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Conoce el análisis de las importaciones españolas de cítricos

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Conoce el análisis de las importaciones españolas de cítricos

El consultor hortofrutícola Paco Borrás analiza en este artículo la evolución de las importaciones españolas de cítricos, difundido en el informe de ValenciaFruits y señala que hasta el 1 de enero de 1986, cuando España entro en la Unión Europea, los consumidores españoles no contaban con la producción de frutas y hortalizas que producíamos en nuestro territorio. Alargábamos las campañas todo lo que se podía y cuando se acababa una fruta, esperábamos a la campaña siguiente, porque no dejábamos que entrara fruta de otras procedencias.

Pero nuestra entrada en Europa supuso la incorporación a un club donde el concepto de libre comercio era una regla de oro. De repente nos invadieron las manzanas de Italia y Francia, las patatas francesas y todo tipo de productos exóticos, fundamentalmente. Al principio de forma muy tímida, algunos comercializadores de cítricos que se habían esforzado durante muchos años para mantener sus clientes atendidos todo el año con producción española, empezaron a realizar pequeñas pruebas de importación de cítricos del hemisferio sur, con el objetivo de no abusar tanto de las cámaras y ofrece fruta más fresca a sus consumidores finales.

Mientras tanto, el crecimiento de las exportaciones españolas de frutas y hortalizas se disparó exponencialmente, desplazando de forma nítida a Italia y Francia como principales países proveedores de la Unión Europea de frutas y hortalizas. En 1984 exportamos 3.198.000 toneladas de frutas y hortalizas (1.565.000 de cítricos, 1.103.000 de hortalizas y 530.000 de frutas no cítricas), pero apenas una década después de nuestra entrada en el club europeo en 1995 alcanzamos la cifra de 7.687.000 toneladas (2.816.000 de cítricos, 3.423 de hortalizas y 1.448.000 de frutas). Aunque en estos momentos ese crecimiento ya no es tan exponencial, en los últimos cinco años nos mantenemos en cifras entre 13’5 y 14’8 millones de toneladas. El récord está en el año 2019 donde alcanzamos las 14.887.000 t (4.004.000 de cítricos, 6.617.000 de hortalizas y 4.272.000 de frutas).

Y el destino de nuestras exportaciones es mayoritariamente la Unión Europea (entre el 92 y el 95%, según productos). Evidentemente el Reino Unido es uno de nuestros destinos importantes ya que ocupa la tercera posición después de Alemania y Francia y tendremos que estar muy atentos para minimizar los efectos del Brexit.

Como hemos señalado, en este club que nos ha dado muchas alas, ahora tenemos que jugar con sus reglas y dentro de ellas la libertad de las importaciones, siempre que se mantengan las reglas establecidas entre estos países y el lugar donde las negocian, Bruselas, hay que asumirlas.

Historia de las importaciones

Pasamos ahora a analizar la historia de las importaciones españolas de cítricos en los últimos 25 años tanto desde el punto de vista de cifras por especie como de su origen y su calendario. En el cuadro 1 vemos la evolución de las exportaciones e importaciones totales de cítricos de los últimos 25 años.

Las exportaciones han tenido un crecimiento desde 3.000.000 a 4.000.000 de toneladas, mientras que las importaciones han pasado de las 80.000 a las 280.000 toneladas en ese mismo periodo. Si observamos la evolución en cuanto al peso que las importaciones han tenido sobre el total de las exportaciones observamos que en las dos décadas que llevamos del nuevo siglo se ha mantenido constante. Desde el año 2000 hasta hoy las importaciones se han mantenido en una cifra alrededor del 7’5% de nuestras exportaciones y solo en dos casos muy excepcionales superaron la cifra del 8’7 %.

Sin embargo, cuando analizamos estas cifras según las cuatro especies de cítricos que tenemos observamos una evolución diferente, que refleja también aspectos relacionados con la evolución de nuestras producciones y, en consecuencia, de nuestras exportaciones.

