Dejó esta semana un solo técnico en la región para hacer el control fitosanitario.

Si bien no hubo anuncio oficial del gobierno de Brasil sobre el freno a las importaciones de fruta desde la Argentina, en los hechos el vecino país puso un corte a las compras de peras y manzanas del Valle.

Es que esta semana, por expreso pedido de las más altas autoridades del Palacio de Planalto, se retiró de la región a tres de los cuatro inspectores fitosanitarios brasileños que son los que dan las autorizaciones para poder exportar la fruta hacia ese mercado.

Con sólo un técnico para todas las exportaciones del Valle, la dinámica que necesita la región para sostener los niveles de exportación se hace insostenible.

"No nos dijeron formalmente que nos limitan las exportaciones, pero sacar tres de los cuatro inspectores que tradicionalmente trabajan en la región, es una forma educada de dar una respuesta al freno que le puso Guillermo Moreno a sus exportaciones", confió un operador del mercado al ser consultado telefónicamente por el tema.

Según pudo saber este diario, el Senasa ya está trabajando junto con el Ministerio de Agricultura de la Nación y Cancillería para buscar la forma de destrabar el conflicto.

Ya salió una carta del gobierno argentino solicitando la presencia de los tres inspectores que se retiraron "para dar continuidad al comercio que tradicionalmente se efectúa con Brasil".

Los empresarios frutícolas se mostraron muy preocupados por esta nueva medida que frena el flujo del comercio entre ambos países.

– ¿Es una represalia a las medidas aplicadas por Argentina?, preguntó "Río Negro".

– "No podría asegurarlo. Pero lo que sí es cierto es que con esta nueva medida de Brasil exportaremos el 25% de lo que teníamos planificado. Y esto generará un serio problema para toda la actividad", confió la fuente empresaria. Brasil es el mercado más importante para el Valle del Río Negro y Neuquén, como destino por país. El año pasado se exportaron alrededor de 200.000 toneladas de peras y manzanas hacia San Pablo y Río de Janeiro, generando este comercio de frutas divisas por algo más de 150 millones de dólares. Para esta temporada se preveía aumentar un 15% las ventas, pese a que los precios no están respondiendo como el año pasado. Pero esta nueva decisión de las autoridades brasileñas pone en un compás de espera al Valle y las expectativas de venta que se tenían sobre ese destino. "Necesitamos que el país tenga una política clara en lo que respecta al comercio exterior. Nosotros vivimos de lo que nos compran los mercados externos", protestó el empresario.

Fuente: Río Negro