Con un arranque pausado pero estratégico, RIOblanco dio inicio a la temporada 2025 de uva de mesa en Chile, privilegiando la calidad de la fruta por sobre la presión del mercado, según explicó a Portalfruticola.com Christopher Dixon, gerente de calidad de RIOblanco, quien destacó que la cosecha comenzó hace apenas una semana con volúmenes muy acotados, principalmente desde Copiapó, en la Región de Atacama, al norte de Chile.
Detalló que actualmente RIOblanco cuenta con cerca de 1.400 hectáreas productivas, de las cuales cerca del 70% se concentra en la Región de Valparaíso, en el valle del Aconcagua; un 25% en Copiapó, Vicuña y Ovalle (las dos últimas en la Región de Coquimbo); y solo un 5% se ubica en la zona sur.
Especificó que comenzaron las cosechas hace un par de semanas y señaló: “Diciembre es un mes de partida muy lenta. El volumen fuerte comienza recién a fines de diciembre y principios de enero”.
En cuanto a la condición de la fruta, el ejecutivo señaló que los primeros resultados son positivos, con buenos niveles de azúcar, calibres competitivos y una condición general favorable. “Estamos apuntando desde hace varios años a una fruta de calidad, con buen sabor, pero también con un calibre interesante desde el punto de vista comercial. El mercado hoy lo exige”, afirmó.
Para el gerente de calidad, el enfoque de la campaña se traduce en una clara estrategia de aumento de calibre, especialmente en variedades verdes, donde la competencia internacional, especialmente desde Perú, ha elevado los estándares.
“En RIOblanco apuntamos a calibres ideales de 22 mm o más en uvas verdes y sobre 20 mm en rojas y negras. No se trata de cambiar de un año para otro, es un trabajo de largo plazo. Hoy ya nos estamos acercando mucho más a los tamaños que exige el mercado”, sostuvo.
Añadió que la renovación varietal es otro de los pilares de la temporada. “Más del 86% de la producción corresponde actualmente a variedades nuevas o licenciadas, como Sweet Celebration, Cotton Candy y Sweet Globe. En contraste, variedades tradicionales como Thompson, Superior, Flame y Crimson están prácticamente fuera del programa productivo”, explicó Dixon.
Respecto de los desafíos de la temporada, el gerente de calidad enfatizó que no basta solo con producir buena fruta en el campo: “Puedes tener un producto excelente, pero si la logística falla, la evaluación final del cliente no va a ser buena”.
En ese sentido, comentó que en RIOblanco se ha puesto especial énfasis en el cuidado de la fruta, en el embalaje, la resistencia de las cajas, el buen enfriamiento, mantención de temperatura y eficiencia en el transporte. Además de un fuerte trabajo de capacitación del personal de cosecha y packing.
En materia comercial, dijo que Estados Unidos sigue siendo el principal mercado de destino y el primer receptor de los envíos de la temporada, iniciados con la variedad Sweet Celebration.
No obstante, la empresa se muestra cauta frente a los actuales altos precios, y advirtió: “Los precios pueden ser atractivos, pero son engañosos si todos envían volumen al mismo mercado. La sobreoferta llega rápido”.
Por ello, la estrategia de RIOblanco apunta a diversificar gradualmente sus destinos, con presencia en México, Brasil, algunos mercados de Europa y un creciente interés en Asia, incluyendo China, Corea y Vietnam.
“Abrir mercados no es de un día para otro. Preferimos ir paso a paso, con clientes confiables y volúmenes controlados”, especificó.
Finalmente, concluyó señalando que hay que priorizar la calidad, tomar decisiones oportunas en el campo y no forzar cosechas ni mercados. “La uva no se evalúa acá, se evalúa afuera. Entender cómo llega tu producto al cliente final es clave”.
*Fotografías gentileza RIOblanco.
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