Chile: 172 mil personas sufren efectos de la sequía y expertos prevén aumento del déficit hídrico
Debido a la escasez, 157.322 personas están accediendo al agua potable sólo gracias a camiones aljibe, mientras que hay 14.773 agricultores afectados entre las regiones Cuarta y Sexta. En 2011, la Onemi invirtió más de $3.100 millones para comprar agua y repartirla con camiones entre la población. El fenómeno de La Niña traería nuevamente un invierno seco.
En noviembre de 2002, el embalse más grande de la Región de Coquimbo, La Paloma, alcanzó su capacidad máxima de 748 millones de m3, situación que no ocurría desde 1992. Diez años más tarde, sufre una situación crítica y diametralmente opuesta: está apenas al 24% de su capacidad, en plena época de riego.
El escenario no es diferente en el resto de los embalses y cauces del Norte Chico, afectados por una severa sequía hace siete años. Y los graves efectos se empiezan a sentir también en regiones habitualmente pluviosas, alcanzando hasta Los Lagos.
En la cordillera hay déficit de nieve acumulada, lo que sumado a la falta de lluvias, impacta en los ríos que llevan menos agua y las napas que alimentan los pozos están cada vez a mayor profundidad (ver infografía).
Según la Onemi, la situación impide el acceso a agua potable a 157.322 personas, quienes beben lo que les dejan los camiones aljibe.
El mayor número de afectados está en las regiones de Coquimbo (22,1%), Metropolitana (18,6%, en zonas de Melipilla y Tiltil) y La Araucanía (13,7%).
Culpa de La Niña
En el caso de los agricultores, las secuelas están entre Coquimbo y O´Higgins, donde según el ministerio del área hay 14.773 campesinos con problemas.
En materia agrícola, Valparaíso sufre las consecuencias más serias: allí el río Aconcagua lleva menos de la mitad de su caudal promedio y los pozos presentan el mínimo en 6 años.
En 2011 hubo superávits de lluvia en las zonas más afectadas de la IV Región, pero en la cordillera no precipitó la suficiente nieve, lo que es indispensable para llenar embalses, recargar napas y entregar caudal a los ríos.
"Estaríamos frente a un fenómeno que es de carácter mundial y que tiene varias causas. Una que no sonaba hace diez años atrás es el cambio climático. Nosotros nos estaríamos desertificando", dice Francisco Meza, director del INIA Intihuasi.
Sin embargo, hay otros factores cíclicos que explican la ausencia de precipitaciones: el fenómeno de La Niña, que mantiene fría la temperatura del mar, dificultando su evaporación, es uno de ellos. Extrañamente, ha persistido más allá de lo registrado históricamente, cada 5 o 10 años.
"En la IV Región precipita abundantemente con El Niño, pero ha habido más bien periodos de La Niña. La tendencia es hacia situaciones más secas y lo más preocupante aún es que las temperaturas en las zonas altas, donde se acumula nieve, van a subir bastante en comparación con la zona costera", explica José Rutllant, climatólogo del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Ceaza).
El experto precisa que el reforzamiento del Anticiclón del Pacífico llevaría a La Niña más hacia al sur, lo que la haría persistir por sobre El Niño.
"El año 2011 tuvimos dos Niñas consecutivas, la primera en los meses de julio-agosto y después volvió en septiembre-noviembre, algo muy atípico", afirma Anthon Huber, climatólogo de la U. Austral.
El experto dice que la sequía del norte y la del sur son distintas, siendo mucho más anormal la que se registra en zonas australes. Pese a ello, sostiene que "va a cambiar la cantidad de agua que caiga. En Chile ha ido disminuyendo hace 50 años".
Y los pronósticos apuntan a que 2012 será un año de déficit hídrico. "Lo que sabemos es que en la zona central será un verano seco y la temperatura estará por sobre lo normal. Si la situación persiste hasta marzo, los organismos mundiales señalan que existen muchas posibilidades de que el invierno sea seco. Ahora, cuando La Niña alcanza un segundo pulso, generalmente no es tan intensa", asegura Jaime Leyton, jefe de la oficina de pronósticos de la Dirección Meteorológica de Chile.
En el Maule, la falta de agua ya está "haciendo crisis", según afirma Patricio González, agroclimatólogo del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología (Citra) de la U. de Talca. "Obviamente es una situación que va a continuar en el futuro, con la pérdida constante de agua y nieve. Por el cambio climático, el déficit hídrico se va a mantener en el tiempo", sostiene.
AYUDA
120 camiones aljibe recorren las zonas afectadas repartiendo 113 millones de litros de agua a 157 mil personas.
PRONÓSTICO
"Si este invierno llueve poco, vamos a seguir en un régimen de sequía permanente", dice Francisco Meza, del INIA Intihuasi.
Fuente: El Mercurio