Con la asistencia de más de 40 agricultores y estudiantes de liceos agrícolas de la zona, se realizó el martes 14 de septiembre -en la Asociación de Agricultores de Los Andes- un Taller de Transferencia Tecnológica a productores de vides sobre “Daños de heladas en parronales de uva de mesa” y “Huella del agua y sus implicancias para el agro”. 

El taller fue convocado por el Programa Territorial Integrado “Fortalecimiento del Clúster Frutícola de la Región de Valparaíso” Corfo-Codesser, quien a través de su gerente Carlos Oliver, destacó la importancia de abordar estas temáticas que se relacionan “con la contingencia y las exigencias que se vienen”. 

El investigador de Inia La Cruz Jaime Salvo se refirió al efecto biológico y económico de las heladas en primavera. Su presentación se inició contextualizando que durante el año 2009 las heladas registradas en la zona quemaron yemas de parras en floración y que actualmente existe el riesgo de heladas tardías en primavera. 

Sobre los efectos de las heladas, Jaime Salvo señaló aspectos económicos como la baja rentabilidad por bajo rendimiento, bajos precios por retraso de la cosecha, mayor costo de transporte por fletes vacíos y menos oportunidades de negocios en los mercados extranjeros, entre otros. 

Sobre el efecto biológico de las heladas, Jaime Salvo señaló que con las heladas se observa degradación de lípidos, lo que refleja el daño causado a las membranas, el cual es de carácter irreversible. Como resultado, se produce necrosis, amarillamiento, pérdida de clorofila y derrame de electrolitos. 

Salvo aconsejó visitar el sitio web www.agroclima.cl donde se puede encontrar información por día cómo baja y sube la temperatura, y cómo se comporta el punto de rocío, lo cual permitiría monitorear y ver cuándo se producirán heladas, aunque el investigador advirtió que es necesario instalar en el predio algún mecanismo para corroborar los datos de las estaciones. Asimismo, manifestó que para prevenir y mitigar los daños de las heladas se deben implementar estrategias como la generación de calor o la aspersión de agua en altura que permite formar capas de hielo que impiden que la yema baje la temperatura de 0º. 

También durante el taller realizado en Los Andes, Carolina Jaramillo, del Programa Productividad y Cambio Climático de Fundación Chile, se refirió a “La huella del agua y sus implicancias para el agro”. 

Según explicó, la huella del agua es un indicador multidimensional de cómo, cuándo y cuánta agua se está utilizando. “Es importante que nazca esta inquietud entre los productores, pues puede llegar a ser un requisito para las exportaciones y transparenta los manejos que se realizan: si son o no son sustentables en el tiempo”, manifestó. 

La huella del agua se mide en azul (agua de riego), verde (agua de lluvia) y la gris (en relación al nivel de contaminación).

Fuente: Cluster Alimentario

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