Iniciativa pretende ofrecer una solución para gestionar el plástico y los residuos verdes

Cuatro grandes empresas se han unido para desarrollar un nuevo proyecto que ayude a gestionar de mejor manera los residuos y el plástico obtenido al final de las cosechas. Se trata del proyecto DRIUS en el que participan la empresa española Extruline Systems, la israelí Metzerplas, la organización de investigación española AIMPLAS (Instituto Tecnológico del Plástico) y la belga OWS NV, como coordinadora.

Fotografía: AIMPLAS.

De acuerdo a un comunicado, el principal objetivo de esta iniciativa es incorporar en el mercado nuevos sistemas de micro-riego 100% compostables como una solución para gestionar el plástico y los residuos verdes. Esto se realizaría en una planta de compostaje una vez terminado el período de cosecha, donde el nuevo sistema no requerirá la separación o la quema de las tuberías y residuos verdes.

Asimismo, el documento del AIMPLAS indica que las principales aplicaciones del sistema DRIUS serán en cultivos de plantas pequeñas como frutillas y tomates con períodos cortos de cultivo (menos de un año).

Y es que, hoy en día, el principal problema que se presenta luego de la cosecha es la dificultad para reciclar el sistema de riego debido a la mezcla de plástico con plantas y suelo, por lo que la solución más común para los productores es quemar los residuos.

A raíz de lo anterior, el proyecto DRIUS lo que busca es poder llevar todos estos residuos a una planta de compostaje, para reciclarlos de una forma más amigable con el medio ambiente.

Cabe señalar que DRIUS es la continuación de un proyecto previo llamado HYDRUS, en el cual se desarrollaron nuevos tubos de micro-riego biodegradables. Así, el objetivo principal del actual proyecto es fabricar goteros biodegradables por inyección para obtener un sistema completo.

“El material y la geometría de los goteros son importantes para tener el flujo de agua requerido en los diferentes cultivos. El material ajustado por los goteros debe ser procesable por inyección, químicamente compatible y soldable con las tuberías y mantendrá su forma y funcionalidad durante el uso de los sistemas de micro-riego en el campo”, señala el comunicado.

El proyecto DRIUS comenzó a ejecutarse en noviembre de 2013 y tiene una duración de 24 meses, siendo financiado por el European Community’s Competitiveness and Innovation Framework Programme.

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