Los productores de cítricos de Martínez de la Torre, en Veracruz, aseguran que en esa región los problemas principales de la citricultura son el alto índice de la mosca de la fruta y la llegada de limón persa foráneo, del sureste del país.

José Guadalupe Zúñiga, de siempre productor de cítricos, asentó que en ésta región los problemas principales de la citricultura, son el alto índice de la mosca de la fruta y la llegada aquí de limón persa foráneo, del sureste del país.

La primera, la mosca, porque merma la producción en árbol hasta en un 15 por ciento, en tanto otra cantidad igual se pierde en la fruta ya cosechada, pero que va infectada, lo que mantiene en “cuarentena” al estado de Veracruz, respecto a otros 12 estados del país, donde no puede comercializarse la naranja afamada de Martínez de la Torre. Y mucho menos exportarse.

El segundo problema a que se hace referencia, es el limón persa del sureste del país, porque al ser de menos calidad, quienes lo traen a Martínez de la Torre, lo compran barato, pero lo venden caro, en dólares, al ser empaquetado como de origen veracruzano, especialmente de ésta “capital mundial de los cítricos”.

Esto sin lugar a dudas significa un gran negocio, para algunos empacadores y exportadores, pero nunca para los productores locales de cítricos, porque al llenarse las bodegas con lima persa de otros estados del país, merma el precio de la cosecha de calidad y que ha dado prestigio internacional a Martínez de la Torre.

Pero lo peor no es eso, enfatizó José Guadalupe Zúñiga, sino que no se tiene un plan integral para rescatar la citricultura veracruzana, ni de la mosca de la fruta, ni de la entrada de ese limón de poca calidad, que además es portador de bacterias, por venir a granel, no lavado, encerado, ni empacado en su caja, listo para la exportación, porque tienen que revolverlo con el de calidad martinense.

Lo que quiere decir que tal panorama se prolongará de la misma manera, sospechándose que hay muy fuertes intereses económicos, para que ello continué de esa manera, citando como ejemplo el pasado apoyo al precio de la naranja entregada a las jugueras, que en realidad benefició a tales industriales, porque igual pagaban barato la fruta, atenidos los productores al extra que les sería entregado vía Secretaría de Agricultura y Ganadería.

Y actualmente ni se ha combatido a la mosca de la fruta, ni se contará con ese citado apoyo al precio de la tonelada de naranja entregada a las jugueras, porque los recursos federales irán ahora a hacer realidad esa nueva juguera que dicen levantarán en el municipio de Papantla, “propiedad de los citricultores”.

Lo que hará que se venda la fruta al precio que pongan los industriales, como los comerciantes que llegan aquí para abastecer al mercado nacional, especialmente en centros comerciales y cadenas de restaurantes. Situación que está convirtiendo en recolector de frutos al otrora productor de cítricos, pues los bajos precios impiden tener huertas a la altura de la demanda internacional. Y ya ni se hable de citricultura orgánica.

Fuente: Federcitrus.org

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