7 ventajas de usar drones para aplicar herbicidas en cultivos de fresas

7 ventajas de usar drones para aplicar herbicidas en cultivos de fresas
Contenido
- Introducción
- ¿Qué son los drones agrícolas y cómo funcionan?
- 7 Beneficios de usar drones para aplicar tratamientos en fresas
- Desafíos y limitaciones de aplicar herbicidas con drones
- Ejemplos prácticos: Drones aplicando herbicidas en fresas
- Impacto ambiental y precauciones necesarias
- Conclusión: El futuro de los drones agrícolas
¿Qué son los drones agrícolas y cómo funcionan?
Los drones agrícolas son esencialmente pequeñas aeronaves no tripuladas equipadas para apoyar labores del campo. A diferencia de los drones recreativos, estos dispositivos suelen llevar tanques y boquillas de pulverización para esparcir líquidos, además de cámaras o sensores avanzados para monitorear los cultivos.
Un dron fumigador típico es un multirrotor (similar a un helicóptero con múltiples hélices) capaz de volar de manera autónoma o por control remoto a baja altura sobre los campos. Antes de aplicar herbicidas, el agricultor puede programar una ruta de vuelo GPS para que el dron cubra uniformemente el terreno.
Durante el vuelo, el sistema de pulverización expulsa el fertilizante, pesticida o herbicida en forma de niebla fina y controlada sobre las plantas. Estos drones suelen tener un tamaño suficiente para cargar varios litros de líquido (comúnmente de 10 a 30 litros en modelos comerciales) en su depósito.
Conforme recorren las hileras de fresas, mantienen una altura constante y una velocidad estable, asegurando que el químico se distribuya homogéneamente. Muchos equipos cuentan con sensores de altitud y flujo, de modo que ajustan la dosis aplicada según la velocidad de avance y evitan rociar zonas fuera del objetivo.
Tras agotar su carga o batería (que típicamente dura entre 15 y 30 minutos de vuelo), el dron regresa al punto de partida para recargarse y reabastecerse antes de continuar si es necesario. De esta forma, un solo dron puede cubrir varias hectáreas en poco tiempo, con una eficiencia que sorprende: por ejemplo, se reporta que ciertos drones pueden llegar a pulverizar hasta 3 hectáreas por hora con cada unidad, manteniendo bajos costos operativos.
7 Beneficios de usar drones para aplicar tratamientos en fresas
El paso de las fumigaciones tradicionales a las realizadas con drones conlleva numerosas ventajas. A continuación, se destacan los principales beneficios que ofrecen estas nuevas herramientas para aplicar herbicidas en cultivos de fresas:
- Mayor precisión y ahorro de insumos: Los drones permiten una aplicación focalizada de agroquímicos, dirigiendo el producto solo donde hace falta en lugar de rociar de forma generalizada. Gracias a la guía por GPS y a la posibilidad de mapear previamente las áreas problemáticas, se evita el desperdicio de herbicidas y pesticidas, lo que reduce costos y minimiza el impacto ambiental. Estudios estiman que esta precisión puede traducirse en un ahorro del 20% hasta 40% en el uso de agroquímicos respecto a métodos tradicionales.
- Menor exposición de los trabajadores a químicos: Uno de los beneficios más importantes es que el operario ya no necesita ingresar directamente al campo de fresas con una mochila o tractor mientras aplica sustancias potencialmente tóxicas. El manejo a distancia del dron mantiene al ser humano alejado de los químicos durante la pulverización, reduciendo significativamente los riesgos de salud por exposición.
- Eficiencia y rapidez en la cobertura: Un dron puede realizar en minutos tareas que antes tomaban horas o días en cultivos de fresas. Por ejemplo, en pocos minutos inspecciona o fumiga lo que un trabajador recorrería manualmente en mucho más tiempo, aumentando la productividad.
- Acceso a terrenos difíciles: Estos equipos funcionan con eficacia en terrenos difíciles o condiciones donde el método tradicional falla. Es posible volar cerca del suelo en pendientes pronunciadas, suelos anegados o áreas de difícil acceso, donde ni los tractores ni los aviones fumigadores pueden llegar con seguridad.
- Menor uso de agua: Al aplicar herbicidas con drones, se utiliza mucho menos agua que en la fumigación convencional, porque los drones atomizan el líquido eficientemente, lo cual implica menos peso a cargar y menor compactación del suelo.
- Protección de cultivos valiosos: Para las fresas, que son cultivos de alto valor comercial, los drones ofrecen una manera de proteger la inversión sin dañar las plantas por pisoteo o aplicaciones excesivas.
- Integración con agricultura de precisión: Los drones pueden combinarse con mapas de índice de vegetación para aplicar herbicidas solo en zonas específicas donde hay malezas, optimizando recursos y mejorando la salud general del cultivo de fresas.
Desafíos y limitaciones de aplicar herbicidas con drones
A pesar de sus ventajas, la adopción de drones para aplicar herbicidas en la agricultura enfrenta algunos desafíos y limitaciones que es importante considerar:
Inversión inicial y costos de operación: Adquirir un dron agrícola de fumigación supone un desembolso significativo. El precio de estos equipos puede oscilar entre unos $2,500 y $15,000 dólares (varios millones de pesos), dependiendo de su capacidad y tecnología, lo que puede resultar costoso para pequeños productores de fresas.
Capacitación técnica especializada: No basta con comprar el dron; es necesario saber operarlo correctamente. Muchos agricultores actualmente desconocen cómo usar esta tecnología o sacarle el máximo provecho. Se requiere capacitación para planificar vuelos, calibrar la pulverización de herbicidas, mantener el equipo y reaccionar ante eventualidades.
