Las exportaciones agropecuarias-agroindustriales de Perú durante 2020 tuvieron un crecimiento del 8,2%.

Según informó la Asociación de Exportadores de Perú, ADEX, las categorías que lideraron el incremento fueron las uvas y los arándanos.

Les siguió la palta (aguacate), que en monto FOB tuvo un incremento del 0.26% y en volumen del 31.4% por la alta producción en México y en California (EE.UU.), lo que presionó el precio a la baja.

Otras categorías que también vieron un crecimiento importante fueron la pota, que alcanzó los USD 415 millones 555 mil y los espárragos frescos con USD 385 millones 391 mil.

Después le siguió el mango fresco, con USD 290 millones 672 mil, cuyo crecimiento fue del 23.7% en volumen.

La asociación informó que los precios de Ecuador, Colombia y Brasil fueron menores, lo que obligó a los empresarios peruanos a reducirlos.  

Añadieron que, de un total de 169 destinos, los más importantes fueron EE.UU., que recibió exportaciones por USD 3 mil 933 millones; Países Bajos con USD 1,278 millones; y Chile, país que recibió fruta por USD 723 millones 073 mil. Otros países importantes fueron España y Ecuador.  

En lo que concierne a la oferta de Perú, destacó el comportamiento durante 2020 los cítricos, mango en conserva y el jengibre (kion).

Otras exportaciones

En general las exportaciones peruanas durante 2020 alcanzaron la suma de USD 39 mil 351 millones 154 mil. La cifra es un 15.3% más baja respecto con 2019y, de acuerdo con la organización, evidencia el daño de la pandemia y las medidas de confinamiento que se dieron en el mundo.

Destacaron que solo las agroexportaciones tuvieron cifras positivas.

Erik Fischer Llanos, presidente del gremio, señaló que es momento de hacer cambios estructurales que sumen a la competitividad del aparato productivo nacional.

“El panorama externo se ve complicado por el incremento de los casos del Covid-19, pero existe una agenda pendiente que debemos avanzar”, acotó.  

Agregó que “este año el panorama no es muy claro por la inestabilidad en el mundo y los cambios en la Ley de Promoción Agraria”.

“La incertidumbre debilita aún más nuestra capacidad productiva, los flujos de comercio y las inversiones. Si el escenario es el adecuado, podríamos recuperar los niveles previos a la crisis el 2022”, estimó.