No es un racimo de oro, son uvas comestibles y sucedió nada más y nada menos que en Japón. Se sabe que los países asiáticos existe una fascinación por alimentos perfectos: frutas de colores llamativos, calibres grandes, en fin, la perfección hecha fruta. Y están dispuestos a pagar mucho dinero por disfrutarlas.

Se trata de uvas de la variedad Ruby Roman, que es característica por ser muy dulce y que el gobierno japonés siembra desde 1994 en la prefectura de Ishikawa, en la isla de Honshu.

Para calificar como uvas "Ruby Roman", cada fruta debe contener al menos 18% de azúcar, pesar un mínimo de 20 gramos y tener bajo nivel de acidez, según la cooperativa de esta variedad de uvas y cada una está valorada en USD 360.

El ganador de esta fruta de “dioses” fue el mejor postor Takamaru Konishi, quien fue en representación de un supermercado en el oeste del país, según explicó el diario The Japan Times.

"Vamos a dejarlas exhibidas antes de darles una muestra a nuestros clientes", señaló.

"Me siento muy feliz y es un honor", dijo Konishi con una sonrisa en la cara mientras sujetaba el racimo de uvas. "Estas son realmente unas joyas Ruby Roman", expresó.

www.portalfruticola.com/Con información de BBC Mundo