Chile: China: un destino para todos

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Chile: China: un destino para todos

El consumo seguirá aumentando en lo que queda de este año. La oportunidad no es sólo para los grandes exportadores, sino también para los medianos, ya que el nivel del riesgo es acotado.  

La situación financiera de China es poderosa. Se estima que el superávit de su cuenta corriente seguirá siendo alto este año, pese a una recuperación más rápida de las importaciones que de las exportaciones. Por lo tanto, las reservas de divisas seguirán  siendo elevadas.

Los analistas esperan que, producto de una serie de circunstancias, el gasto del consumidor mantenga el fuerte crecimiento que tuvo en el primer semestre, con un incremento de las ventas al detalle de autos y electrodomésticos. En ese país hubo, además, un aumento de los salarios -de entre 10 y 15%-  y se introdujeron  mejoras en las prestaciones sociales, lo que podría impactar positivamente en el consumo.

Recientemente, Coface reclasificó a China en la categoría A3 durante 2010, debido a su buena resistencia en la crisis financiera de 2009 y las buenas proyecciones para el presente año. El comportamiento de pago de las empresas es seguro, la probabilidad de un impago es baja, aunque podría verse afectado por una modificación del entorno económico y político del país.

"En virtud del programa de estímulo fiscal, se logró una mayor reactivación. El mayor acceso al crédito está permitido gracias a un conjunto de factores como el estímulo fiscal de 586 millones de dólares, la política monetaria expansionista y de estabilización del yuan, el crecimiento del PIB durante el 2009, más un rebrote en la demanda interna", explica Louis des Cars, CEO de Coface Chile.

La tendencia debiera ser a que la demanda interna impulse la economía y se mantenga el nivel de las exportaciones. No está tan claro qué podría ocurrir con las inversiones.

"En China el clima empresarial sufre de gran imprecisión en cuanto a información financiera, lo cual complica la apreciación del riesgo para los inversionistas que no acompañan sus negocios con información detallada de su contraparte" enfatiza Des Cars. Pero eso no es una barrera si las empresas están bien asesoradas en el conocimiento de la información de su comprador y utilizan las herramientas adecuadas de protección frente a un impago. De ser así,  tienen una verdadera oportunidad de negocios. En particular las pequeñas y medianas que pueden encontrar oportunidades para sus productos. China es un mercado atractivo por la alta demanda que necesita cubrir en alimentos y bebidas como el vino.

"Por otra parte, para Chile es vital diversificar su oferta a China, dado que hoy está concentrada mayoritariamente en el cobre, lo que claramente es un riesgo para la economía. Por ello es fundamental potenciar el apoyo a otros sectores, como también, empresas de menor tamaño que puedan aportar otras entradas de divisas, de modo de minimizar riesgos de concentración de oferta y mercado", agrega Des Cars.

Evaluación de riesgos

 En el primer trimestre de 2010, la tasa de crecimiento alcanzó a 11,9%. Sin embargo, este desarrollo no está exento de riesgos, lo que llevó al aparato estatal a tomar medidas para evitar situaciones complejas.

"La abundante liquidez alimentó un aumento de los precios de los activos y con ello planteó la posibilidad de un aumento de la morosidad", dice Des Cars.

Para limitar el crecimiento del crédito, el Banco Central elevó la tasa de encaje para los bancos en 150 puntos básicos entre enero y mayo de 2010; por lo tanto, se redujo al 18% en junio de 2010. Sin embargo, para eludir las cuotas, los bancos hicieron un uso más frecuente de las transacciones fuera de balance a través de fondos fiduciarios. En el segundo trimestre de 2010, se prestó tanto a través de este canal como también a través de los préstamos tradicionales. Al mismo tiempo, se tomaron medidas para frenar la especulación tras los aumentos de los precios en el mercado inmobiliario.

Estas medidas lograron una baja sustancial en las transacciones inmobiliarias en Beijing, Shanghai, Shenzhen y Guangzhou. Por último, en junio de 2010, el Banco Popular de China reintrodujo una cierta flexibilidad en el régimen de divisas después de dos años con el yuan atado al dólar (desde junio de 2008 a junio 2010).

El impacto de estas medidas fue que el crecimiento se redujo al 10,3% en el segundo trimestre de 2010. Sin embargo, actualmente la mayoría de los indicadores han regresado a sus niveles, lo que lleva a estimar como muy positivas las perspectivas futuras.

"En el segundo semestre 2010 y en 2011, el crecimiento seguirá siendo alto impulsado por la fuerte demanda interna y se prevé que la inversión crezca 25% en 2010", dice Des Cars.

Sin embargo, aún hay debilidades. El aumento de las desigualdades ha significado crecientes tensiones sociales. El exceso de capacidad ha puesto en peligro varios sectores industriales y comerciales. A pesar de los progresos en la regulación de prevención de riesgos laborales y la entrada de los inversionistas extranjeros, los bancos chinos permanecen débiles en vista de la expansión de crédito fácil y las incertidumbres sobre el grado de no recobro de los préstamos. Por otra parte, los problemas ambientales obstaculizan el desarrollo sostenible.

Todo lo anterior explica la calificación en A3 entregada por Coface. Las empresas, especialmente las pequeñas, deben mirar con más atención a China como potencial comprador, ya que las condiciones para hacer negocios ahí son atractivas y tienen adecuado nivel de seguridad, aún más si se toman los resguardos comerciales necesarios.

Fuente: Revista del Campo

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