El nuevo presidente de Argentina, Mauricio Macri, puso fin a las restricciones de compra de dólares que impuso la ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner. Con ello, el precio del dólar se disparó un 40% a 15 pesos en la apertura del mercado cambiario argentino en la jornada de ayer.

El “cepo cambiario” se inició hace cuatro años con el objetivo de impedir la constante fuga de divisas, sin embargo, la medida provocó que empresas extranjeras dejaran de invirtir en el país sudamericano. Al mismo tiempo se abrió un mercado paralelo de divisas, el denominado dólar “blue”.

Macri, a menos de una semana de asumir como presidente, puso fin a cuatro años de restricciones. Si bien el peso argentino se devaluará tácitamente, en el primer día llegando a un 47%, el Banco Central de Argentina podría intervenir comprando o vendiendo dólares para evitar variaciones bruscas.

Impacto en el campo

Uno de los sectores que más esperaba esta medida era el agro. Portalfruticola.com conversó con José Carbonell, presidente de Federcitrus, quien comentó que tanto para él como para el sector que representa, “es de una enorme satisfacción ante la decisión de finalizar el cepo cambiario y en particular unificar el tipo de cambio y que el mismo responda a las realidades del mercado con la lógica participación del Banco Central del país”.

Además explicó que el impacto para el sector será muy “significativo”, ya que permite al sector retomar o afianzar su competitividad. “Argentina podrá retomar su crecimiento y su progresiva mayor participación en el comercio mundial de alimentos”, indicó.

Carbonell explicó que el panorama general para Argentina respecto al fin de la restricción al dólar, pone al país en una situación de "normalidad" y en línea con las condiciones productivas y comerciales de la mayoría de los países del mundo.

“Estas medidas, así como un tipo de cambio único, son centrales, y condición necesaria para la recuperación y fortalecimiento del sector externo argentino”, a lo que agregó que “se deben aguardar otras que estimamos inminentes, de ordenamiento de tarifas, subsidios y en particular de estímulos a la exportación, para completar las condiciones necesarias para rápida recuperación de nuestro comercio exterior”.

Por otro lado, señaló que respecto al mercado interno será un desafío para el sistema productivo y comercial de alimentos, lograr balancear las condiciones externas de cada producto con el imperativo de poner al alcance de la mesa de los consumidores argentinos los imprescindibles alimentos a precios a su alcance.

En cuanto a la relación del sector con el actual gobierno, Carbonell indicó que “hasta acá, solo parte de una valoración positiva de las medidas tomadas, que además fueron compromisos de la campaña electoral del actual gobierno”.

“Esperamos establecer un diálogo permanente con las autoridades del sector, tan pronto como sea posible”, finalizó.

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