (Ellena, 2018).

La Cosecha

En Chile, las avellanas empiezan a caer en el mes de febrero y  pudiendo extenderse hasta mayo, dependiendo de la zona. En general, las operaciones de cosecha empiezan cuando existe alrededor de un 30% de la fruta en el suelo. La recomendación es hacer por lo menos dos pasadas, para asegurar que la fruta no se quede demasiado tiempo en el suelo, con el riesgo de que aumente el contenido de humedad, empeorando así la calidad (Agrichile).

Máquina cosechadora.

Dependiendo de la superficie plantada, la cosecha se puede realizar de forma manual o mecánica; en el primer caso, se implementa, por lo general, en huertos pequeños o en los primeros años de la plantación, cuando las producciones son todavía bajas y en algunos casos cuando las condiciones de las entre-hileras no son las más favorables para el trabajo de una cosechadora. Para el caso de la cosecha mecánica, ésta se realiza mediante el uso de máquinas cosechadoras que pueden ser autopropulsadas o remolcadas por tractores (Agrichile.cl).

Las operaciones de cosecha empiezan ordenando las avellanas en hileras (Figuras 1 y 2), a través de sopladores y/o barredores mecánicos e incluso manuales. Luego, la máquina cosechadora, según el modelo, puede realizar una pre-limpieza de la fruta, la que posteriormente será almacenada en carros cosecheros, los que son descargados en un lugar fresco y ventilado. La fruta debe ser enviada lo antes posible al proceso de limpieza y secado.

Para superficies inferiores a 10 hectáreas, existen alternativas a lo que sería realizar una cosecha manual o mecanizada pero a gran escala. Para ello se pueden utilizar aspiradoras con motor de combustión y de uso portátil, las que presentan una capacidad de 15 kg de fruta, y que mediante una corriente de aire ascendente colectan la fruta desde el suelo, realizando una limpieza parcial que elimina hojas, ramas o ramillas, junto a otros elementos extraños y de bajo peso, mientras la fruta queda almacenada en el depósito de la aspiradora. El modelo más utilizado es el aspirador de frutos secos V-1200E (Cifarelli S.p.A, Voghera, Italy), que permite cosechar en una jornada hasta 100 plantas. Como accesorios pueden incorporar carros para su traslado en las hileras y así evitar el exceso de peso en la espalda del operador.

Previo al uso de la aspiradora, se recomienda hilerar la fruta con sopladores o barrehojas para facilitar el proceso. Ahora bien, mientras ésta se opera, existe la posibilidad de obstrucción del tubo de succión, con hojas o ramas, pero los catálogos indican las acciones necesarias para subsanar estos inconvenientes. Importante señalar, que estos equipos son factibles de factible emplear para otros frutales de nuez como castaños, almendros y nueces.

Es preciso señalar que ninguno de los métodos de cosecha mecanizada discriminará entre la fruta de la temporada y aquella de años anteriores, que pueden quedar en las sobre-hileras, por lo tanto, es crucial realizar una buena cosecha e implementar limpiezas periódicas del huerto a fin de disminuir la cantidad de hojas, ramas y fruta de la temporada anterior que resulten en retrasos, pérdida de eficiencia y recursos en la colecta de fruta, como se visualiza en las siguientes fotografías.

Agrichile, empresa asociada al Programa PTEC, entrega algunas recomendaciones:

  • No esperar que la fruta caiga toda al piso para recogerla en una sola pasada, pues de esa forma, y sobre todo en zonas húmedas y lluviosa, disminuiría la calidad de las avellanas.
  • Es por ello que se recomienda iniciar la cosecha cuando existe entre un 20 y 30% de avellanas en el suelo, y hacer de 2 a 3 pasadas, hasta recoger toda la fruta.
  • Después de la cosecha, enviar lo antes posible la fruta al proceso de limpieza y secado, sin almacenarla húmeda. En el caso que se tenga que esperar para entregar la fruta, se sugiere almacenarla en lugares amplios, con buena aireación. No almacenar la fruta húmeda en sacos o maxisacos.

Referencias:

  • Ellena, M. 2018. Cultivo del Avellano Europeo en Chile. Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Temuco, Chile.
  • Avellano Europeo. La cosecha. Revisado en www.agrichile.cl

 

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