El fánatico de la fruta: En la búsqueda de la Engkala

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El fánatico de la fruta: En la búsqueda de la Engkala

El botánico Rolf Blancke comparte con nosotros su búsqueda por una de las frutas más exóticas del sudeste asiático

El Sudeste de Asia es conocido por su gran variedad de frutas tropicales, verduras y especias. Caminar por los mercados en Indonesia, Tailandia o Malasia es una experiencia inolvidable para los sentidos. El aire está lleno de una mezcla de olores exóticos y distintos de frutas como el durian (Durio zibethinus), champedak (Artocarpus integer), mango (Mangifera indica) y del santol (Sandoricum koetjape), así como de especias como el clavo de olor, cilantro, jengibre y la cúrcuma.

Durante este viaje a Asia tuve cinco semanas para buscar en los mercados, huertos, jardines botánicos y colecciones privadas, como el famoso jardín botánico de Singapur, frutos típicos de Asia y también algunas especias y verduras locales. El objetivo era encontrar y fotografiar al menos 50 especies nuevas para mi proyecto, el libro “Tropical Fruits of the World”, financiado por Zona Tropical Publications y que incluirá alrededor de 330 especies de diferentes frutas del trópico de todo el mundo.

En los últimos dos años, la constante recolección de fotos de especies frutales tropicales ha culminado en una caza de algunas especies raras y locales, que normalmente no se encuentran en los mercados locales o en jardines botánicos. Estas son las frutas que no se venden en los mercados, que son cultivadas en jardines y consumidas por sus propietarios y amigos. Cuanto más se dedica tiempo, dinero y esfuerzo en la búsqueda de una determinada especie, más se convierte en una obsesión, que puede ser recompensada encontrando y fotografiando un árbol hermoso, cargado con frutas raras. Uno de los principales problemas en encontrar frutas específicas resulta ser su fenología.

Uno de estas especies difíciles y enigmáticas de encontrar es sin duda el árbol de la Engkala, de la familia Lauraceae, pariente cercano de la palta, que es nativa de Filipinas, Borneo y Malasia. El árbol de este fruto crece como un árbol de canopy en bajas tierras. El árbol produce frutos redondos, de un color rosa brillante, muy vistosos, carnosos que contrasta de una manera agradable con las grandes hojas verde oscuro. Los frutos maduros tienen una pulpa blanca con una textura cremosa y un sabor delicioso, como la palta, pero un poco más picante. Como la palta, la Engkala es muy nutritiva, ya que no posee grasas saturadas y tiene diferentes vitaminas. Este árbol poco común se cultiva como un árbol de patio en los grandes huertos de los campos lejos de los principales asentamientos.

El problema de buscar árboles frutales en pueblitos en el sudeste asiático en viajes por tierra, es que enormes regiones del sudeste de Asia, especialmente en Malasia e Indonesia, han sido convertidas en plantaciones de aceite de palma. Ello no sólo ha llevado a la eliminación de vastas áreas de bosque lluvioso, sino que también a la erradicación de grandes jardines y granjas tradicionales. En Malasia muchos hogares se encuentran en las plantaciones dedicadas al aceite de palma. La tendencia de convertir los bosques y los paisajes tradicionales en monocultivos uniformes de aceite de palma para consumo humano, así como para combustible, sigue creciendo, especialmente en la isla de Borneo y Sumatra, entre otras regiones tropicales.

Fotografía: Rolf Blancke

Para encontrar estas interesantes especies tuve que enfocarme en las colecciones privadas, mercados y jardines botánicos. Las visitas incluyeron lugares como la colección de árboles de frutas tropicales en el Jardín de Frutas Tropicales en la isla de Penang, en Malasia, mercados en  Kuala Lumpur, Bangkok, Yakarta y, excepcionalmente, un hermoso jardín botánico de Singapur.

Estas grandes y diversas colecciones me proveyeron de muchas fotografías, excepto de la Engkala. Cinco semanas de búsqueda resultaron en casi 70 especies nuevas, muchas de ellas muy raras o locales como la uva birmana (Baccaurea ramiflora), la Asam Gelugor (Garcinia atroviridis) o los Namnam (Cynometra cauliflora). A pesar de una extensa búsqueda en muchas partes del sudeste asiático, la única planta que no pude encontrar en ese viaje fue la escurridiza Engkala.

En un viaje que realicé después encontré la Engkala, casi de una forma inesperada, pero en una colección privada de árboles frutales extraños en Puerto Rico. Tuve mucha suerte. El árbol estaba cargado de frutos maduros y en una rama se podía observar un fruto partido que estaba colgando justo al nivel del lente de mi cámara. Aquí terminó la búsqueda de la Engkala e inmediatamente inicié una nueva búsqueda, ahora del Tamarindo de terciopelo (Dialium indum) de África tropical, la cual todavía debo encontrar.

Nota del Editor: Como parte de su proyecto, de elaborar el libro más completo de frutas tropicales jamás hecho en el mundo, el botánico Rolf Blancke compartirá con www.portalfruticola.com una serie de columnas sobre sus experiencias son distintas frutas tropicales.

www.portalfruticola.com

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