Regulaciones y aspectos legales: El marco regulatorio para el uso de drones en agricultura varía según el país y en muchos lugares aún está poniéndose al día. Por ejemplo, en México el uso de drones está regulado por la autoridad de aviación civil y se requieren ciertos permisos y restricciones para operaciones agrícolas. En Chile, las leyes agrícolas y sanitarias no contemplan aún explícitamente la aplicación de herbicidas con drones.
Limitaciones técnicas y operativas: Los drones agrícolas actuales tienen restricciones en cuanto a autonomía de vuelo y capacidad de carga. Una batería suele brindar entre 15 y 25 minutos de vuelo cuando el dron lleva su tanque lleno; tras ese lapso se debe aterrizar para cambiar o recargar la batería, lo que puede ralentizar las operaciones en predios extensos de fresas.
Ejemplos prácticos: Drones aplicando herbicidas en fresas
En Chile ya existen experiencias concretas del uso de drones en plantaciones de fresas. A fines de 2022, el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) de la región de La Araucanía puso en marcha un plan piloto para combatir una plaga emergente: el nematodo de la frutilla.
Mediante drones de alta tecnología, se fumigaron alrededor de 80 hectáreas de cultivos de fresas, beneficiando rápidamente a 145 pequeños productores en varias localidades. La aplicación se hizo con NEEM-X, un nematicida orgánico (derivado del árbol de neem) autorizado por las autoridades agrícolas, inocuo para el medio ambiente y las plantas.
En el plano internacional, el interés por aplicar herbicidas con drones en la fresa también va en aumento. En Estados Unidos, por ejemplo, productores e investigadores han explorado varios usos. En Carolina del Norte, un agricultor empleó un dron para inspeccionar un campo de fresas inundado tras fuertes lluvias, evaluando los daños sin pisotear el terreno.
Asimismo, se han realizado pruebas con drones para pulverizar plantines de fresa en viveros (los llamados plug plants), demostrando que las aplicaciones aéreas pueden funcionar incluso en etapas tempranas del cultivo.
En otras regiones, como Europa y Asia, compañías y centros de investigación están experimentando con drones en diversos cultivos intensivos; las fresas, al ser un fruto delicado y de alto valor, se benefician especialmente de la reducción de pisoteo y de la precisión que ofrecen estas aeronaves para aplicar herbicidas y otros tratamientos.
Impacto ambiental y precauciones necesarias
El impacto ambiental de utilizar drones para aplicar herbicidas en cultivos de fresas puede ser positivo si se maneja adecuadamente. Gracias a su precisión, se emplean menores cantidades de herbicidas y fertilizantes y se evita gran parte de la dispersión innecesaria en el entorno.
Esto significa menos contaminación de suelos y cuerpos de agua, y menor afectación a la biodiversidad en comparación con un rociado tradicional indiscriminado. Además, el volumen de agua requerido para las mezclas suele ser mucho menor, lo que disminuye el escurrimiento de agroquímicos hacia el subsuelo.
Para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos al aplicar herbicidas con drones en cultivos de fresas, es importante observar ciertas precauciones:
- Realizar las aplicaciones en condiciones climáticas adecuadas, evitando pulverizar con vientos fuertes, altas temperaturas o riesgo de lluvia inminente.
- Respetar las dosis y recomendaciones del fabricante de cada herbicida o agroquímico.
- Asegurarse de que no haya personas no autorizadas en el área de trabajo durante el vuelo del dron fumigador.
- Utilizar equipo de protección personal al manipular los productos (mezcla, carga y limpieza de tanques).
- Mantener los drones en buen estado de mantenimiento y realizar pruebas de calibración periódicas.
Conclusión: El futuro de los drones agrícolas
Los drones agrícolas representan una revolución silenciosa en la forma de aplicar herbicidas y otros tratamientos en cultivos de fresas. Su capacidad de combinar precisión, eficiencia operativa y mejora en la seguridad del trabajador los convierte en una herramienta prometedora para una agricultura más sustentable y tecnificada.
A medida que avanza la tecnología, podemos esperar drones más eficientes, con mayor autonomía de vuelo y capacidad de carga, lo que facilitará su adopción masiva en cultivos de fresas en todo el mundo. La integración con inteligencia artificial permitirá que estos drones identifiquen automáticamente áreas problemáticas y apliquen los tratamientos de forma totalmente autónoma.
Los productores de fresas que adopten tempranamente esta tecnología obtendrán ventajas competitivas significativas: reducción de costos operativos, menor impacto ambiental, mejor salud para sus trabajadores y productos de mayor calidad. La precisión al aplicar herbicidas significa menos residuos químicos en las fresas, un factor cada vez más valorado por consumidores preocupados por su salud.
Las barreras actuales de costo y conocimiento técnico irán disminuyendo con el tiempo, haciendo esta tecnología accesible incluso para pequeños agricultores. Los gobiernos y organizaciones del sector agrícola tienen una gran oportunidad para acelerar esta transición mediante programas de capacitación, subsidios para adquisición de equipos y actualización de marcos regulatorios.
En definitiva, los drones para aplicar herbicidas en cultivos de fresas no son solo una tendencia pasajera, sino una evolución necesaria hacia una agricultura más eficiente, segura y sostenible. El futuro del campo ya está en el aire, y quienes miren hacia arriba verán cómo estas pequeñas máquinas voladoras transforman para siempre la forma de cultivar.