Argentina: Esperan buen año y precios equilibrados para el durazno
El sector se duplicó en la última década mientras que en el resto del mundo la producción se reduce. El mercado interno está firme y proponen avanzar sobre América Latina y el Caribe.
Con producciones mundiales en baja, muy acotados stocks en Europa y Estados Unidos y casi sin remanentes de ciclos previos en Argentina, el sector del durazno de industria parece estar ante una buena temporada, lo que da margen para ajustar su plan estratégico con nuevas metas hasta el 2020, sobre todo en materia comercial.
El escenario de coyuntura y las acciones de mediano y largo plazo fueron expuestos en los últimos días durante una jornada organizada por la Federación Plan Estratégico de Durazno Industria (FePEDI), que reunió a productores, industriales, viveristas, técnicos y representantes de la Fundación Instituto de Desarrollo Rural (IDR) y de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo.
El encuentro, realizado en Tunuyán, le puso marco a la presentación del libro: "Producción de Durazno para Industria, realizado a partir de un acuerdo entre la FePEDI y la mencionada unidad académica; y fue el ámbito elegido también para adelantar la estimación de producción de esta campaña, según datos surgidos del pronóstico de cosecha frutícola 2011/2012 elaborados por técnicos del IDR.
Con 156.022 toneladas estimadas para esta temporada, el durazno de industria va a liderar la producción de frutas en Mendoza, con el 29% de las casi 532.000 toneladas que podrían llegar a sumar todas las especies cultivadas en la provincia, en esta próxima cosecha. Habrá que descontar los daños que hayan provocado las últimas granizadas en los tres oasis que, en el caso del durazno, podría fluctuar entre el 5% y el 8%.
Aunque la estimación total es inferior a la del ciclo previo (el pronóstico 2010/2011 había sido de 635.000 toneladas totales de fruta), la producción de durazno industria -al igual que la de durazno en fresco- mantiene similar proyección, mientras que la de ciruela para industria, por ejemplo, ha sufrido una disminución del 47% respecto a la temporada pasada.
Un buen año
Daniel Nieto, productor de duraznos, presidente de la Fepedi, está convencido de que "este va a ser un año bueno". Está "bastante de acuerdo con el pronóstico de cosecha del IDR, aunque quizás habría alguna diferencia en el caso de la zona Sur, donde creemos que puede haber algo menos de lo pronosticado".
De todos modos, "con ese pronóstico, y considerando que tenemos una capacidad instalada para industrializar 200.000 toneladas (por encima de la producción estimada para el año) y que está en aumento el consumo per cápita en Argentina, creemos que la demanda va a ser superior a la oferta y que va a ser un año con precios tonificados".
Por su parte, el industrial Roberto Lamm, vicepresidente de la Fepedi, señala que "a nivel mundial la producción de durazno ha decrecido; con caídas en la producción de Estados Unidos, Grecia y España" y que "la perspectiva de cosecha en Mendoza es buena por el momento". En cuanto a las proyecciones comerciales, el empresario (que es también vicepresidente de la Cámara de la Fruta Industrializada de Mendoza, CAFIM), señala que "en los próximos días podremos hacer una evaluación de mercados, pero yo creo que se presenta un buen año en general, un año de precios razonables tanto para el productor como para la industria; no debería ser un mal año de la manera como se ven las cosas planteadas".
Caen los stocks
Mientras Nieto vaticina que "vamos a llegar a las fiestas prácticamente sin stock en mayoristas y supermercados"; Lamm admite que también "la industria tiene muy poco stock (no es significativo en el volumen general de producción), y descuenta que "se va a comercializar fácilmente en el mercado interno". Añade, sobre este punto, que "el stock mundial bajó muchísimo".
Detalla que "Grecia, que había arrancado su cosecha 2010 con un stock de 9.000.000 de cajas, al iniciar la cosecha 2011 el stock era de 3.000.000 de cajas y prácticamente sin variaciones en el volumen de producción; Estados Unidos este año produjo 2.500.000 cajas menos por las heladas; China que era un gran referente hace 4 años, en este momento esta fuera del mercado; con lo cual lo que tenemos que resolver nosotros es nuestra coyuntura dentro del Mercosur y nuestra estrategia comercial en los mercados latinoamericanos, que los tenemos ya prácticamente liberados".
Perfil exportador
El empresario apunta que "esta industria tiene una dimensión netamente exportadora". Explica, en ese sentido, que "si bien en lo que es enlatado, el grueso se consume en el mercado interno (70% u 80 %) y hay un excedente que hay que exportar, en el caso de la pulpa es al revés la ecuación: el 80% o el 90% se exporta, con lo cual estamos hablando de que casi el 50% del volumen del negocio es de exportación". Por eso "es muy importante para nosotros los términos de intercambio; y la inflación (que ya ha sido reconocida por el Gobierno) y la cuestión del dólar, son variables que obviamente nos afectan".
Daniel Nieto agrega, sobre este punto, que "las exportaciones van quedar un poco atadas al tipo de cambio, pero pensamos que a partir de la nueva etapa que encara el Gobierno (nacional) se va a tocar un poco el valor de la divisa para tener más posibilidades de exportar". El presidente de la FePEDI cree que "aunque no de manera brusca, pero sí en forma paulatina, la paridad cambiaria se irá ajustando, como lo vienen haciendo Brasil, Chile, Uruguay?. Todos los países vecinos lo han hecho, así que no podemos quedar fuera de competencia a nivel internacional".
Pero Roberto Lamm advierte sobre otro de los factores que en mayor medida amenazan con deteriorar la ecuación del negocio. "La inflación -subraya- es una variable de alto impacto (más sobre una industria estacional como ésta) porque produce una erosión de la que es difícil recuperarse. Si uno ve lo que pasa en Chile, ellos tienen una moneda prácticamente estable, con pequeñas subidas y muy pequeñas bajas, pero con una inflación prácticamente nula; mientras que nosotros estamos hablando de una inflación de arriba del 20% o el 25 % anual, con un dólar que mueve entre un 5% y un 8%. Evidentemente esto produce un deterioro muy grande en los términos del intercambio.
Flete y mano de obra
Lamm acota que "otro "gran desfasaje que tenemos en este momento -que no se veía cuando salimos de la convertibilidad- es el costo de poner un contendor en el puerto, arriba de un vapor, tanto en pulpa como en cajas de duraznos".
El flete interno y el costo del puerto es muy oneroso; hay una diferencia muy grande con otros competidores. Detalla, en ese sentido, que mientras Grecia tiene un costo de entre U$S 0.60 y U$S 0,70 por caja, Chile U$S 0,50 y Estados Unidos entre U$S 0,75 y un dólar, los exportadores mendocinos tienen un costo de U$S 2,50 para poner cada caja arriba del buque. Sobre este punto, distintos referentes del sector coinciden en que es inevitable, a esta altura, que el Gobierno disponga el reintegro de un porcentaje importante de los gastos por ese concepto, para mejorar la competitividad.
Por otra parte, el 60% del costo del durazno es mano de obra, por lo que "necesitamos un régimen laboral simplificado que sea acorde a lo que pueda pagar el productor", fnaliza Lamm.
Fuente: Los Andes