Cómo hacer germinados caseros paso a paso

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Si quieres aprender a hacer germinados caseros de una manera sencilla, fácil y práctica, no te puedes perder esta nota donde te daremos algunos consejos.
Germinados caseros.
¿Qué son los germinados caseros?
Los germinados caseros son brotes obtenidos al germinar semillas en casa, utilizando métodos simples y controlados. Son una forma práctica y económica de incluir alimentos frescos, ricos en nutrientes y con alto contenido de enzimas, vitaminas y minerales en la dieta. Este proceso consiste en remojar, enjuagar y dejar crecer las semillas en un ambiente húmedo hasta que desarrollen brotes comestibles.
El cultivo de germinados es popular por su rapidez, ya que muchas especies están listas para consumir en pocos días, además de ser versátiles en preparaciones como ensaladas, sopas, sándwiches o guarniciones.
Principales especies utilizadas para germinados caseros:
- Alfalfa:
- Muy popular por su sabor suave y agradable.
- Rica en vitamina K, C y antioxidantes.
- Brócoli:
- Conocido por su alto contenido de sulforafano, un compuesto con propiedades antioxidantes y anticancerígenas.
- Rábano:
- Posee un sabor ligeramente picante.
- Buena fuente de vitamina C y ayuda a la digestión.
- Fenogreco:
- Aporta un sabor amargo único.
- Utilizado en la medicina tradicional por sus beneficios digestivos.
- Trigo:
- Fuente de vitamina E y antioxidantes.
- Comúnmente usado para elaborar jugo de pasto de trigo.
- Lentejas:
- Fáciles de germinar y con un sabor ligeramente terroso.
- Ricas en proteínas y fibra.
- Girasol:
- Ofrece un brote crujiente y de sabor fresco.
- Alto contenido de grasas saludables y minerales.
- Soja verde (mung):
- Muy común en la cocina asiática, especialmente en salteados.
- Rica en proteínas y baja en calorías.
- Chía:
- Aunque menos común, los brotes de chía son ricos en ácidos grasos omega-3.
- Necesitan una técnica especial, ya que forman gel al contacto con el agua.
- Garbanzo:
- Aporta un sabor suave y textura agradable.
- Ideal como snack o complemento en ensaladas.
Ventajas de cultivar germinados en casa:
- Ahorro económico en comparación con la compra en supermercados.
- Control sobre la higiene y calidad de las semillas.
- Producción sostenible y libre de pesticidas.
- Disponibilidad inmediata de un alimento fresco y nutritivo.
Materiales necesarios.
- Tapa plástica de algún recipiente que ya no uses.
- Tres servilletas de cocina.
- Tijeras.
- Las semillas que quieras germinar.
Procedimiento.
- Para empezar, coloca la tapa plástica sobre la mesa, del lado al revés. Asegurándote que este limpia.
- Luego colocas las servilletas de cocina.
- El siguiente paso es cortar los sobrantes de servilleta que se salen de la tapa.
- A continuación, usa esos sobrantes para rellenar los espacios en la tapa que la servilleta no haya tapado.
- Presiona bien para colocar la servilleta bien por toda la superficie.
- El siguiente paso es lavar las semillas y escurrirlas.
- Después de escurridas espárcelas por toda la superficie de la tapa, asegúrate de que no queden semillas montadas una sobre otras.
- Luego moja los germinados, debe quedar húmedo pero no empapado.
- Después se coloca en un lugar donde haya aire y sol.
- Debes humedecer el germinado dos veces al día, por la mañana y por la tarde.
Usos de los germinados caseros
En pocos días verás germinar tus semillas. Para usar los brotes, córtalos con una tijera y deja germinar los que aún no estén listos.
Puedes germinar distintas semillas como, chía, linaza, trigo, girasol, migo, soja, sorgo, lentejas y garbanzos. El procedimiento siempre es el mismo para todas las semillas.
La semilla de trigo tarda más en germinar, alrededor de unos 8 días. Las demás las verás germinar a partir de los 3 días.
Es una manera sencilla de cultivar tus propios brotes de una forma ecológica de una forma económica. Ya no tendrás que gastar más dinero en comprar brotes.
Fuente: ecoinventos.com