Chile: Modelo comercial en que agricultor y comunidad son los protagonistas
Un aspecto destacado de la gira por Estados Unidos para periodistas relacionada al tema “Seguridad Alimentaria” que organizó recientemente el Departamento de Estado de EE.UU., en la que participó LA DISCUSIÓN, fue la visita a una granja de producción orgánica “One Straw Farm” (que cuenta con certificación orgánica del USDA y de Food Alliance), en la ciudad de Hereford en Maryland, MD, en que se desarrolla el sistema CSA (Community Suported Agricultur= Agricultura Sostenida por la Comunidad), un modelo de comercialización directa de productos entre comunidades y productores, que se concreta en un contrato con pago por adelantado, contra la entrega posterior de una cantidad determinada de productos hortícolas por un número de semanas establecido.
El sistema elimina eslabones en la comercialización, se evitan desperdicio de comida, los riesgos financieros de los productores, se basa en la calidad de los productos y en el cuidado de la tierra, ya que en el caso señalado, el valor agregado de la producción es que es orgánica.
La familia de Andrew y Joan Norman, a la que ahora se suman dos hijos, manejan esta empresa desde hace 28 años. Si bien tienen claro que con su inversión podrían ganar más en otro negocio, están enamorados de la tierra y se sienten comprometidos a entregar alimentación sana a unas 2 mil personas que son sus clientes.
Estos les pagan del orden de 500 dólares por adelantado, lo que les permite mantenerse y hacer sus cultivos, y ellos los proveen de alimentos orgánicos a medida que van cosechando. El contrato se hace en primavera y los clientes reciben 8 productos hortícolas (papas, porotos, tomates, melones, etc.) por 24 semanas, en puntos de entrega específicados.
El campo cuenta con una suerte de packing y cámara de frío donde se preparan las entregas. La mano de obra es principalmente familiar y también cuentan con trabajadores mexicanos en la temporada de cosecha.
Los puntos de entrega son iglesias y otros centros comunitarios y los agricultores señalan que con el tiempo se van haciendo nexos cercanos con los clientes. El principal problema de este sistema es cuando el clima juega en contra.
Cuentan que un año se quedaron sin zanahorias debido al clima y la canasta del cliente se vio afectada.
Esta forma de comercio es apoyada por EE.UU. y se ha comprobado que es conveniente para los productores y el agricultor. En Chile esta modalidad de comercio agrícola aún no se ha desarrollado, pero ya hay interés de algunos productores.
Fuente: Diario La Discusión