La producción frutícola corre peligro de extinción. Así de enfático es el mensaje entregado en un video realizado por entidades frutícolas que muestra y explica la crisis de la economía de frutas de pepita (peras y manzanas) en los valles del norte patagónico de Argentina.

El video -realizado por la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén, Cámara Argentina de la industria y Exportación de jugos (CINEX) y la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI)- destaca que la pérdida de competitividad del sector “nos está dejando fuera del mercado” y que “60.00 familias corren el riesgo de perder su empleo”.

“En los últimos años se han perdido más de 2.000 hectáreas productivas y en el último año se exportó un 30% menos de manzanas y peras, equivalentes a 120.000 toneladas menos”, expone el video.

Además, junto con que la industria de jugos sólo procesa un 25% de lo que procesaba en 2011, “desaparece la identidad y cultura de la chacra. Los hijos y los nietos se van de ella”.

“Nuestras frutas fueron orgullo nacional. Supimos convertir un desierto en un oasis. Supimos ser pioneros, ser líderes y sólo entre todos podremos recuperar nuestro Alto Valle”, dice el video.

A inicios de junio, la CAFI manifestó la necesidad de avanzar en medidas económicas que permitan que la fruticultura vuelva a ser rentable para toda la cadena, dadas las fuertes pérdidas y dificultades financieras por las que pasa el sector.

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