Chile cuenta con cerca de 42 mil hectáreas cultivadas con uva de mesa desde la región de Atacama, en el norte del país, hasta la región de O’Higgins, en la zona centro.
Solo en el Valle de Aconcagua, ubicado en la región de Valparaíso, se concentra el 19% de esa superficie -alrededor de 8 mil hectáreas-, posicionándose como una zona clave para este cultivo.
La uva de mesa es una de las frutas clave en la canasta exportadora de Chile y tal como ocurre con otros sectores productivos, esta enfrenta el desafío de la escasez de agua, intensificada por el cambio climático y la modernización productiva, marcada por la incorporación de nuevas variedades y portainjertos.
El problema es que existe escasa información respecto de cómo estas nuevas combinaciones varietales responden a los manejos de riego actuales, diseñados para variedades tradicionales que hoy están en retirada.
¿Estas nuevas variedades requieren la misma cantidad de agua? o ¿exigen un manejo hídrico diferente? Esa es la gran pregunta que busca resolver el programa “Uso eficiente del agua en nuevas variedades y portainjertos de uva de mesa en la zona central de Chile a través de la demostración y el uso de tecnología de sensores”, iniciativa financiada por Corfo a través de su Programa de Absorción Tecnológica para la Innovación (PATI).
Liderado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), el programa apunta a optimizar el uso del agua en parronales de uva de mesa de la zona central mediante la demostración y aplicación de tecnologías de monitoreo y control de riego en terreno.
Fotografía INIA.
Se espera que el proyecto permita la reducción del 20% en el uso de agua de riego, disminuya los costos energéticos por menor uso de bombas de agua, prepare a los agricultores ante escenarios de menor disponibilidad hídrica, genere conocimiento técnico local sobre tecnologías de sensores aplicadas a nuevas variedades y portainjertos de uva de mesa.
El proyecto, según reportó INIA, contempla la implementación de sensores de humedad de suelo, microtensiómetros, caudalímetros e imágenes multiespectrales, permitiendo evaluar, por primera vez, el efecto de un manejo hídrico eficiente sobre la fisiología y productividad de estas nuevas variedades y portainjertos en condiciones reales de campo.
Para ello, se han implementado cuatro unidades demostrativas en predios del Valle de Aconcagua, donde se analizarán distintas estrategias de manejo de riego en parronales de uva de mesa con nuevas variedades y portainjertos.
Estas unidades permitirán generar evidencia local sobre el comportamiento hídrico de estas nuevas combinaciones varietales, una información escasa y necesaria para la toma de decisiones agronómicas en escenarios de menor disponibilidad de agua.
La iniciativa considera una inversión total de $251.030.320, financiada por Corfo junto al aporte de los beneficiarios y se desarrollará en un plazo de 24 meses.
Las etapas más importantes del proyecto son: identificar los principales problemas de disponibilidad hídrica y manejo de nuevas variedades en los predios; generar vínculos entre los beneficiarios y el INIA para entender las necesidades reales; y establecer unidades demostrativas en los campos de los beneficiarios.
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Fotografía INIA.
INIA informó que los beneficiarios de esta iniciativa son 10 empresas del Valle de Aconcagua, con más de 20 años de experiencia en la producción y exportación de uva de mesa.
Muchas de ellas han incorporado el uso de nuevas variedades y portainjertos en uva de mesa y algunas han implementado tecnologías de monitoreo del contenido de agua del suelo, con sondas instaladas en cada cuartel productivo, permitiendo conocer el comportamiento del agua en el perfil del suelo.
El diagnóstico inicial del proyecto evidencia que, aunque el 67% de los productores beneficiarios ya trabaja con nuevas variedades y el 100% utiliza portainjertos, existe escasa claridad sobre su manejo hídrico eficiente en condiciones de escasez de agua.
Actualmente, solo dos de estos productores cuentan con sensores activos de monitoreo de humedad en suelo, mientras que ocho nunca han utilizado este tipo de tecnologías.
El director del proyecto, Dr. Carlos Zúñiga, explicó que en la región de Valparaíso según datos de Fortalece Pyme Aconcagua Quillota, el uso de tecnologías para un riego eficiente no supera el 12%.
Por esta razón, el especialista enfatizó que el objetivo del programa es reducir la brecha de conocimiento en el manejo hídrico de nuevas variedades y portainjertos de uva de mesa, mediante la incorporación de herramientas tecnológicas y la generación de información práctica a nivel de campo.
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