Precios mundiales de los alimentos podrían disminuir en 2022
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y las Naciones Unidas los consumidores podrían tener un respiro en los próximos años de los crecientes precios de los alimentos a medida que se desacelera el aumento de la demanda y aumenta la producción.
Un indicador de los costos mundiales de los alimentos se ha elevado a un máximo de nueve años debido a la enorme demanda china y las preocupaciones climáticas, lo que presiona los presupuestos de los consumidores afectados por la crisis del covid-19.
Pero en los próximos años, los precios ajustados a la inflación podrían disminuir antes de mantenerse en gran medida sin variación hasta 2030 a medida que se desacelera el aumento de la demanda de cereales y pescado y aumentan los suministros agrícolas, señalaron la OCDE y la ONU en un informe.
Bloomberg indicó que Máximo Torero, economista jefe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, comentó en un seminario web que los indicadores fundamentales no señalan un movimiento hacia un superciclo de precios de los productos básicos, y que el aumento de la demanda va a desacelerarse.
Consecuencias del alza en los valores
El repunte de un año en los precios de los alimentos ha elevado el costo de todo, desde la masa de pizza hasta la carne y el café, lo que podría llevar a más personas a la hambruna y amenazar con una inflación más rápida que podría hacer que los bancos centrales endurezcan las medidas de estímulo para economías que aún se encuentren en modo de recuperación después de la pandemia.
En la próxima década, se espera que la demanda de productos básicos agrícolas crezca un 1,2% anual, lo que contrasta con el 2,2% de la última década, indicaron la OCDE y la ONU.
La producción podría incrementarse en un 1,4%, impulsada por economías emergentes y países de bajos ingresos después de inversiones en infraestructura e investigación y asignaciones de recursos más eficientes. Sin embargo, el crecimiento de la producción en Norteamérica, Europa occidental y Asia central se ralentizará en medio de las limitaciones de política medioambiental.
En el corto plazo, más trabajadores agrícolas regresarán a medida que los países salgan de sus cuarentenas y flexibilicen las restricciones de viaje, aliviando la escasez de mano de obra y aumentando la producción, sostuvieron las organizaciones.