Mediante la biogenética se busca mejorar la calidad del producto y llevarlo a nivel internacional.

Panamá en los próximos años podría convertirse en uno de las principales productoras y exportadoras de cítricos, luego de que hoy viernes se lancen 29 germoplasmas de alta genética en cítricos. La novedad genética en el país se realizará en Divisa, provincia de Herrera, en una apuesta seria del sector agrícola panameño, en busca de mover la producción cítrica.

A qué se debe

El lanzamiento obedece a la donación científica que hiciera en días pasados la Universidad de River Site, California, Estados Unidos, al USDA y a OIRSA, ambos organismos internacionales con presencia en Panamá. Los germoplasmas son semillas genéticamente modificadas para que sean resistentes a bacterias, plagas y enfermedades, así como para que se aumenten los rendimientos por hectáreas sembradas.

Estas nuevas variedades de cítricos también permiten que el árbol sea más pequeño para podarlo, lo que en muchos casos hacía que se perdiera la fruta que quedaba fuera del alcance de los protectores o hacían difícil su cosecha.
Algunos de las productos son: limón persa y sus variedades, mandarina y naranjas, entre otros.

El cordón central

Con los germoplasmas guardados celosamente en el laboratorio de Río Hato, el país se convierte en uno de los miembros del cordón centroamericano de cítricos de alta genética que inicia en México, se extiende por todo Centroamérica, incluyendo a Belice y en el Caribe a República Dominicana. La idea es darle a los productores las yemas de estos injertos genéticamente modificados.

Gisela Tapia, coordinadora regional de la Cadena de Cítricos que pertenece al Organismo Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), explicó que en Panamá el rendimiento en cítricos por hectárea es bajo, ya que se deberían lograr unas 18 mi toneladas, en lugar de las 13 mil toneladas logradas a la fecha.

‘Contar con este tipo de genética significa años de investigación, además de ser cara y escasa; sin embargo, en Panamá aquellos productores interesados en reproducir y multiplicar estos germoplasmas tendrán que dar un costo simbólico, aún no establecidos’, destacó la experta.

Pero an tes de adquirir el material, estos productores deberán contar con viveros certificados, autorización que otorgará la Dirección Nacional de Vigilancia Fitosanitaria del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), pues deberán cumplir con lineamientos estrictos para evitar la propagación de plagas, aclaró Enelvia Rujano, jefa de la Dirección Nacional de Vigilancia Fitosanitaria del MIDA.

‘Sólo la construcción de un vivero ronda los 40 mil dólares, y a la fecha en Panamá, sólo en la provincia de Coclé, se tiene certificado el vivero de Germán Chacin’, señaló la ingeniera Tapia.

Con esto, Panamá mira con seriedad su producción cítrica, en busca de replantear estrategias y mercados.