Restan 4 meses para que agricultores del país reinscriban las bananeras que tienen en su poder. Nuevos requisitos ponen trabas en el proceso.

Julián Ramón está intranquilo. Solo 16 de los 45 productores que forman parte de su asociación “Bananeros de Naranjal” han logrado reunir los requisitos para reinscribir sus plantaciones. El plazo culmina el 30 de diciembre, pero duda que sus compañeros puedan cumplir con la obligación.

“Son pequeños productores sin suficientes recursos porque los exportadores siguen pagando 2 dólares por caja, muy por debajo del precio de sustentación ($ 5,40)”, señala Ramón.

La situación que viven, según el bananero, impediría que puedan cumplir con el pago de impuestos al Servicio de Rentas Internas (SRI) y con la afiliación de sus empleados. Esos son dos -de más de una docena de requisitos- que el Ministerio de Agricultura decidió incorporar en el nuevo proceso.

Julio Cruz, quien es dueño de 4 hectáreas, tampoco ha podido registrarse. La falta de dinero le impide cancelar al SRI los impuestos por los ingresos que facturó en base al precio oficial de la caja. Un valor que en realidad nunca cobró.

“En el primer semestre facturé 18.400 dólares, pero de eso unos 4.400 nunca los recibí porque ese fue el vuelto que tuve que entregar a exportadoras que irrespetaron el precio oficial”, explica Cruz.

Para el director de la Unidad de Banano, Richard Salazar, es ese tipo de irregularidades las que intentan erradicar con el nuevo registro. “Por eso hemos metido al SRI en el tema porque queremos eliminar ese vuelto”, afirma.

Según la entidad, durante el proceso se habría inscrito al 65% de bananeros. El último censo del 2009 registra a 7.300 agricultores, que son dueños de unas 172.000 hectáreas repartidas en al menos 7 provincias del país.

Sin embargo, para este año, el número de hectáreas repuntó: 68.000 más que se habrían sembrado aún cuando la Ley Bananera lo prohibió. “De esas unas 42 mil lograron inscribirse ilegalmente”, asegura.

A criterio de Simón Cañarte, asesor externo del Ministerio, el inusitado incremento de plantaciones explicaría el porqué ni el mal clima ni los bajos precios internacionales han afectado las exportaciones.

“En julio del 2009, se exportaron 20 millones de cajas. En el mismo mes de este año llegamos a los 21 millones. Eso significa que la producción formal e informal se está vendiendo fuera”, dice.

“Aquello es ilegal”, enfatiza Salazar, porque se estaría violando el artículo 9 de la Ley de Banano vigente, que “prohíbe comercializar la fruta que no esté debidamente registrada”.

No hay excusas, sostiene, para incumplir con la ley. Todas deberán hacerlo, incluso las bananeras que no están certificadas. Para ello se han enviado 2 proyectos a la Asamblea Nacional para que sea derogado uno de los artículos de la ley que prohíbe sembrar nuevas plantaciones. Buscarán un catastro global.

Fuente: Expreso

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