Chile: Merma en las exportaciones de vino embotellado preocupa a la industria
Luces amarillas para la industria chilena del vino, debido a un decrecimiento de las exportaciones de los embotellados, entre otros factores, encendieron productores y especialistas en el rubro que enfocaron desde distintos puntos de vista los cambios y necesidades de reinvención de esta actividad productiva, estrella de la economía nacional.
El contexto del análisis y debate fue un seminario que se realizó en la Universidad de Talca, organizado por su Centro Tecnológico de la Vid y el Vino (CTVV), Vinos de Curicó y Maule A.G. y las Corporación de Desarrollo Productivo de la Región del Maule, con el objeto de transferir tecnología e información a los productores vitivinícolas.
En relación al nuevo escenario de la viticultura chilena, el ingeniero agrónomo Jorge Matte, socio de Siegel y Cia, apuntó al quiebre en 2012 de la curva ascendente en materia de exportaciones de vino embotellado, que en el caso de las ventas a Estados Unidos significaron una caída de un 9 por ciento. No obstante, precisó que se registró un ascenso de las exportaciones de vino a granel, las que llegaron en total a 275 millones de litros.
“El problema es que el precio del vino a granel es bajo y lo que nosotros necesitamos vender preferentemente son botellas, pero el vino embotellado necesita calidad y promoción”, dijo. Si bien estos requerimientos implican costos más altos, destacó que de esta forma se aseguran mayores retornos. “Lo importante es que la para crecer en rentabilidad hay que vender más caro y con costos más bajos. Hoy las señales que da a la industria son un poco al revés porque el único negocio que está funcionando es el masivo: producir más kilos y no calidad”, argumentó.
Tolerancia cero
También el mercado interno del vino ha experimentado un descenso en las ventas, lo que según explicó Matte puede atribuirse a la campaña tolerancia cero y al avance de la cerveza.
Respecto a las causas de la situación actual de la industria vitivinícola chilena, sostuvo que en parte se debe a la vendimia histórica de 2012 y se estima que la nueva cosecha también será de gran volumen, a la que se sumó costos altos de mano de obra y energía y un tipo de cambio que no favorece a los exportadores. “No hay por donde salir a no ser que exista una reconversión y tengamos mejoras en los clones, en las distancias de plantación y el aumento de la mecanización”, observó.
En este aspecto coincidió con lo planteado por el director del CTVV, Yerko Moreno, en cuanto a la necesidad de mejorar la calidad y productividad del viñedo para crecer en precios y volumen. Al hablar del cimiento de la nueva vitivinicultura chilena, se pronunció a favor de un “material vegetal mucho más productivo que el actual, diverso, auténtico y sano”.
También los asistentes al seminario tuvieron oportunidad de conocer el panorama de la industria vitivinícola en Argentina y Francia, en las exposiciones de Carlos Tizio, vicepresidente de Bodegas del vecino país, y Hervé Romat, doctor en Enología de la Universidad de Bordeaux.
En la clausura de la jornada, el subsecretario a Agricultura, Álvaro Cruzat, se refirió a los ejes de la política gubernamental que favorecen la adaptación de la pequeña y mediana empresa a los cambios de escenarios.
Fuente: Diario Maulee