Impulsan proyecto para cultivar frutillas en invierno y ahorrar un 76% en agua de riego
Como una manera de acercar a los productores de la región del Maule, en Chile, a la innovación en los cultivos, el INIA Quilamapu realizó un proyecto que permite, a través de macrotúneles, obtener frutillas en invierno; además de ahorrar un 76% en agua de riego.
La innovación, liderada por el investigador de INIA Quilamapu Cristián Balbontín, también posee otras ventajas, como, por ejemplo, reducción de insumos, pesticidas, mano de obra y fertilizantes. Asimismo, según lo informado a PortalFrutícola.com por Balbontín, permite obtener frutillas de alta calidad sanitaria y mínima carga química.
Los macrotúneles son invernaderos que están protegidos y que permiten adelantar la producción de la frutilla en junio y julio; meses de invierno en Chile.
Esto, según Balbontín, es una oportunidad importante para los productores, ya que les permite obtener fruta en temporada alta; lo que también podría significar un aumento en los precios.
Funcionamiento de los macrotúneles
En esta técnica de cultivo, las plantas no crecen en el suelo; sino que en bolsas con diferentes sustratos que permiten que crezcan libres de enfermedades, malezas y plagas. Balbontín explicó que ello permite que los nutrientes mantengan contacto con las raíces y no se escurran.
Por lo mismo, de acuerdo con Balbontín, si es que se realiza un constante y eficaz monitoreo, se puede reaccionar a tiempo si es que alguna de las plantas desarrolla una enfermedad. “Podemos sacarla y reemplazarla por otra sana, lo que genera una protección de todo el sistema”.
El ahorro del agua en el cultivo de frutillas
Este proyecto también se adapta a los tiempos en que vive Chile y el mundo en la actualidad, bajo un contexto de sequía y cambio climático.
Lo anterior, porque estos macrotúneles permiten que no se pierda agua debido al escurrimiento. En este sentido, Balbontín comentó que “no hay pérdida por percolación ni por evaporación, además que, al estar en un ambiente protegido, la planta transpira menos”.
Asimismo, el investigador destacó que, con la disminución permanente de lluvias, es fundamental aprender a cultivar con menor cantidad de agua; y además utilizarla de manera correcta.
Balbontín dijo que, en el periodo de un año, el sistema tradicional en suelo necesita de 416 litros de agua para producir un kilogramo de frutillas. En tanto, en el sistema de macro túnel, la demanda llega a 100 litros, lo que considera un ahorro de 76%. “Eso es un impacto enorme”, aseguró.
En este sentido, Balbontín comentó que “es importante que se sigan realizando proyectos con financiamiento público; con el fin de que los agricultores puedan optar a nuevas tecnologías a través de la investigación previa”.
Asimismo, especificó que el proyecto marca un pequeño hito, ya que “acerca a los productores a una nueva actividad productiva; a través de soluciones técnicamente comprendidas por ellos; de fácil acceso e implementación”.
Cabe destacar que esta técnica también beneficia a la mano de obra, ya que el cosechero no tiene que agacharse para obtener la fruta.
Los resultados de este trabajo están reflejados en el proyecto “Mejoramiento del cultivo de frutillas en zonas rezagadas de la provincia de Cauquenes en la Región del Maule”; iniciativa que es financiada por el gobierno regional del Maule y ejecutada por el INIA.
A partir de este proyecto, se construyó un módulo experimental en INIA Cauquenes. Asimismo, se realizaron ocho unidades demostrativas en predios de productores miembros de la Asociación Gremial Frutimar.
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