Naranjas y mandarinas

Diferenciaremos el análisis según la utilidad de cara al consumidor de nuestros cítricos. Por un lado, miraremos los que se consumen como frutas propiamente dichas, naranjas y mandarinas. Por otro, observaremos los limones, que son claramente un aditivo alimentario de la dieta, y los pomelos, que prácticamente solo se usan como zumo.

Como vemos a primera vista en este bloque de cítricos/frutas, las importaciones relevantes son de naranjas. El año 1999 superamos por primera vez las 100.000 toneladas y el año pasado llegamos a las 190.000 toneladas. Por eso la tendencia del balance ha crecido y nos mantenemos muchos años por encima del 10%, si bien se observa en el cuadro que en el periodo 2001 a 2008 dicho balance estuvo por encima del actual periodo.

Esto se explica porque las exportaciones de naranjas de principios de este siglo las teníamos alrededor en 1.400.000 t y en los últimos años estamos en 1.600.000 t. Si bien no podemos olvidar que en naranjas en términos absolutos las cifras están ya bastante estabilizadas ya que en el año 2001 importamos ya 185.000 t, y en estos 20 años, en siete ocasiones se han superado las 165.000 t.

Por lo que respecta a las cifras de mandarinas, aunque crecen los balances desde cero hasta el 2%, las cifras absolutas se han mantenido por debajo de las 10.000 t hasta 2003, y hemos asistido a un crecimiento hasta las 26.000 del último año. Sin embargo, cuando observamos cómo se realizan las importaciones a lo largo del año, el ritmo es completamente diferente entre mandarinas y naranjas. Hemos tomado como muestra el año pasado, 2020, que se ajusta bastante bien a los últimos 5 años y hemos comparado el porcentaje del total anual de las importaciones de naranjas y mandarinas por meses.

Vemos que la campaña de importación de naranjas básicamente va de mayo a octubre, por lo que nos encontramos claramente con una coincidencia con nuestra propia campaña en mayo y junio con naranjas procedentes de Marruecos y de Egipto, siendo los meses de julio a octubre la campaña propiamente dicha del hemisferio sur.

Sin embargo, en mandarinas observamos que prácticamente estamos importando casi al mismo ritmo todo el año ya que durante nuestra propia campaña, octubre hasta abril, importamos el 58% del total y, en este caso, gran parte de estas mandarinas nos llegan de Marruecos, Israel y Egipto.

 

 

 

Limones y pomelos

Si ahora pasamos a analizar el balance importación/exportación de limones y pomelos en el cuadro 4, observamos diferencias muy claras respecto al cuadro anterior en los dos casos.

Los pomelos tienen una caída clara del balance, ya que estábamos a principio del actual siglo con importaciones alrededor del 30% y se ha reducido a la mitad, con lo cual se observa un crecimiento claro de la producción española y una reducción de las importaciones. Durante la primera década de este siglo las importaciones de pomelo estaban de media en 9.500 toneladas anuales, en la segunda década solo son de 7.500 t.

Sin embargo, los limones han tenido un comportamiento similar a las naranjas ya que el balance ha pasado del 7% hasta el 12%, pero presentando también niveles más altos en la primera década que en la segunda. Sin olvidar que los niveles de exportación de limones han crecido mucho más que la de naranjas ya que se ha pasado de una media de 460.000 toneladas durante la primera década de este siglo a una cifra de 620.000 durante la segunda. Y en los dos últimos años se han alcanzado las 735.000 t de media. Es también relevante que en 2005 y 2008 el balance import/exportsuperó el 20%, lo que indica que estábamos ante una cosecha muy corta de limones por diferentes causas y el limón, como aditivo, mantiene una demanda bastante estable, además, el consumidor mira menos el precio que en el caso de una fruta para consumo.

