Cuba: Diversifica su producción de frutas

Cuba
Cuba: Diversifica su producción de frutas

Cuba desarrolla un amplio programa de diversificación de su producción frutícola, que incluye la siembra de 18 mil hectáreas anualmente hasta el 2015, una parte de ellas de mango, piña, caimito, canistel y otros cultivos.

El objetivo de esta estrategia es elevar la producción mediante el mantenimiento y conservación de las plantaciones y el fomento de nuevas áreas e incrementar el número de viveros, tanto rústicos, como los tecnificados, que posibiliten mayores rendimientos.

El viceministro de Agricultura, Juan Pérez, concedió gran importancia en esas proyecciones, al movimiento popular que tiene lugar en la esfera, con el protagonismo de fincas integrales de nuevo tipo, en las que es esencial el principio de vinculación del hombre al área y el pago por los resultados finales de la labor.

Se espera terminar este año con mil 200 fincas de ese tipo en el país, asociadas a más de seis mil hectáreas, dijo.

Según el funcionario, ello se complementa con una mayor explotación de la agricultura urbana y suburbana, el desarrollo de la reforestación, hoy asociado al impulso a la fruticultura, así como con la polinización artificial y otras técnicas novedosas.

El programa tiene su base principal en la voluntad política gubernamental, nuevos materiales genéticos, el sistema de fincas integrales y el fortalecimiento de la labor de las empresas líderes y de los mejores productores.

La nación además cuenta con un soporte científico-técnico para respaldar el desarrollo frutícola, el cual descansa en un elevado potencial de profesionales, técnicos y productores y más de 20 instituciones de investigación.

El país busca satisfacer la demanda de los mercados interno y externo y tiene condiciones para producir más de un millón de toneladas de frutas en pocos años, y desarrollar nuevas técnicas y capacidades industriales para su procesamiento.

Aumentar los rendimientos agrícolas y fomentar áreas nuevas devienen retos en la esfera, al igual que consolidar la labor en los viveros, incrementar la biodiversidad y alcanzar una mayor diversificación con la incorporación de cultivos como el canistel, el caimito, entre otros de poca o ninguna presencia en la actualidad en los campos de la isla.

La fruta es un cultivo de ciclo largo, que antes de 1959 nunca contó con una política acertada en función de su desarrollo, y estuvo a expensas de tecnologías atrasadas y concentradas en varios cultivos, principalmente piña y aguacate.

Las fincas integrales

Los trabajadores de las fincas integrales coinciden en que es muy importante el espacio vital necesario para que cada planta, de acuerdo a su edad, pueda incrementar su población por hectárea, y evitar la competencia en cuanto a luminosidad, agua y nutrientes.

Se requiere además tener en cuenta los destinos a la producción, mercado local de fruta fresca, industria, turismo, existentes en el territorio, así como disponibilidad de fuerza de trabajo.

Remarcan que uno de los aspectos clave en la organización de las fincas lo constituye la vinculación del hombre al área y el establecimiento de un sistema de pago por resultado de la producción, ya que es básico lograr un alto sentido de pertenencia y estimulación que posibilite la atención sistemática y diferenciada, según los requerimientos de cada uno de los cultivos.

La experiencia práctica demuestra que el tamaño adecuado de las fincas no debe ser inferior a las seis ha y no sobrepasar las 20.

Recomiendan que el manejo de esas áreas se establezca teniendo en cuenta las exigencias del cultivo principal, mientras que el resto de las tecnologías que se apliquen deben permitir obtener la máxima eficiencia económica, sin afectar el futuro del cultivo que quedará en la finca, así como el manejo de plagas y enfermedades.

Conjuntamente con la Asociación Nacional de Pequeños Agricultores (ANAP), se ejecuta en la esfera un movimiento de altos rendimientos asociado con las cooperativas productoras de frutas, de las que hay constituidas 28 en todo el país.

Se aspira a que el próximo año operen más de un centenar de cooperativas cuya producción es dirigida por la ANAP, mientras que la parte técnica corre a cargo del Instituto de Investigaciones de Fruticultura Tropical..

En la actualidad están cubiertas en el país con distintas especies más de 68 mil 900 hectáreas, en particular en la parte central y oriental del archipiélago.

Además corresponden a frutas el 20 por ciento de las variedades que se siembran en el programa nacional de reforestación.

El martes 26 de octubre se inició en el Hotel Nacional el III Simposio Internacional de Fruticultura Tropical, que incluye entre sus principales aspectos la cooperación Sur-Sur, las tecnologías de producción y comercialización y la lucha contra plagas y enfermedades.

Fuente: Prensa Latina

Suscríbete a nuestro Newsletter