El asesor chileno experto en cerezas, Walter Masman comentó a Portalfruticola.com que actualmente el cultivo del cerezo se encuentra en el proceso de la caída de hojas, lo que “indudablemente va en la línea de que el árbol comienza a entrar en receso, asociado a la baja luminosidad que comienza a existir desde el 21 de diciembre en adelante. Esto acompañado por temperaturas que, al parecer, están teniendo ya una condición de más frías, tanto en la noche, como en la mañana, distinto a lo que ocurrido la temporada pasada”.

Indicó que la caída de hojas se genera dependiendo de cómo sea la condición de frío, la que puede ser más rápida o lenta. “Al final eso genera heridas en los árboles, ya que son una fuente de entrada para los hongos y bacterias”, explicó.

Masman detalló que en Chile existe una predominancia importante de cáncer bacterial, de acuerdo con las condiciones climáticas: “Es un gran foco de prevención con estrategias particularmente asociadas de cobre y en este último tiempo también asociado a productos biológicos que han permitido que esta enfermedad se haya controlado bastante bien. En general en los huertos existe, pero a niveles bajos, que el árbol normalmente hoy día convive con la bacteria”.

Agregó que “en este último tiempo hemos empezado a ver que el problema de enfermedades de madera, muchas veces más relacionado a hongos, que al mismo cáncer bacterial. Hongos tales como citospora y plateado, por lo tanto eso significa que el control del cáncer bacterial también tiene que venir acompañado de productos que también controlen estos hongos”.

En esa línea enfatizó que en el programa preventivo se deben hacer algunas mezclas, “donde en algunos casos tenemos que mantener el cobre e incorporar algunos fungicidas y el uso de controladores biológicos, como Bacillus, Tricoderma.

“Normalmente uno elabora una estrategia durante todo el periodo de caída de hoja, que aborda entre un 20 un 30% de caía, luego entre un 50 y un 60% de caída de hoja y después un 80%, y finalmente seguir con controles que permitan ir mitigando e ir bajando las poblaciones de estos enemigos”, explicó.

Consultado sobre la situación que se observa en las distintas zonas productoras de cerezas en Chile, comentó que en la zona norte hay enfermedades que tienden a ser menos vistas, “porque el cáncer bacterial hoy existe muy poco, sin embargo, enfermedades como los hongos de la madera si tienen una mayor relevancia”.

En el caso de la zona centro-sur, el experto dijo que se observa una convivencia de todos los microorganismos, ya que “las condiciones que se generan desde el punto de vista climático permiten el desarrollo de todos estos microorganismos, por lo tanto, en general no hay que descuidar ningún frente”.

Masman añadió que los portainjertos que promueven una menor condición de vigor, son combinaciones más propensas a desarrollar este tipo de enfermedades.

Recomendaciones

El asesor entregó algunas recomendaciones para considerar durante el proceso de receso, que va entre mayo y agosto, que tienen relación con los efectos que producen las heladas importantes. “Ese tipo de fenómeno genera muchas veces daño a nivel de planta, ya que cuando se produce la cristalización del agua se generan rompimientos celulares de la madera y se generan heridas, y comienza el desarrollo de todos estos microorganismos”.

Masman finalizó diciendo que cada vez que existan este tipo de situaciones, “es recomendable desarrollar inmediatamente un programa de control, ya sea antes o después de estos eventos, para lograr mitigar el potencial de estos agentes”.

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