El banano, uno de los principales productos de la canasta exportadora ecuatoriana, cerró 2023 con un incremento de 5% en sus envíos internacionales, donde la UE y Rusia se mantienen como principales mercados.

Con un total acumulado de 355 cajas, se registraron exportaciones por 15,3 cajas adicionales en comparación a 2022. Esto, según datos estadísticos recogidos por DATACOMEX y el Observatorio Estadístico de Banano (OEB).

Del volumen exportado total durante en el año 2023, la UE abarcó el 28,42% de participación, posicionándose como principal destino de exportación. 

En el 2023 se envió un total de 100,77 millones de cajas, en contraste con el 2022 donde las exportaciones fueron 87,93 millones de cajas. Esto representa un incremento del 14,61%. 

El segundo lugar fue para Rusia, nación que se quedó con el 21,12 %, lo que representa un envío de 74,90 millones de cajas. Para el 2022, las exportaciones acumuladas a este mismo destino alcanzaron alrededor de 76,94 millones de cajas, lo que representa una caída de 3%, es decir, una baja de 2,05 millones de cajas.

Si bien estos países han consolidado sus posiciones como principales compradores, las regiones de África y Asia reportaron un incremento en su demanda por el banano ecuatoriano. 

En 2023, 4,86 millones de cajas adicionales fueron exportadas hacia África, alcanzando los 20,69 millones. Por otro lado, Asia compró 4,21 millones de cajas adicionales respecto a las cifras de 2022.

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Situación política y logística

Si bien el 2023 trajo buenas cifras para el sector bananero, la creciente inseguridad en Ecuador tuvo un impacto significativo en la cadena de valor del banano. 

Debido al aumento de la delincuencia en las principales regiones productoras, tanto la logística como la seguridad en el transporte de la fruta se han visto afectados, lo que se traduce en mayores costos y riesgos operativos.

En cuanto a las rutas de transporte, los desvíos en la ruta del Mar Rojo también han puesto presión en los costos, ya que las navieras han tenido que buscar alternativas, comúnmente más largas, para evitar los ataques a buques derivados del conflicto estre Israel y Palestina.

Los restricciones de tránsitos impuestas en el Canal de Panamá también han generado desafíos adicionales, ya que la congestión ha repercutido en los tiempos de entrega y la calidad del producto, lo que impacta directamente en la rentabilidad de los exportadores.