Trampa de feromonas biodegradable contra insectos y para el control de plagas

Agrotecnia
Trampa de feromonas biodegradable contra insectos y para el control de plagas

El contenido de este artículo de Agrotecnia fue elaborado por ecoinventos.com y fue revisado y reeditado por Portalfruticola.com 

La start-up española Somni Projects presenta una solución sostenible para el control de plagas. Las trampas se cuelgan de cualquier rama, colocándose a una altura máxima de dos metros. Sin mantenimiento, biodegradables y compostables, bajo impacto visual, con un diseño aerodinámico que permite su fabricación mediante tecnología de impresión 3D.

Es una trampa recomendable para controlar las plagas de la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa), también para la cuca peluda del corcho (Lymantria dispar), la polilla centroamericana (Tecia solanivora), el Heliothis viriplaca, la carcoma de la uva (Lobesia botrana), el gusano gris del césped (Agrotis segetum), la polilla del tomate, la Spodoptera exigua, la polilla del olivo (Prays oleae), la polilla de los frutales (Acleris rhombana), además de otras muchas especies de lepidópteros y de insectos.

La trampa es respetuosa con el medio ambiente, no usa insecticidas, sino unas cápsulas que contienen feromonas femeninas que atraen los machos de la misma especie y evita la fecundación de las hembras. De este modo, se controla la población de insectos del año siguiente. Las feromonas actúan en una área de 2.500 metros cuadrados. Por cada hectárea se pueden colocar un total de cuatro trampas, dependiendo del grado de afectación de la zona a tratar.

Las trampas cuelgan de una rama, sin superar la altura de dos metros, tratando de escoger los ejemplares perimetrales, los más jóvenes.

La trampa no usa bolsa para los insectos, lo que facilita el uso y mantenimiento, además de alargar su vida útil.

Principales características.

  • Sin mantenimiento: Al no tener como receptáculo para los insectos una bolsa de plástico se facilita su uso, su mantenimiento y se alarga la vida útil del producto.
  • Biodegradable. Sin partes metálicas, fabricada sin derivados del petroleo. Está fabricada 100% con ácido poliláctico, un material sostenible que se extrae de la caña de azucar. No genera residuos.
  • Reciclable. Cuando la trampa deja de ser útil, puede volver, en forma de material reciclado, al mismo sistema productivo para hacer nuevas trampas.
  • Compostable. En el supuesto de que la trampa se caiga, al quedar en tierra, se descompone totalmente con el tiempo, sin afectar a los cultivos.
  • Bajo impacto visual.
  • Diseño aerodinámico: gracias a su diseño, el viento no perjudica la eficacia de las trampas, aumentando su eficacia.

Fuente: ecoinventos.com

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