Si ahora miramos el ritmo mensual de las importaciones de limones y pomelos, observaremos que su patrón es diferente al que hemos observado en el caso de las naranjas y las mandarinas. Lo vemos en el cuadro 5.

Vemos como las importaciones de limones y pomelos están centradas básicamente en los meses complementarios a nuestra campaña natural, junio, julio, agosto y septiembre, que acumulan entre los cuatro meses cerca del 70% del total de las importaciones. Por lo tanto, desde un punto de visión global de la campaña, podemos decir que ocho meses son nuestra campaña central y cuatro nuestro complemento.

Evolución histórica

Hemos realizado hasta ahora un análisis de la evolución de las importaciones de cítricos y sus balances respecto a las exportaciones de los últimos 25 años. Hemos incorporado también el ritmo mensual de la última campaña. Pero, si miramos en perspectiva, desde el año 1995 hasta hoy, y vemos cómo ha evolucionado en términos absolutos las importaciones mensuales de los cítricos en su conjunto tenemos el siguiente cuadro.

En 1995 las importaciones de cítricos se limitaban a los meses de julio a octubre y actualmente se extienden desde abril hasta noviembre. Aunque en abril y noviembre las cifras están rozando las 10.000 t, y la parte importante es de mayo a octubre, pero, sin lugar a dudas, se ha ensanchado la ventana mensual de las importaciones españolas de cítricos.

Finalmente queda poner nombres a los países originarios importaciones y veremos en la última tabla, que no es fácil….

En estos momentos el 50% de nuestras importaciones nos llega desde países de la Unión Europea, que o no tienen cítricos o los que tienen los consumen casi en su totalidad en su mercado doméstico, como es el caso de Portugal y Francia.

Si, además, observamos su ritmo de envíos, la mayoría de ellos llegan del hemisferio sur, por lo tanto, las cifras que tenemos que incrementar son las de Sudamérica y las de África del Sur.

Las razones por las que entran por otros puertos fuera de España los cítricos procedentes del hemisferio sur tienen diferentes interpretaciones: logísticas, por diferentes grados de control en los puertos o por otras causas, pero la realidad es que son un hecho.

Por otro lado, el gran crecimiento nos ha llegado del Mediterráneo, que al principio no existía como origen de nuestras importaciones por el hecho de que su calendario es el mismo que el nuestro y, sin embargo, vemos como con 61.416 toneladas totales representa el 22% del total. Destaca Marruecos, al que al año compramos le compramos 50.000 t de cítricos, fundamentalmente en los meses de mayo y junio. La aparición de Egipto es ya algo más que una anécdota y es difícil estimar su recorrido. Las 1.200 toneladas de Israel podrían descender en el momento en que crezca la producción española de Orri.

He querido resaltar las importaciones que realizamos de México, Estados Unidos, China y Australia, porque, a pesar de su poco peso en nuestra campaña, las considero el paradigma de la falta de reciprocidad, ya que los cuatro países tienen para nosotros unos protocolos de exportación tan draconianos que a veces simplemente no podemos exportar o si lo hacemos con unos costos tan elevados (unos 0’12€/kilo) que nuestra competitividad se ve afectada. Y estos cuatro países, lo que nos envían, lo realizan sin ningún tipo de protocolo. ¿Podremos cambiar esta anomalía histórica algún día?

En el año 1995 España importó 2.836.000 toneladas de frutas y hortalizas y de ellas 75.000 toneladas ya eran cítricos. El año pasado España importo 4.374.000 toneladas de frutas y hortalizas de las cuales 280.000 toneladas fueron de cítricos, lo que representaba un 6’40% del total de las importaciones.

Gestionar las importaciones por parte del sector citrícola y orientar nuestras producciones para que estas importaciones sean complementos para mantener de forma adecuada el ritmo del consumo y no competencia directa es la mejor forma de armonizar el comercio porque la época de los cierres de frontera por razones tácticas no va a volver.

 

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