Por Centro de Evaluación Rosario (CER)

Sin duda el sector frutícola de nuestro país se ha visto enfrentado a hitos de relevancia en los últimos años, experiencias que ponen en un escenario menos auspicioso la competitividad del rubro en la producción y su vocación agroexportadora. En esta columna haremos referencia a los 3 grandes sucesos que han marcado la fruticultura chilena las últimas temporadas; la detección de Monilia fructicola, la helada advectiva ocurrida en septiembre del año 2013 y la detección de la plaga Lobesia botrana en ciruelos y arándanos. 

Monilia fructicola / Fotografía gentileza CER

El efecto de cada uno de estos hitos, no sólo ha sido percibido en mermas de la producción, sino también en un aumento en las restricciones de los principales mercados de exportación, motivo por el cual es de suma importancia el monitoreo, la proactividad en la búsqueda de información oportuna y la generación constante de nuevas soluciones que ayuden a disminuir los síntomas de cada una de estas problemáticas.

La detección de Monilia fructicola, agente causal de la pudrición parda de los frutales de carozo, informada el año 2009 y detectada por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) en un huerto el año 2012, nos hace reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestro patrimonio fitosanitario.

Si bien los daños producidos por este patógeno tuvieron una mayor intensidad en la temporada 2012/2013, con pérdidas de hasta un 50% en huertos, la preocupación disminuyó esta última temporada, básicamente por las condiciones climáticas que no permitieron su desarrollo de manera tan agresiva como la temporada anterior. Sin embargo, se espera que esta situación cambie debido a la alta probabilidad, según expertos, de la llegada del fenómeno de 'El Niño' que supondría precipitaciones en el periodo de floración y durante el crecimiento de frutos; por consiguiente una mayor humedad en el periodo más crítico para la infección de este hongo.

Este patógeno está presente y esperando las condiciones ambientales necesarias para desarrollarse de manera violenta. Frente a eso debemos utilizar las herramientas disponibles (para esto el SAG divulgó una lista de productos autorizados), de manera de evitar las infecciones que pudiesen presentarse. Hemos visto que los periodos críticos de control se concentran en floración y desde que el fruto empieza con la acumulación de grados brix, sin olvidarse de la capacidad que tiene esta enfermedad de contagiarse en pos cosecha.

Polilla del racimo / Fotografía gentileza CER

Otro hecho importante dentro de la agenda fitosanitaria, fue la detección de la plaga Lobesia botrana en ciruelos y arándanos, este último con la fatídica consecuencia del nuevo requerimiento impuesto por el mercado de Estados Unidos que considera la fumigación con bromuro de metilo de producciones de arándanos provenientes de las regiones del Libertador Bernardo O’Higgins, Maule y Bio-Bio.

Si bien dentro de los hospederos secundarios de esta plaga, la literatura menciona frutales como kiwi, ciruelo, olivo, peral y cerezo, entre otros, solo se considera como hospedero primario la Vitis vinifera, única especie en la cual la plaga es capaz de desarrollar su ciclo completo. Se postula que la presencia de individuos en estas dos especies afectadas sería ocasional o accidental, asumiendo la detección como consecuencia del aumento de la presión de la plaga en conjunto al control en viñedos y parronales caseros.

Recientemente el SAG publicó la lista de 32 productos autorizados para el control de Lobesia botrana en Vitis vinifera. El CER evaluó 6 de estas alternativas teniendo resultados de alta efectividad en el control de larvas de primer y segundo estado, instares a los cuales debemos enfocarnos para el control.

Por último, el 17 de septiembre de 2013 es una fecha que no olvidaremos fácilmente; durante esa madrugada nos encontramos insertos en una helada advectiva que afectó a gran parte del país. En un comienzo el panorama era incierto, debimos esperar para conocer el real impacto de este fenómeno. En ese período de incertidumbre el CER participó en una prosprección de daño informando al Ministerio de Agricultura para luego integrar la mesa de trabajo en conjunto a los distintos órganos del Ministerio. Con esta información el CER participó en charlas de recomendación de manejos en huertos afectados organizadas por el FIA (Fundación para la Innovación Agraria).

Bajo un escenario de huertos descansados la temporada anterior (algunos huertos con síntomas de añerismo inclusive) sumado a la situación actual de una buena acumulación de frío, la proyección para esta nueva temporada es de producciones potenciales. Con respecto a los manejos, al encontrarnos con un año en el que se prevén altas cargas, debemos regular los tamaños de los árboles y balancear cargas para no encontrarnos con excesos de fruta ya que, inclusive más que otras temporadas, una disminución en la calidad de nuestras producciones puede ser motivo de rechazo.

Consciente de las necesidades de los productores en el país, el CER ha desarrollado estudios impacto de diferentes herramientas que pretenden dar soluciones a cada una de estas temáticas. Éstas se encuentran a disposición de los productores, de manera gratuita, en nuestra página web; siguiendo nuestro propósito de fortalecer la competitividad productiva del nuestro país.

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